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Entre el dolor y la esperanza

por Gollob, Alejandra Camila, Loprete, María Jimena

En la elaboración del presente trabajo se abordará el film “El niño de la bicicleta”, a partir de su articulación con concepciones teóricas de diferentes autores de la Escuela Inglesa de Psicoanálisis. El interrogante que vehiculiza nuestra labor se basa en el análisis de las manifestaciones observadas en Cyril como consecuencia de las pérdidas por las que ha atravesado.

Posiciones- Melanie Klein

Melanie Klein plantea que desde el principio de la vida el ser humano cuenta con un yo primitivo que es capaz de percibir la angustia en forma de ansiedad y desplegar distintos mecanismos de defensa, también primitivos, con el objetivo de reducir la ansiedad correspondiente que amenaza la integración del yo. Klein también dirá que este yo primitivo es capaz de establecer relaciones de objeto, en un primer momento con un objeto parcial y luego, gradualmente, con un objeto total.

Esta autora hablará de dos posiciones que se caracterizan por un modo de ansiedad prevalente, mecanismos de defensa específicos, fantasías que subyacen y un tipo de objeto con el que se relaciona el niño, es decir si este objeto es parcial o total. Ahora bien, las dos posiciones que planteará Klein son: La posición esquizo paranoide y la posición depresiva.

Para responder a nuestro interrogante inicial, tomaremos las teorizaciones acerca de la posición depresiva con el objetivo de analizar cómo fue el tránsito del protagonista por ella e intentar determinar el posicionamiento del sujeto frente a los duelos, ya que si la posición depresiva infantil ha sido correctamente elaborada en los estadios tempranos de la vida, esto permitirá al sujeto, frente a alguna pérdida, elaborar su duelo de la manera más apropiada y sana posible.

Según Klein la posición depresiva comienza cuando el niño reconoce a la madre como un objeto total atenuándose, así, la escisión dada en la primera posición. También se mitiga la discrepancia entre el mundo externo e interno del niño. El niño, ahora, con un yo más integrado, desdoblará su ambivalencia hacia el objeto de manera mucho más visible ya que este objeto total no sólo es fuente de gratificaciones sino también de frustraciones. La madre internalizada que se encuentra dañada y con peligro de ser aniquilada promueve la ansiedad depresiva –característica de esta posición- y los sentimientos de culpa en el niño por los ataques sádicos que en la posición anterior dirigió al pecho, el cual ahora, como objeto total, representa a la madre íntegramente, con sus aspectos malos y buenos, temiendo por la pérdida del objeto bueno interno. El niño relaciona esta pérdida con su voracidad e impulsos destructivos proyectados hacia el objeto en la posición precedente. A razón de verse identificado con el objeto, el yo debe desplegar intentos de reparación hacia lo damnificado por medio de su sadismo. Este objeto bueno se encuentra dañado, por lo que el niño se ve frente al temor de que el objeto amado interno sea perdido encontrándose obligado a llevar a cabo mecanismos de defensa en pos de repararlo e inhibir sus impulsos agresivos.

La posición Depresiva en Cyril

Cyril es un niño de once años que se encuentra en una situación de abandono en la cual él es víctima del mismo por parte de su padre. Éste pretende construir una nueva vida junto a una mujer que conoce, pero decide que para lograrlo debe dejar su pasado atrás y con él a su hijo. Luego de ser abandonado en un refugio, Cyril se ve en la tarea de afrontar esta pérdida que activará la posición depresiva primitiva, de la que dependerá la elaboración del duelo de la situación actual; es decir, que Cyril se encuentra frente al deber de no sólo reinstalar en su mundo interno el objeto amado perdido sino de acoger dentro de sí todos los objetos buenos internalizados para persuadir la amenaza de desgarramiento de su mundo interno.

