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"Twenty Vicodin" / "Veinte vicodines"

Temporada 8 - Episodio 01

Autores: Caminos, Jorge; González, Guillermina

Palabras clave: Don - Extorsión - Contrabando - Reglas - Generalmente Confidencialidad - Castigo - Razón (en el sentido de estar en lo correcto) - Experimento no autorizado - Derechos Humanos

Síntesis

El capítulo comienza con el Dr. House frente a un tribunal, cuyo juez le informa que debido a su “casi” buena conducta se le concederá la libertad condicional en 5 días. Luego de ello, el juez le pregunta si está arrepentido de lo que hizo, a lo que el Dr. House responde que sí. Sin embargo, en una segunda respuesta, el médico agrega que esa era la respuesta correcta, la que él y ellos necesitan para poder salir de allí. Ante esto, una mujer del tribunal le manifiesta que necesitan que muestre arrepentimiento por lo que hizo, relatando luego el motivo por el cual el Dr. House está preso: condujo el auto dentro de la casa de su ex novia y luego abandonó el país por tres meses. House se justifica ante el tribunal diciendo que él sabía que no había nadie en la casa. Luego de ello, el juez le advierte que si llega a romper cualquier regla, por mínima que sea, se quedará 4 meses más preso y le pregunta si puede mantenerse alejado de problemas por cinco días, a lo que el médico responde que sí.

LUNES: House se despierta en su celda y el preso con quien comparte la misma se encuentra sentado en su cama, mirándolo. Luego se observa a todos los presos en la sala común de la cárcel y una de las guardias anuncia que ha llegado el momento de la repartición de medicinas, nombrándolos uno por uno. El primero, Asofa, el compañero de celda de House, se acerca a tomar el medicamento. House se coloca junto a él, mirando lo que estaba por tomar y le dice “si”. Ante esto, otro de los presos le pregunta por qué sigue ayudándolo, a lo que House responde con otra pregunta: ¿Por qué querría asegurarme que mi compañero homicida esté tomando los anti-psicóticos correctos? Luego de ello, la guardia nombra a House para que tome su medicamento y luego se queda allí, a un costado de la mesa, mientras le toca el turno a Mendelson. Este le muestra medicamentos y House le dice a la enfermera: “él está con 80 mg de Propanolol, esos son 40”. La guardia se disculpa, y cuando se da vuelta, House saca de su boca el medicamento y se lo da a Mendelson, diciéndole: “Empiezo a pensar Mendelson, que realmente te gusta el sabor de mi saliva”. Luego se lo ve a House caminando, para frente a una celda en la cual uno de los presos está jugando al Ajedrez, el cual le dice “Caballo a Alfil tres” y House responde “Reina a Alfil siete” y sigue caminando. Más adelante otro de los presos se acerca a él y le manifiesta que tiene dolores extraños en sus codos y en sus rodillas. House le responde en forma irónica y se dirige hacia su celda, en la cual encuentra a otro de los presos, Rollo, robando su comida. House le pregunta por qué está lo está haciendo, a lo que Rollo responde que escuchó que estará allí por poco tiempo y no lo necesitará. Ante eso, House le pide que devuelva lo que robó. Rollo responde que no, House lo amenaza con su bastón y el preso redobla la amenaza advirtiéndolo en que puede perder su libertad condicional y ser atacado en las duchas. En este momento entra el preso que estaba jugando al ajedrez y lo detiene; Rollo sale de la celda y el preso le dice que si quiere hacérsela pagar a esos tipos, debe salir con vida el viernes. House sale de la celda y luego se lo ve ingresando a un baño para limpiarlo. Allí se encuentra con otro preso (Stomper) que también escuchó de su libertad condicional y le ordena que deje su estéreo y audífonos en su celda.

