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Phoebe, entre la maternidad y la gestación

por Reos, Francisco Roque

Yerma.-“Te diré, niño mío, que sí,
Tronchada y rota soy para ti.
¡Cómo me duele esta cintura,
Donde tendrás primera cuna!
¿Cuándo, mi niño, vas a venir?
¡Cuando tu carne huela a jazmín!”

Yerma de Federico García Lorca (1934).

El presente trabajo se propone analizar una viñeta tomada de la serie televisiva Friends (David Crane, Marta Kauffman 1994-2004) para luego articularla con el uso de técnicas de reproducción asistida, la bioética y el psicoanálisis.

Phoebe es uno de los personajes principales de la serie, tiene alrededor de 30 años, es masajista, no tiene pareja estable ni hijos. La viñeta seleccionada comienza cuando su hermano le pide un favor: dado que su esposa no puede quedar embarazada por problemas en su útero, necesitan que otra mujer lleve adelante la gestación de un embrión formado con material genético de la pareja. Teniendo en cuenta que no poseen suficiente dinero para contratar a alguien para llevar adelante el embarazo y prefiriendo que la mujer gestadora sea una persona de confianza, le preguntan a Phoebe si ella estaría dispuesta a prestar su útero para gestar el embrión. Ella promete pensarlo y darles una respuesta.

Es interesante resaltar las reacciones de sus allegados frente a dicha noticia: su grupo de amigos, entre sorpresa y desconcierto, sostienen que llevar adelante un embarazo con todas las dificultades que implica, sumado a la experiencia dolorosa del parto, para darle un hijo a otros no es una buena idea. En este mismo sentido, su propia madre le advierte que renunciar a un bebé es algo muy doloroso y de lo cual se va a sentir arrepentida el resto de su vida. Sin embargo, Phoebe decide llevar adelante la gestación con la satisfacción de saber que va a hacer felices a su hermano y su pareja.

Teniendo en cuenta lo mencionado hasta ahora, Phoebe se someterá al procedimiento de Gestación Subrogada que se encuentra dentro del marco de la Reproducción Asistida. Este procedimiento consiste en la fecundación in vitro con la posterior introducción del huevo al útero designado, esperando una correcta implantación y evolución del embarazo. Al ser los espermatozoides del hermano y el óvulo de su mujer, los embriones no poseen genes de Phoebe. Debido a que las posibilidades de que un embrión prenda son relativamente bajas, se introducen al mismo tiempo varios embriones (cinco en este caso) con el objetivo de aumentar las posibilidades de éxito, practicándose más de una oportunidad este procedimiento de ser necesario (estas cuestiones serán abordadas más adelante).

Este es un caso en donde las Tecnologías de Reproducción Humana Asistida (TRHA) se entrecruzan con la transmisión de herencia simbólica que está en juego a la hora de la estructuración subjetiva propiamente humana. El hecho de que los avances en la ciencia hayan posibilitado separar la formación de un embrión de su gestación, sin la necesidad de un acto físico sexual, posee un impacto no sólo en el ser hablante que resultaría fruto sino que también en las personas involucradas en dicha concepción, a saber, la pareja que aportó el material genético y la mujer que se somete a gestar. Si además la mujer que aporta el útero es la hermana de uno de los miembros de la pareja, la situación se complejiza haciendo necesaria una reflexión que impida que la única razón por la cual se lleve adelante el procedimiento sea por el hecho de que es posible hacerlo.

En este sentido, Kletnicki, A. sostiene: “En la medida en que el avance de la ciencia, o las leyes que deben ordenar su progreso, desconozcan las determinaciones estructurales que constituyen al ser humano, y en tanto la subjetividad no se integre en el desarrollo del conocimiento, la nueva lógica se verificará, al menos, en el empobrecimiento de lo subjetivo” (Kletnicki, 2000). Por lo tanto, es imperativo analizar cuáles son las consecuencias, siempre supuestas, del uso de las TRHA en el proceso de subjetivación para evitar que, en el peor de los casos, dicho uso empobrezca y aplaste el proceso de conformación simbólica del ser hablante impidiendo que pueda emerger un sujeto siempre singular y único. Es necesario aclarar que cada situación tiene característica que le son propias e irrepetibles, haciendo que se analice caso por caso sin dar lugar a generalizaciones.