Frente a la pérdida a la que se ve expuesto Cyril, se reactiva la ansiedad depresiva primitiva en tanto es ésta la que promueve los intentos de reparación del objeto que realiza el niño a lo largo del film, con el fin de revivir ese objeto bueno perdido y así todos los objetos buenos internos. La relación se da con un objeto total, como no es muy difícil precisar, en este caso la persona del padre. Por otra parte, observamos el despliegue de defensas realizado por el protagonista. Cyril hace diferentes intentos para encontrar a su padre tales como llamarlo incesantemente por teléfono aunque este diera fuera de servicio y dirigirse a su hogar a pesar de que todo el mundo insistiera en que él ya no vivía allí desde hacía un mes; sin embargo ésto no bastaba para quebrantar la convicción que tenía Cyril con respecto a su padre como una persona que jamás se iría sin avisarle, sin dejarle su amada bicicleta… Nos encontramos frente a los mecanismos de defensa que Klein denomina negación, idealización y omnipotencia. Podríamos preguntarnos ¿En qué sentido? En el sentido en que Cyril niega que su padre haya desaparecido sin avisar o que haya sido capaz de vender su bicicleta, argumentando, por ejemplo, que el tutor del refugio marcó mal el número de teléfono o que la bicicleta no fue vendida por su padre sino que unos niños se la robaron para luego venderla. ¿Por qué ocurre eso? Tal vez porque los aspectos buenos del padre, por medio de la idealización de éstos, no permiten a Cyril ver sus aspectos malos; un hombre bueno que jamás lo abandonaría, que se fue con la promesa de volver por él ¿Cómo sería capaz ahora de irse sin haber avisado previamente? O ¿Cómo podía su padre vender la bicicleta que en algún momento le regaló? No existía forma de que eso ocurriera para Cyril. En lo que respecta a omnipotencia,parecería claro, a partir de los ejemplos mencionados hasta el momento, que es la defensa que sostiene la idealización en tanto permite al sujeto negar ciertos aspectos de la realidad. Esto es observado en la forma en cómo Cyril insiste en que su padre no podría irse sin él, en que jamás vendería su bicicleta, como si de algún modo controlara los actos del padre por medio de su pensamiento, auto-convenciéndose de que ello no podría ocurrir para, de esta manera, defenderse de la ansiedad depresiva que lo acecha.

En cuanto a la reparación obsesiva, que se relaciona íntimamente con la defensa maníaca, podemos hallarla en Cyril en el uso constante de su bicicleta para cualquier tipo de tarea, como hacer las compras, buscar a su padre, o simplemente salir a dar vueltas en ella; observamos allí un intento de reparar el objeto que perdió en tanto la bicicleta es, simbólicamente, aquello que le queda de él; ésta cumple un rol fundamental para Cyril ya que a través de ella mantiene a su objeto vivo. Es decir que para Cyril la bicicleta no es un objeto cualquiera, es un objeto que al haberle sido regalado por su padre, es un aspecto de éste que se presenta como bueno. Se ve la importancia que el niño otorga a este objeto en distintas escenas tales como cuando afirma que su padre no se ha mudado sino le hubiera llevado la bicicleta, o cuando niega que su padre haya intentado venderla, o bien, cuando lucha con otro niño que intenta robársela dos veces. Esta inferencia resulta de lo que Klein plantea del duelo como intento de reinstalar los objetos buenos internos que en fantasía inconsciente siente perdidos. La pérdida real que afronta Cyril es la del padre, percibiendo de esta manera, la predominancia de los objetos internos “malos” y el desgarramiento de su yo. El niño no sólo intenta reinstalar el objeto amado perdido sino que también se encuentra en busca de reinstalar todos los objetos buenos internos.

En un comienzo, el principio de realidad no está lo suficientemente instaurado en el sujeto como para permitirle la aceptación del abandono de su padre, por lo cual utiliza mecanismos defensivos, con la finalidad de evitar el dolor. En contraste con esto, se observa cómo, quizá, el principio de realidad lo inunda cuando el padre le dice explícitamente que no lo quiere volver a ver, y la reacción que adopta Cyril frente a ello es, después de golpearse y arañarse el rostro, llorar. Quizás podríamos pensar este llanto como el primer paso del camino a la elaboración simbólica del duelo.

Tendencias antisociales - Donald Winnicott

Donald Winnicott abordará el tema del comportamiento antisocial de manera que intentará explicar sus causas y describir esta tendencia. Dirá que no es parte de un diagnóstico sino que puede observarse tanto en un neurótico como en un psicótico. Este autor plantea que la tendencia antisocial se presenta como algo esperanzador; el niño de esta manera reclama aquello que le fue “quitado” en algún momento de su vida. Es por esto que Winnicott dirá que esta tendencia se hace visible en niños desposeídos en el sentido que el niño en algún momento de su vida se ve despojado de algo bueno que le resultaba positivo hasta el momento en que se lo sacan. Las tendencias antisociales se construyen en base a la pérdida de una experiencia buena, reconocida como una falla del ambiente y no propia, produciendo, de esta manera, una deformación de la personalidad y la emergencia de encontrar la solución a través de lo que provee el ambiente. El autor afirma que las personas que presentan tendencias antisociales buscan la solución en el ambiente pero son incapaces de aprovecharlo

La tendencia antisocial tiene dos características principales, aunque una se acentúe más que la otra, que son el robo y la destructividad. Planteará que por medio del robo hay un elemento esperanzador del lado del niño en el hecho de buscar algo en algún lado, sería la “búsqueda del objeto perdido”. Por otra parte, afirmará que la destructividad surge de la necesidad de encontrar estabilidad de parte del ambiente que pueda sostener la tensión que se da como resultado del comportamiento impulsivo; es una manera de “destruir ese objeto ausente”. La primera es para Winnicott central en la tendencia antisocial en tanto lo que se busca no es lo que se roba sino que lo que el niño busca es a la madre a la que tiene derecho.