Luego, House entra a enfermería con los artículos de limpieza para seguir con su trabajo, en donde se encuentra a la Dra. Adams atendiendo al preso que le había manifestado dolores previamente. Escucha a la médica decir a otro de los médicos que empezará a tratarlo con Ceftriaxona. House se acerca a la médica y le dice que no es Gonorrea, la médica responde que nunca dijo que fuera eso, a lo que House responde que no lo dijo en voz alta, pero que lo supone los síntomas que el paciente presenta. Al escuchar esto, el preso dice que solo lleva 3 meses allí y que su novia está limpia. La Dra. se acerca a House y le pregunta cómo sabe de la Ceftriaxona. El otro médico le explica quién es House. Luego House agrega que hay pérdida de cejas y diagnostica Lupus. La médica se acerca al paciente, le examina las cejas diciendo que no hay sarpullido discoidal o malar en su cara. House responde que eso importaría si solo fuese una cara gigante. La médica continúa diciendo que no hay razón para buscar una erupción en el cuerpo, ya que usualmente el Lupus no se presenta de esa forma. Ante esta respuesta, House pregunta “¿Generalmente?” y luego de hacer otros comentarios, se retira del lugar.

En la próxima escena, House aparece en su celda con su estéreo en las manos hablando con el preso del Ajedrez, quien le advierte sobre Stomper, el preso que le pidió los estéreos, recordándole lo que pasó con Díaz en el patio: “Le dijo un par de tonterías y lo hizo salir de sí mismo”. House se queda pensando y sale hacia la celda de Rollo y esconde allí sus estéreos. Consecutivamente, Stomper entra a su celda y encuentra a House recostado en la cama, le pide los esteros y House le dice que los dejó en su celda, pero que Rollo lo siguió y se los robó y que hizo comentarios ofensivos hacia él. Stomper, va hacia la celda de Rollo, encuentra los estéreos y comienzan a pelearse. Finalmente se llevan a ambos presos a aislamiento. House logra su objetivo: tiene nuevamente consigo su reproductor de música y su atún.

MARTES: En medio de la noche House se despierta por el ruido de un grillo, se levanta y lo encuentra bajo una sábana. Cuando va a intentar matarlo, su compañero de celda lo detiene amenazante. Al día siguiente House va a la celda del paciente con dolores y le pide que se saque la ropa para buscar la erupción, el paciente lo hace. Luego, en la enfermería, le dice a la médica que el paciente presentaba una erupción en su muslo izquierdo. La médica responde: “Te investigué” y lo indaga sobre por qué estaba preso. Luego House le sugiere que le suministre al paciente Prednisona, tratando de esa manera al paciente por Lupus.

En la escena siguiente, Mendelson manda a llamar a House a su celda y le reprocha no haberle informado que saldría en libertad condicional y le recuerda las reglas del lugar: si está por salir, la tarifa aumenta y le exige 20 pastillas. House le dice que es imposible conseguir esa cantidad y Mendelson le responde: “Algo se te ocurrirá”
Luego, House le pide al preso de reparte insumos, Porter, 16 pastillas de Vicodina para el viernes al mediodía. Consecutivamente, House ve al paciente con un dolor fuerte en sus codos producto de un golpe leve, se acerca a preguntarle qué le sucede. House toca suavemente el codo del preso y él mismo expresa un gran dolor. Ante eso House concluye: “Eso no es Lupus.”

MIERCOLES: House se despierta en medio de la noche con un dolor en su pierna, busca debajo de su almohada medicamentos y solo tiene uno. Lo vuelve a guardar. Ante la pregunta de su compañero de celda sobre si se encuentra enfermo, House responde: “No, solo estoy yendo directo a la abstinencia. Estoy tratando de sobrevivir con una al día por los siguientes días. Luego, su compañero, le muestra el grillo y le dice: “Arréglalo.”