Es por eso que la bioética es una herramienta para arrojar luz a estas deliberaciones. Tomando el artículo de Ormart, E (Ormart, 2011)., existen diferentes concepciones de la bioética; la propuesta por Hottois sostiene que es una reflexión sobre la tecnociencia y la cultura tecnocientífica. Es decir, la bioética propone debatir cómo el avance de la ciencia y la tecnología impactan y modifican a los individuos y cuáles serían las advertencias y los límites del uso de las mismas en pos de velar por la continua trasformación del orden simbólico en el cual los sujetos emergen.

Cualquier tecnología usada como herramienta genera un impacto en las personas a distintos niveles. Las técnicas que influyen y manipulan la reproducción humana generan, necesariamente, un fuerte impacto en la sexualidad, la transmisión de una herencia y las posiciones de cada sujeto ya que abren nuevas posibilidades, anteriormente impensadas, influyendo, muchas veces, en la cara más real de la reproducción humana.

Siguiendo con la viñeta: Desde el momento que Phoebe acepta ser la gestadora, la postura de los futuros padres cambia: antes del “sí” de Phoebe se mostraban preocupados pero intentando mantener la calma y bajar sus ansiedades. Después la presión que ejercen sobre Phoebe no muestra ningún tipo de recaudo ya que la visitan y la siguen constantemente, tratándola como aquel objeto que guardará su tesoro preciado: la persona de Phoebe queda reducida a un útero que lleva a los bebés tan ansiados. Tal es el entusiasmo de la pareja que han dejado de lado toda consideración sobre lo que a Phoebe le pasa como persona, hermana, mujer y hasta como madre; no dando lugar a que ella exprese todas estas delicadas cuestiones que la atraviesan. Entonces, para la pareja Phoebe es un objeto, una pieza necesaria, para completar el rompecabezas de su paternidad. Pieza que, después del parto, será descartada.

Uno de los elementos que colabora para que la pareja tenga tan altos niveles de preocupación, ansiedad y obsesión es su situación económica: sólo pueden pagar un solo intento del procedimiento de Gestación Subrogada generando que todos los anhelos y expectativas, esperanzas y preocupaciones recaigan en una sola oportunidad. Es posible hipotetizar si la situación mencionada sería diferente si hubiera tenido lugar en el marco de la ley argentina. Dentro del marco legal argentino, la Ley n° 26.862 garantiza una acceso integral a los procedimientos y técnicas médico-asistenciales de reproducción medicamente asistida, obligando al sistema de salud tanto público como privado a brindar una amplia cobertura para llevar adelante dichos métodos. Considerando el artículo 8 de dicha Ley, la Gestación Subrogada es una técnica de alta complejidad y, por lo tanto, deben estar cubiertos por el sistema de salud tres intentos anuales con un intervalo de tres meses cada uno. Es decir que el sistema de salud argentino garantiza varios intentos para lograr un embarazo exitoso, colaborando en disminuir las ansiedades de los beneficiarios. Por lo tanto es importante destacar siempre, cuál es el marco legal dónde tiene lugar el uso de la técnica debido a que influye necesariamente en cómo ésta se lleva a cabo.

Volviendo a la viñeta, Friends es una serie cómica estadounidense y por lo tanto pretende abordar todo lo que ocurre en ella desde un costado humorístico y ligero. Sin embargo, es justamente en el humor donde se puede ver cierta parte de la verdad que está en juego en cada situación. Freud se encargó de demostrar rotundamente que los chistes y el humor, así como otras manifestaciones del discurso de las personas, tienen intenciones de confesar sentimientos o ideas que pretenden estar ocultas para la consciencia y para el Yo. Un amigo de Phoebe al enterarse de lo ella prende hacer dice sorprendido: “¿Realmente piensas acostarte con tu hermano?”; cuando los embriones finalmente prenden, el hermano de Phoebe grita alegre: “¡Mi hermana va a tener a mis bebés!” y en distintas ocasiones Phoebe cuando la felicitan por su embarazo dice: “El padre es mi hermano”. Todos estos recortes ponen sobre aviso que cierta fantasía incestuosa se está tejiendo. El hecho de que una mujer reciba en su vientre material genético de su hermano para después parir hijos de él genera un campo fértil para que fantasías incestuosas se satisfagan. Por supuesto que no se trata de negar o impedir que las TRHA involucren hermanos o parientes cercanos, sino advertir que es necesario considerar estos elementos inconscientes ya que poseen un gran peso a la hora de darle a los hijos que han sido fruto de dichas técnicas un lugar en el entramado filiatorio.