Tendencias antisociales en Cyril

A lo largo de la película son muy notorios los comportamientos antisociales que Cyril despliega tales como intentos de fuga del refugio y del colegio, peleas con sus tutores y luego con Samantha, su madre sustituta, el robo a un vendedor de periódicos, etc. Ahora bien, el film comienza con una pérdida que Cyril se ve obligado a afrontar, en donde aquello que se pierde es la presencia del padre. En busca del mismo comienza a activar tendencias antisociales como medio para llegar hasta él. El niño al comienzo de la película busca de reiteradas formas contactarse con su progenitor, ya sea por teléfono, o a través de conductas antisociales como lo son los intentos de huir del hogar en donde se aloja para así emprender la búsqueda exhaustiva de aquello de lo que fue despojado. Despojo que lleva a Cyril a adoptar comportamientos no aceptados socialmente como un intento de demanda de ayuda. Según Winnicott, como ya hemos mencionado, la tendencia a la destrucción se da con el objetivo de que la tensión provocada por la conducta impulsiva sea soportada por el ambiente estable. Esto se observa notoriamente en las escenas donde el niño de once años lucha con sus tutores, los muerde con el fin de lograr escapar del refugio, como también se ve de manera muy clara cuando intenta irse sin el debido permiso de la vivienda de Samantha en donde comienza una lucha con ella y llega hasta cortarla con un objeto punzante. Cyril utiliza la destrucción como medio para lograr su objetivo y, justamente, lo hace en ambientes que le prestan contención. Si nos detuviéramos en la escena de la conducta destructiva que adopta Cyril en el auto de Samantha, arañándose el rostro y golpeándose la cabeza contra la puerta del vehículo como reacción frente a la respuesta del padre que le dice que nunca más lo quiere ver, resulta realmente transparente aquello que Winnicott plantea en su obra.

Por otro lado, en el momento en que Cyril se encuentra en la casa de Samanta comienza a relacionarse con el líder de una banda delictiva que le propone contratarlo para un “trabajo” en el que deberá golpear en la cabeza con un bate de basaball a un vendedor de diarios para seguidamente robarle el dinero de su recaudación. Cyril, sin cuestionamientos, lleva a cabo el acto previamente ensayado. Roba el dinero del vendedor de periódicos después de haberlo golpeado a él y a su hijo en la cabeza con el bate. Frente a esto se nos abre el siguiente interrogante: ¿con qué objetivo Cyril roba ese dinero? En el film Cyril se niega a recibir algún tipo de recompensa monetaria por ese robo, y ante la pregunta del líder de la banda de por qué roba si no es por el dinero, Cyril responde “lo hago por ti”; por ello consideramos que se podría inferir que el niño, al robar no busca aquello que roba, como dice Winnicott, sino que busca aquello que perdió. Entonces si el afirma que esto lo hace por el líder de la banda ¿se podría pensar que Cyril, por medio del robo, busca lo que perdió -el amor de su padre- en aquel líder que en un primer momento se presenta amable y acogedor?

Los estados sexuales de la mente – Donald Meltzer

Donald Meltzer se dedica a estudiar modalidades de funcionamiento mental que se relacionan con características de la sexualidad infantil y adulta. Este autor sostiene la existencia de diferentes estados de la mente, que los caracteriza como sexuales. Los mismos pueden convivir e incluso uno puede predominar sobre el otro dependiendo de la situación. Este autor postula tres estados sexuales de la mente: La sexualidad infantil perversa, la sexualidad infantil polimorfa y la sexualidad adulta polimorfa.

De acuerdo a los objetivos de este trabajo sólo tomaremos la sexualidad infantil polimorfa siendo esta la que, a nuestro entender, se puede articular de manera más fructífera con la película.

La sexualidad infantil polimorfa está determinada por la fantasía de escena primaria en la que el self pretende desenvolver los roles de cinco participantes (madre, padre, niño, niña y bebé dentro de la madre) abarcando todas las zonas erógenas con el fin de negar la exclusión de la que se siente parte.