En la escena siguiente, House entra a la enfermería y le dice a la médica que no puede ser Lupus el diagnostico dado que se rompió el brazo. Discuten sobre la posibilidad de que el paciente haya participado en una pelea hasta que House logra disuadirla de tal idea. Luego intenta agarrar la historia clínica del paciente, la Dra. Adams no lo deja y continúa indagando en posibles diagnósticos. Tras considerar reacción adversa a medicamentos desembocan en la condición de fumador del paciente. La Dra. se da cuenta de que House insinúa la posibilidad de un cáncer pulmonar y dice que le tomará rayos X el viernes. House le explica que no estará allí el viernes y que si no le da anticoagulantes el paciente podría morir antes del viernes. La médica le recrimina que toma decisiones sin necesidad de pruebas, de evidencias. House sale de la clínica y va a ver al paciente, apoyando su oreja en la espalda del mismo para tratar de examinar sus pulmones. Luego, al ver pasar a Porter, le pregunta si pudo conseguir la Vicodina, el cual le responde que no.

Nuevamente en la clínica House le demuestra a la médica que el paciente presenta una sombra acústica en su respiración. Sorprendiendo a House, la médica decide hacer un test de coagulación a fin de confirmar el diagnóstico. En el despacho de la médica, esta lo interroga acerca de por qué este quiere dejar la medicina una vez liberado. Inicialmente no atiende a la pregunta, aunque luego lo hace sugiriendo que pretende retomar un viejo proyecto de investigación en Física. La Dra. marca entonces como este proyecto se encuentra “completamente divorciado de la humanidad” y, ante una respuesta irónica y evasiva de House, esta rebate señalándole que tiene un “don” en lo que refiere a sus habilidades médicas y que no puede abandonarlo. Un vez más con un comentario afilado, evade el señalamiento. Esta conversación se ve interrumpida cuando el paciente se presenta, para la sorpresa de ambos, empapado en sangre.

JUEVES: House amanece ha reemplazado el grillo de su compañero de celda con uno nuevo, esperando que este no se diera cuenta. Dado que este no ignora lo antedicho, House le agradece que no lo mate por haber hecho el intercambio. Hasta el momento, solo ha podido acumular cuatro comprimidos de Vicodina.

Luego, House vuelve al despacho de la Dra. Adams, donde esta le permite ver el archivo del paciente. En medio de una breve discusión sobre la dolencia del paciente, el jefe de la Dra. Adams pregunta en tono de reprimenda, por qué se ha permitido que House tenga acceso al expediente. House se retira y se dirige a la celda del paciente para pedirle que consiga hisopos a fin de tomar un par de muestras pero este se niega planteando que quiere llamar a su novia, a su familia, amigos, a la gente del exterior. House le dice que su vida externa se acabó. “Tus amigos, tu chica, la gente con la que trabajaste han continuado.” El paciente lo echa de la celda. De vuelta en la clínica, la médica ha descubierto la mentira de House respecto a las razones de su condena. Dado que no lastimó a nadie en el evento, ni tuvo ningún antecedente penal; esta le pregunta porque es que está cumpliendo una condena. House contesta: “Tuve un mal abogado.”. La Dra. anuncia que no ya discutirá el caso.

Tras volver a su celda, se ve agredido por uno de los miembros de la pandilla que lo extorsiona y el jefe de la misma aparece en la puerta refiriéndose a esta agresión (y al hecho de que le quiten su bastón por el resto de la semana) como un incentivo para que consiga las pastillas. Luego de esta escena, House le pedirá al amigo con quien juega ajedrez un poco de chicle y una lapicera. Con el papel metalizado del chicle, una solución y un poco de papel higiénico logra crear un corto circuito para iniciar un incendio en un baño y así lograr que la atención de todos se distraiga para robar de la clínica las pastillas que necesita. Luego de ser evacuado del lugar, se le acerca el interno enfermo preguntándole por sus sugerencias y House lo rechaza. Ante esto, el interno lo sigue hasta su celda y dice: “¿Me abandonas? ¿Por qué? ¿Qué cambió?”. House le responde: “Simplemente terminé. No más tú, no más medicina, no más arreglar personas. Listo.” Este le pide que se vaya, pero el paciente se niega y entra en un shock anafiláctico. House utiliza la lapicera prestada y realiza una traqueotomía para liberar las vías respiratorias evitando su muerte.

Por la noche, House toma cuatro pastillas de Vicodina por el incesante sonido del grillo y el dolor de su pierna.