En este sentido, es interesante conjeturar cuál será la trasmisión de los padres a estos hijos sobre su origen. Para la constitución del sujeto del inconsciente, Gutiérrez, C. advierte que es necesario un no-saber de los padres sobre el origen de la vida. Esa grieta en el saber es lo que permitirá que el sujeto cree su propia ficción o mito de origen y es en ese relato donde sus marcas subjetivas van a tener lugar (Gutiérrez, 2000). Ahora bien, teniendo en cuenta que la ciencia interviene de una manera tan cruda con sus técnicas en el origen de la vida, es poco el lugar que deja para la duda ya que siempre su postura es de un saber universal y total (o totalitario). Por lo tanto, es imperativo considerar cómo y de qué manera se responderá a las futuras preguntas de los niños sobre su origen. Es importante que los padres sean sinceros en todo momento ya que los ocultamientos sobre estos asuntos tienen, por lo general, devastadores efectos en la subjetivación. Sin embargo, la sinceridad no requiere que se comunique el proceso al que se sometieron los padres y la gestadora de una forma cruda y técnica. Trasmitir una verdad ficcional permitirá al niño elaborar su propio relato sobre su origen y el lugar que tiene en el entramado filiatorio, condición necesaria para la individualización y la subjetivación.

Llegando al final de la viñeta, Phoebe está muy cerca de parir trillizos ya que en el útero prendieron 3 embriones –cuestión propia del orden del azar. Durante una conversación con Rachel (una íntima amiga suya), Phoebe le pide que le pregunte por ella al padre si quiere dejarle uno de los bebés. Es posible ver cómo el deseo de ser madre comienza a ganar terreno en el personaje: debido al largo tiempo que tuvo a los bebés dentro de ella y acercándose ya la hora de parirlos y dejarlos a su hermano, no se siente capaz de hacerlo. Debido a este tipo de reacciones es que es necesario deliberar sobre el uso de las THRA para evitar que individuos biológicamente capaces pero psíquicamente limitados las practiquen y desencadenen efectos devastadores para sí mismo y para terceros.

Sin embargo, Phoebe da marcha atrás con esta idea y decide cederles a los padres los hijos que les corresponden: “Todos dicen que el parto es lo más difícil del mundo –le dice Phoebe a los trillizos recién nacidos- pero se equivocan, dejarlos es lo más difícil. Me divertí mucho con ustedes. Ojalá pudiera llevarlos a casa y verlos todos los días. Por lo menos me conformaré con ser su tía preferida.” En estas líneas se aprecia el proceso de renuncia que debe hacer para dar lugar a la paternidad de su hermano y su pareja. Renuncia que atraviesa con angustia y un duelo necesario.

Para finalizar, si bien esta viñeta es extraída de una ficción no es muy alejada de muchos casos reales en los cuales se usa este procedimiento y otras TRHA. ¿Cuál podría ser el impacto de la utilización de estos métodos sobre el sujeto y el entramado filiatorio –además de contemplar cuál es el marco legal que las regula?

El impacto que tuvo sobre Phoebe ser la gestadora de los embriones de su hermano no es un elemento menor para considerar ya que influye en el bienestar de ella como persona y en el lugar que los infantes tendrán en el entramado filiatorio. Kletnicki sostiene que el límite del uso de las THRA se encuentra cuando estas técnicas “(…) se presentan trasgrediendo la propia definición de especie humana.” (Kletnicki, 2000) Esta trasgresión está relacionada con el ubicar al infante producto de ellas en una posición de objeto comercializable y capitalizable que aplastaría su posibilidad de subjetivación debido a ser alojado en un deseo anónimo, sin familia o lugar dentro del deseo de otro ser hablante -no anónimo y singular.