En este estado predomina la actitud competitiva, marcada por los celos edípicos, con confusión zonal. Esta última deja como producto la sensación de pérdida de la identidad. Su búsqueda se encuentra dirigida a un resultado que no implique dejar atrás objetos ni posponer la gratificación. Entonces, este estado sexual de la mente se encuentra bajo la predominancia de una motivación, a diferencia de la sexualidad infantil perversa, básicamente buena, en la medida en que lo que busca es una solución a la tensión dada por los deseos insatisfechos y la necesidad de contrarrestar el sentimiento de pérdida de la identidad a través de mecanismos maníacos. De esta forma logrará preservar el amor hacia los padres.

Este estado mental se caracteriza por la curiosidad y la experimentación. Su intencionalidad está marcada por el planteo de interrogantes y la búsqueda de respuestas. El mecanismo que la caracteriza es la identificación proyectiva y la relación de objeto parcial.

Estado sexual mental predominante en Cyril: Sexualidad infantil polimorfa

De acuerdo a las características planteadas por Meltzer sobre este estado sexual nos resulta posible relacionarlo con Cyril, ya que se puede pensar que el niño está afrontando una sensación de pérdida de la identidad en la medida en que se ve despojado de su papá ya que, según este autor, la identidad se adquiere de acuerdo a la identificación introyectiva con los padres.

El niño, en la mayor parte de la película, despliega una incesante búsqueda de aquello que ha perdido: su padre. Este último, podríamos pensar, sería el único que podría culminar con el deseo insatisfecho de Cyril y le podría otorgar su identidad perdida, en tanto es el padre el único referente familiar que posee y que ahora lo abandona. Esta búsqueda se encuentra dirigida, como plantea Meltzer, a no despojarse de aquel objeto, y a no resignar su gratificación para de esta manera ver la bondad que reside en su padre. Bondad que Cyril intenta creer que tiene su progenitor a través de las justificaciones que el mismo inventa en relación a él, para no ver sus aspectos de “mal padre”, en un intento de preservar su amor hacia él.

Su intensa búsqueda se encuentra plasmada de interrogantes que buscará responder, tales como el paradero del padre y el porqué de su desaparición no anunciada. Asimismo se encuentra en un circuito exploratorio que podría dar respuesta a esos interrogantes como, por ejemplo, ir al bar donde su padre frecuentaba, a la panadería a la que iba a comprar éste, al taller mecánico, etc. Todo esto en busca de conseguir un indicio de la residencia de su padre.

Con esto queda claro que las conductas de Cyril tienen una motivación de base buena pese a que los medios que utilice para encontrar al padre no sean los apropiados.

Siguiendo la línea de lo desarrollado, consideramos admisible la elaboración de una posible conclusión respecto de aquellas manifestaciones que aparecen en Cyril frente a las pérdidas que enfrenta.

Desde la obra kleiniana, establecimos relación entre la posición depresiva y la posición en la que queda Cyril frente al abandono de su padre. A partir del despliegue de una serie de defensas, consideramos que cuando empieza a establecerse una solidificación del criterio de realidad Cyril comienza a elaborar el duelo por la pérdida de su padre mediante una reparación simbólica.

Por otra parte, situándonos en la conceptualización de Winnicott sobre la tendencia antisocial, la cual articulamos con ciertos comportamientos de Cyril, sostenemos que es posible que su conducta esté dada por la desposesión que sufre con el abandono de su padre. Las tendencias antisociales que presenta el niño, entonces, se consolidan como demanda al ambiente que le priva aquello que fue bueno para él. En este sentido nos parece apropiado considerar que el ambiente comenzó a brindarle la contención necesaria para que cesen estas conductas como se ve al final del film: desde que se disculpa con el hombre al que le robo, hasta el momento en el que se niega a luchar con el hijo del vendedor, incluso después de haber recibido varios golpes de parte de éste.

En cuanto a lo expuesto en lo concerniente a las concepciones que Meltzer realiza sobre los estados sexuales de la mente y la articulación que hemos llevado a cabo con el actuar de Cyril a lo largo del film, se pudo observar como el estado mental sexual que el niño presenta se adapta muy bien al que el autor llama “sexualidad infantil polimorfa”, en la medida en que busca a su padre como aquel que siente como único referente familiar, proveedor de esa identidad que percibe perdida y como aquel que le puede dar fin a su deseo insatisfecho. Por ello podemos afirmar que sus comportamientos, si bien no eran apropiados, respondían a la motivación de hallar una respuesta para ese desposeimiento.