VIERNES: House se despierta, toma un par más de pastillas de Vicodina y tira al inodoro el resto de las mismas y solicita ser llevado a custodia bajo protección. Al pasar frente a un guardia que toma café, se le ocurre una mejor posibilidad de diagnóstico para el paciente y se dirige a la clínica, donde este es tratado por la Dra. Adams y su jefe. House sugiere que la condición es Mastocitosis, despertada por líquidos calientes. Ante esto, el jefe de la clínica dice que esa es, “generalmente”, una enfermedad de la piel. La Dra., sin embargo, señala que puede afectar cualquier órgano y que la sintomatología del caso coincide. El jefe de la clínica accede a hacer un diagnóstico basado en análisis de sangre pero House lo compele a inducir otro shock anafiláctico mediante la administración de aspirinas. A pesar de tener el consentimiento verbal del paciente, el jefe de la clínica se niega apelando a que este sería un experimento no autorizado y le costaría su matrícula y trabajo. House alega que si la condición se sostiene, el paciente podría entrar en shock estando fuera de la cercanía de un médico y moriría. Aun así, el jefe se niega y echa a House de la clínica diciéndole que si vuelve, le revocaran la libertad condicional. A su salida, en el pasillo, la Dra. Adams le pregunta si consiguió las pastillas que buscaba, revelando que conocía las intenciones de House cuando surgió aquel incendio. Le proporciona las veinte pastillas y ante la insistencia de House en el caso del paciente ella le dice “Solo cuídate”.

En la siguiente escena, vemos a House acercándose al jefe de la pandilla. Este lo felicita por haber cumplido con el pedido. Dice: “Sabia que si había una cosa que habías aprendido aquí dentro, sería entender que la cosa más inteligente por hacer es portarse bien”. House le responde: “Tienes toda la razón”, y acto seguido arroja al aire todas las pastillas desatando una pelea. Cuando recibe los primeros golpes, agradece irónicamente ya que eso lo devolverá a la clínica. Finalmente, tras atravesar un peligro de muerte, fue rescatado por su compañero de celda.

Una vez en la clínica al jefe y a una guardia en una de las habitaciones, mientras trata de administrarle aspirinas disueltas en agua al paciente. La Dra. Adams trata de disuadirlo diciéndole que no solo le revocarían la libertad condicional sino que le agregarían aún más tiempo de condena. Al mismo tiempo lo enfrenta a la investigación que ha realizado sobre él: en verdad, House actuó como su propio abogado y tomó el mismo la condena de doce meses en prisión (según la Dra., para castigarse). Dice: “¿Pensaste que si te golpeaban y salvabas a este hombre limpiarías tu conciencia?”. Él le contesta que no, y responde (cuando ella le pregunta porque está haciendo lo que hace): “Porque tengo un don”. Antes de lograr darle el vaso, los guardias lo reducen y cuando se lo están llevando fuera de la clínica, la Dra. le da el vaso al paciente ella misma, desafiando totalmente la autoridad de su jefe. Los personajes de la escena se detienen para ver qué sucede con el paciente pero terminan llevándose a House a confinamiento solitario a los pocos momentos, dado que no hubo ataque alérgico inmediato.

SABADO: Estando en confinamiento, llega su comida con una nota que reza: “Tenias razón.” House se sienta en silencio y en el final de la escena se puede ver como casi esboza una fugaz sonrisa.

Anexo: Diálogos recortados

Escena 1

El paciente, la Dra. Adams y el jefe de la clínica están en escena, el Dr. House entra llevando un carro con productos de limpieza y se dispone a realizar sus tareas mientras escucha el dialogo.

Dra. Adams: 37.7°C. Empezare con Ceftriaxona.

Jefe de la clínica: Buena elección. A mí se me habría pasado.

Dr. House: No es gonorrea.

Dra. Adams: No dije que lo fuera.

Dr. House: No en voz alta, pero lo supones por el dolor en las articulaciones, mas fiebre, más un bajo estilo de vida igual a una prescripción de Ciftriaxona.