Es difícil sostener que en el caso de la viñeta esta trasgresión de la especie humana haya tenido lugar ya que los trillizos son alojados dentro del seno de una familia y todo indica que el deseo de la pareja está comprometido, salvándolos de un vacío simbólico que los dejaría sin posibilidad de subjetivación. Esto no quiere decir que se generen ciertas dificultades a la hora de trasmitirles cuestiones sobre su origen y el papel que su tía (Phoebe) tuvo en él. Sin embargo, estas dificultades son propias de la constante trasformación de lo simbólico y los cambios en la concepción de familia y reproducción humana que el uso de las nuevas tecnologías generan.

Teniendo en cuenta los efectos que tuvo en Phoebe llevar adelante dicho embarazo, se hace imperativo que cierta contención psicológica tenga lugar para disminuir lo más posible el daño y los perjuicios que pudiera haber experimentado. Esto demuestra que no deberían aplicarse las TRHA sin antes contemplar las características psíquicas de las personas que se someterán a ellas, evitando así que la única condición para llevar a cabo dichas técnicas sea la de las aptitudes biológicas.

Referencias

Kletnicki, A. (2000). Un deseo que no sea anónimo. Tecnologías reproductivas: transformación de lo simbólico y afectación del núcleo real. En La encrucijada de la filiación. Tecnologías reproductivas y restitución de niños, Lumen/Humanitas, Bs. As.

Ley Nº 26.862 de “Acceso integral a los procedimientos y técnicas médico-asistenciales de reproducción médicamente asistida”. Argentina, 2013.

Michel Fariña, J. J. (2000): La inseminación artificial con donante: un comentario en torno a la Noche Transfigurada. En La encrucijada de la filiación. Tecnologías reproductivas y restitución de niños, Lumen/Humanitas, Bs. As.

Ormart, E. (2011) La pregunta por la identidad a la luz de las nuevas tecnologías reproductivas. El caso de la inseminación con donante. En http://aesthethika.org/IMG/pdf/13_Ormart_Un_papa_por_accidente.pdf

Gutiérrez, C.: (2000). Saber creacionista y ficción fundadora. En La encrucijada de la filiación.Tecnologías reproductivas y restitución de niños, Lumen/Humanitas, Bs. As.

Freud, S. El chiste y su relación con el inconsciente. Amorrortu Ediciones

Freud, S. Psicopatología de la vida cotidiana. Amorrortu Ediciones.



NOTAS





COMENTARIOS

Mensaje de Francisco Reos  » 24 de agosto de 2014 » reos.francisco@gmail.com 

Hola Roger,
Muchas gracias por tu comentario. Realmente me hizo pensar mucho sobre lo que escribí y los posibles significados que puede generar.
En primer lugar, concuerdo con vos que la expresión "psíquicamente limitados" es algo ambigua y poco precisa. No se trata de establecer que existe un criterio único y eficiente para determinar si el uso (en cada caso) de las TRHA desencadenarían "efectos devastadores para sí mismo y para terceros". Nadie puede legislar cómo se debe llevar el alojamiento de un nuevo sujeto en una familia.
Sin embargo, las posibilidades de gestación que permiten las TRHA (de las cuales no hay precedentes en la historia de la humanidad) sí merecen necesariamente una reflexión que, la menos, advierta sobre los posibles efectos que puede tener el llevarlas a cabo. Por ejemplo, la posibilidad de utilizar diferentes materiales genéticos y lograr gestar el embrión en un cuerpo deferente al de la madre y la posibilidad que un hombre muerto puede generar descendencia con la inseminación post-mortem son algunos ejemplos de los nuevos horizontes en la reproducción humana que merecen una reflexión.
A partir de escuchar el discurso de quienes demandan esas técnicas es posible aprehender cuales son los motivos y los deseos que están en juego. Existiría la posibilidad que los motivos en cuestión afecten la subjetivación del niño por nacer. Por ejemplo, el querer tener un hijo con material genético de un hermano para tener alguien "digno" a quién dejar su herencia (este es un ejemplo citado en el libro "Encrucijada de la filiación").
Por supuesto, no hay garantías a la hora de prever efectos en la psique humana pero si es posible advertir posibles situaciones conflictivas. Podría compararse con todas las etapas que los padres adoptantes deben pasar antes de que se les de en adopción a un niño.
Me encantaría seguir el debate! Saludos y estamos en contacto.