A partir de todo el desarrollo hemos intentado explicar aquellas manifestaciones que se observan en Cyril a lo largo de la película, dando cuenta de sus posibles causas y de la íntima relación que establecen con su situación de abandono y pérdida.

Bibliografia

Klein, M. (1990). El duelo y su relación con los estados maniaco depresivos. En Melanie Klein Obras Completas. Vol. 1. Buenos Aires: Paidós. (Trabajo original publicado en 1940).

Klein, M. (1990). Notas sobre algunos mecanismos esquizoides En Melanie Klein Obras Completas. Vol. 3. Buenos Aires: Paidós. (Trabajo original publicado en 1946).

Klein, M. (1990). Algunas conclusiones teóricas sobre la vida emocional del lactante. En Melanie Klein Obras Completas. Vol.3. Buenos Aires: Paidós. (Trabajo original publicado en 1952).

Meltzer, D. (1968). Introducción. Sexualidad infantil polimorfa. En Estados sexuales de la mente. Buenos Aires: Kargieman.

Winnicott, D. (1990) La tendencia antisocial. En Deprivación y delincuencia, segunda parte Cap.: 14 (1954).Buenos Aires: Paidós. (Trabajo original publicado en 1956)



NOTAS





COMENTARIOS

Mensaje de alguien  » 21 de octubre de 2015 » mfregttman@psi.uba.ar 

Acuerdo totalmente con el texto.
Me parecen excelentes los ensembles entre película o texto de lo histórico ¿real?, interpretación desde el texto o enfoque teórico (poco utilizado en la actualidad pero imprescindible /desde mi experiencia/ para el trabajo terapéutico con infantes y la articulación sin soslayar el argumento.
Supieron ver el entre líneas sin falsear ni forzar.
Muy buen trabajo!
Y también muy buen perfil del púber "normal".



Mensaje de DEBORA HOFMAN  » 24 de septiembre de 2015 » hofmandebora@gmail.com 

Hola! también trabajo con niños y llegan a consulta numerosos Cyril, que son derivados ya sea por la escuela o por un juzgado. Con respecto a ellos me vengo cuestionando la idea del perdón.
Como trabajar con estos niños para que puedan perdonar, no en sentido de restablecer los vínculos tal cual eran o de olvidar el daño sufrido, sino en el sentido de romper la relación víctima/victimario, desistir de recibir una compensación por el daño sufrido (ya sea por parte de la sociedad, por medio de conductas antisociales, ya sea por medio de la venganza)para poder soltar el pasado y proyectarse al futuro. Gracias por el trabajo!



Mensaje de Loprete , María Jimena  » 19 de septiembre de 2015 »  

Muchas gracias por tu comentario, y más agradecidas estamos aún, las autoras, por tu aporte. Nos parece muy valioso, sinceramente. En lo personal, al trabajar en el sector de internación de un hospital público, me encuentro con muchos niños y adolescentes en el lugar de Cyril, ante los cuales siento, como vos bien decís, "que nos queda mucho por hacer". Me conmovieron hasta el llanto tus palabras. Nuevamente, muchas gracias.



Mensaje de juanuks  » 14 de septiembre de 2015 » veleczuk@gmail.com 

Primero me gustaría darte las gracias por compartir tus palabras, me pareció un texto muy ameno, y que articula muy bien las ideas de la escuela inglesa con el personaje de Cyril.

Yo creo que este niño representa un síntoma social de la modernidad, que es ese niño no querido, y mi aporte va hacia ese lado: hacia el como desear ante la imposibilidad de que otros me deseen.

Hoy en día, por lo menos en Argentina, tenemos otras prácticas institucionales, que no buscan encerrar a los niños sin padres, o a los niños que delinquen, sino que se busca "integrarlos". Pero siempre, en este lindo discurso que va en pos de la defensa de los derechos humanos, se omiten ciertos discursos: ¿Cuántos Cyrils hemos no escuchado? Por respetar lo instituido legitimamos esas defensas rígidas y primarias (cuantas personas dicen que es "normal" ciertas conductas violentas de algunos niños alegando que proviene de un contexto "desfavorable"), o no entendemos que lo que este nene quiere no es un hogar, ni un nuevo papá: el ya tiene un padre, lo quiere de vuelta.

El cine muchas veces nos genera algo, nos hace llorar o nos conmueve, puede desplegar ciertas identificaciones que dan cuenta que todo no esta bien, y que nos queda mucho que hacer, por lo menos a las ciencias sociales




Película:El niño de la bicicleta

Titulo Original:Le gamin au vélo

Director: Jean-Pierre Dardenne, Luc Dardenne

Año: 2011

Pais: Francia

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