Paciente: ¿Así que dices que tengo gonorrea? Solo he estado aquí una semana. Mi novia está limpia. No tengo novia aquí.

Dra. Adams: ¿Cómo sabe acerca de la Ceftriaxona?

Jefe de la Clínica: House solía ser un doctor

Dr. House: No volveré a serlo, y esa reacción es elitista y ofensiva. Los doctores también pueden ser degenerados. Estamos en América. Hay una sutil perdida de cejas. Es Lupus.

Dra. Adams (examinando la cara del paciente): Bueno, no hay sarpullido discoidal o malar en su cara.

Dr. House: Lo que importaría si solo fuese una cara gigante.

Jefe de la clínica: El tiene un punto, pero te dejare que tomes la decisión.

Dra. Adams (tartamudeando al principio de la frase): No, no hay razón para buscar una erupción en el cuerpo ya que generalmente el Lupus no se presenta de esa forma.

Dr. House: ¿Generalmente? Bueno, dado que estamos en prisión debe ser suficiente con eso.

Escena 2

El Dr. House entra en la escena en donde ya se encuentra la Dra. Adams y el jefe de la clínica.

Dr. House: No fue el alimento. Fue el calor. Es Mastocitosis. Puede desencadenarse por líquidos calientes, como el café que se acaba de beber.

Jefe de la clínica: Mastocitosis es generalmente una enfermedad de la piel.

Dra. Adams: ¿Generalmente? Puede afectar a cualquier órgano. Dolor de articulaciones, osteopenia y anafilaxis… perdida de cejas. Encaja.

Desarrollo Conceptual

Tomaremos para el actual trabajo el personaje de la Dra. Adams dada la complejidad que presenta la situación a la que se enfrenta a partir del encuentro con House y con un caso que se muestra particularmente dificultoso a la hora de efectuar un diagnóstico. El escenario en que se ve envuelta la obliga a tomar una determinada posición y la forma en que ella responda al dilema que afronta no será sin consecuencias. La complejidad del caso, entendiendo que en el están incluidos todos los intervinientes y no solamente el paciente que padece una determinada dolencia, radica en la irrupción de un singular que excede el universo particular en el que está inmersa la práctica médica de la Dra. Adams, dando lugar a la interrogación por la misma. La interpelación del personaje en cuestión se juega entre sostener un universo moral dado (discurso médico establecido, dentro de un marco normativo institucional particular), mal-leyendo el singular que irrumpe (una patología de difícil diagnóstico que se presenta en un entorno carcelario) y produciendo en consecuencia un efecto particularista (ir en contra de la decisión del paciente, con posible riesgo de vida para el mismo)o; alojar a este singular, deconsistiendo dicho universo.

El circuito de la responsabilidad que se puede plantear en función de las situaciones en las que el personaje está inmerso es el siguiente:
En un primer momento (T1) podemos ubicar el encuentro entre la Dra. Adams y el Dr. House en el momento en el que ella está recetando un medicamento a fin de tratar una afección que le supone a un paciente, basadaen los síntomas que este presenta, como ser la fiebre, dolor en las articulaciones y estilo de vida precario. En un segundo momento (T2) podemos ubicar la intervención de Dr. House con respecto al diagnóstico supuesto por la Dra. El cuestionamiento de House desbarata no solo la hipótesis de diagnóstico por gonorrea que la Dra. había formulado y sobre la base de la cual prescribe un medicamento especifico, sino también su posición respecto al saber que ella misma porta. La interrogación se refleja en la presencia de una evidencia clínica sutil que marca la singularidad del caso y que ella ha ignorado por actuar según un discurso medico guionado, preestablecido, que no da lugar a la contemplación de un más allá de lo “general”. Inicialmente, muestra sorpresa al haber dejado pasar un indicio clínico, pero inmediatamente después la Dra. Adams responde a la interpelación que esto le genera, recurriendo a una figura de la culpa: la intelectualización. Dice: “…no hay razón para buscar una erupción en el cuerpo ya que generalmente el Lupus no se presenta de esa forma.”. Ante esto, el Dr. House no da lugar a que la Dra. se refugie en esa figura de la culpa, abriendo nuevamente la potencia de desborde del particular. Abre la pregunta, devolviéndole su propio mensaje en forma invertida: “¿Generalmente? Bueno, dado que estamos en prisión debe ser suficiente con eso.”.

Siguiendo la lógica del circuito, podemos marcar como parte del T1 el momento en el cual, en aras de la búsqueda de evidencias que formalicen un diagnostico amparado y avalado en el discurso médico, la Dra. decide realizar un test de coagulación. Esta es una acción calculada por el personaje que se agotaría en sus propios fines, esto es, descartar un determinadosíntoma, a fin de confirmar o refutar un posible diagnóstico. El resultado de esta acción en el T1, no fue calculado. El paciente se presenta completamente ensangrentado, cuando en realidad los alcances del test implicaban un leve sangrado o la formación demasiado apresurada de un coagulo. Este más allá de lo “previsible” genera sorpresa e intriga en la Dra., al punto de verbalizar: “Cool” (hemos decidido utilizar el vocablo original para no perder en la traducción, el sentido del mismo; equivalente a un “genial”, en los términos de la excitación que provoca algo sorprendente).

Estos momentos en los que el personaje de la Dra. Adams se ve interpelada y que la ob-ligan a responder, se van intensificando a lo largo del capítulo posibilitando el pasaje de ella como objeto de la pregunta que trata de mostrar la fisura de la práctica profesional (“general”) a ser agente de esta interrogación. Esto se presenta de manera clara, en el momento en que House introduce el diagnóstico de Mastocitosis y el jefe de la clínica rechaza esta posibilidad por ser la afección “generalmente” una enfermedad de la piel. Ante esto, la Dra. Adams formula: “¿Generalmente?”; y acto seguido señala que aunque la afirmación de su jefe es correcta, la enfermedad antes señalada puede afectar cualquier otro órgano y que la sintomatología del caso coincide. El encuentro con el Dr. House y su posición frente a la medicina le permite a la Dra. Adams redefinir la posición propia, pasando de la obediencia a un guion medico preestablecido al cuestionamiento de ese mismo guion y; como se planteará posteriormente, a la creación de un guion propio en donde se contempla la singularidad de este caso, fisurando la ilusión de completud del discurso médico.

A continuación se utilizará la última secuencia del capítulo en que la Dra. se ve involucrada. En ella, House propone provocar un shock anafiláctico haciendo que el paciente ingiera aspirinas diluidas en agua, dado que la confirmación del diagnóstico por medio de un análisis de sangre es “casi imposible”. House, en una escena posterior, intenta imponer su propuesta pero es reducido por guardias antes de poder lograrlo. Momentos previos a esto, la Dra. Adams, trata de disuadirlo de su accionar y no lo detiene, aun siendo la única con medios suficientes para hacerlo. Cuando, finalmente House es reducido y ella enfrentada con su superior, se justifica con este aludiendo a un temor por la situación acontecida; pero posteriormente en un acto “a solas” pero no “en soledad”, toma la decisión de administrar las aspirinas ella misma. En este momento, vemos que la escena se detiene, su acción es una decisión que va por fuera de la moral y los otros, y esto se ve claramente reflejado en la suerte de detención de todos en la escena. Ella toma en sus manos una acción incalculable dados los datos situacionales, que implica ir mas allá de la ley y del temor; permitiéndonos inferir un posible Acto. Si bien solo vemos “acción”, podemos inferir “acto”, acto que podría dar cuenta de la responsabilidad subjetiva del personaje. Siguiendo a A. Ariel (Buenos Aires, 2001) un acto implica una decisión que tiene consecuencias para quien lo produce y también para los otros, pero a los ojos de los otros el acto del sujeto constituye una acción. Desde este punto de vista, no podemos juzgar al acto desde el universo moral (en términos dicotómicos del estilo bien o mal) pero si podemos conjeturar que detrás de la acción que se despliega ante nosotros se encontraría un acto.

El acto implica responsabilidad subjetiva porque se ubica entre lo azaroso del encuentro de la Dra. Adams con el Dr. House y lo necesario en términos lógicos de la afección del paciente. Frente a la contingencia de la necesidad y del azar no se es responsable, pero si se es responsable de la respuesta ante esa contingencia. Esa respuesta da cuenta de una posición subjetiva. Dado esto, no podemos responsabilizar a la Dra. Adams por el hecho de que el Dr. House se encuentre cumpliendo una pena carcelaria y realizando tareas de limpieza en la clínica cuando simultáneamente ella se hallaba efectuando el diagnostico a este paciente en particular. Tampoco podemos esperar que responda por el acontecer sintomático del paciente, el cual se hubiera desarrollado en la misma dirección inexorablemente. En cambio, si podemos esperar un respuesta de parte de ella en relación a su accionar frente a dichas contingencias situacionales. El cómo del tratamiento que le aplica al paciente, tanto inicialmente como luego de interpelar la propia práctica, es algo de lo cual podemos esperar que asuma. Este como da cuenta de su posición subjetiva en relación con la práctica médica. A lo largo del desarrollo del episodio podemos encontrar dos respuestas que dan cuenta de posiciones bien diferenciadas: por un lado, la intelectualización como figura de la culpa, que anestesia la tensión de la interpelación apelando a las herramientas teóricas de que dispone para responder y; por otro lado, la acción final (en la que hipotetizamos la presencia de un acto) que demuestra una decisión tomada por fuera de los otros, sin los otros, sustrayéndose de la alienación al Otro de la Razón médica, produciendo un plus a su respuesta, plus en el que se juega el sujeto del inconsciente y no ya la respuesta del “para todos” que implica el “generalmente”.

De lo anteriormente recortado, podemos hipotetizar que a partir de la interpelación que se genera en el encuentro con el Dr. House, se ve conmovido para la Dra. Adams el lugar del Otro de la Ciencia que, en su completud, opera como garante de un saber. De esta manera, el personaje se interroga su propia posición frente a ese saber. “Si el Otro está completo, soy médica; si el Otro ya no es garante de un saber, ¿Qué soy?”. De esta manera, barrado el Otro, están dadas las condiciones para la emergencia del sujeto dividido. Asimismo, al posibilitar el alojamiento de la singularidad del paciente, merced la consistencia del Otro, se abre la posibilidad de darle lugar a su propia singularidad: “allí donde la Dra. Adams muestra su punto de inconsistencia, la Srta. Adams debe advenir.”

A la luz de la hipótesis clínica formulada, pueden recapitularse los tiempos anteriormente planteados: inicialmente la Dra. Adams se vale de un guion ajeno anclado en el Otro de la Razón para responder no solo por su práctica clínica, sino también por su propio ser enmudecido por ese guion que la habla, ser que encuentra consistencia en ese Otro. A partir de la interpelación, la Dra. Adams sale del mutismo, toma la palabra, barrando al Otro y produciendo, como consecuencia, un Acto. Dado que el Acto parece estar enmarcado en las coordenadas enunciadas por A. Ariel, podemos suponer la emergencia del sujeto dividido. Sin embargo, el capítulo concluye y no aporta más información situacional que permita dilucidar la emergencia cabal de un tiempo 3.

Referencias

 Ariel, A.: La responsabilidad ante el aborto. Ficha de cátedra. Mimeo. Publicado en la página web de la cátedra.

 D’Amore, O.: Responsabilidad y culpa. En La transmisión de la ética. Clínica y deontología. Vol. I: Fundamentos. Letra Viva, 2006.

 Michel Fariña, J. J. “The Truman Show. Mar abierto (un horizonte en quiebra)”. En Ética y Cine, Eudeba, 2000.

 Mosca, J. C. (1998). Responsabilidad, otro nombre del sujeto. En Ética: un horizonte en quiebra. Eudeba, Buenos Aires.



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