Mensaje de Roger Mas  » 22 de agosto de 2014 » roger.mas@gmail.com 

Saludos a todos y en especial al autor del artículo, a quien quiero felicitar. Si no recuerdo mal, hace ya diez años que la serie terminó, pero todavía vuelvo a ella de vez en cuando. Y me alegra mucho comprobar que sigue siendo objeto de reflexión. El artículo es muy interesante y, de entre todas las ideas que me ha aportado, me gustaría compartir una duda con vosotros.

Después de señalar como, a medida que se acerca el momento del parto, Phoebe empieza a manifestar algunas dudas acerca de desprenderse de los bebés (dudas que al final son solamente temporales), Francisco afirma que "es necesario deliberar sobre el uso de las THRA para evitar que individuos biológicamente capaces pero psíquicamente limitados las practiquen y desencadenen efectos devastadores para sí mismo y para terceros."

Me gustaría centrar la atención en el término "psíquicamente limitados". Aunque hablando en general creo que entiendo de qué se está hablando, sería preferible aumentar la precisión de este aspecto concreto del trabajo, ya que podría dar lugar a confusiones. Para ilustrarlo, solo una pequeña reflexión.

El argumento que defiende el control sobre las THRA tiene como objetivo último y principal el bienestar de los futuros bebés. En principio, nadie se opondría a ello. Parece obvio, pues, que es necesario un protocolo para evitar que gente "psíquicamente limitada" las use y "desencadenen efectos devastadores para sí mismo y para terceros." Pero, ¿a qué nos referimos cuando hablamos de gente "psíquicamente limitada"? ¿Estamos hablando de neurosis? ¿De lo que en otros contextos llaman enfermedades mentales? ¿O simplemente de la gente que, como se dice de modo coloquial, no está preparada para tener hijos? Y en caso de ser así, ¿qué significa "estar preparado"? Y para llevarlo todavía más lejos: si estamos hablando de gente que no está preparada, ¿por qué hay que establecer controles sobre las THRA y no sobre la reproducción que no está médicamente asistida? ¿Es que ello no puede tener también "efectos devastadores para sí mismo y para terceros"?

Por todo ello, creo que sería interesante debatir con un poco más de profundidad el criterio para controlar el uso de las THRA. ¡Muchas gracias por el artículo y muchos ánimos con el trabajo!



Mensaje de Francisco Reos  » 19 de agosto de 2014 » reos.francisco@gmail.com 

Hola a todos! Me resulta muy interesante todo lo que han posteado.

Con respecto al duelo, en la viñieta se puede apreciar bien como ella logra pasar rápidamente -de manera casi absurda, teniendo en cuenta que es una serie de televisión- de querer quedarse con uno de los bebés a conformarse con ser la tía preferida. Este cambio de posición no es sin efectos en el sujeto. Si bien logra posicionarse en un lugar que no genera que su propio deseo materno anule o ponga en jaque la posición de padres de su hermano y su mujer, siempre van a quedar vestigios de este duelo. Por eso, es sumamente importante asesoramiento y acompañamiento terapéutico para poder prever estas situaciones que pueden dar lugar a conflictos graves.

Pasando a la escena mencionada por Agustina, la verdad la ignoraba completamente. Es muy útil para seguir pensando la viñieta. Demuestra la importancia que tiene en la filiación el lugar que le den a cómo fueron concebidos y por quién. Sólo decir que Pheobe es su tía sería ocultar un dato verdadero que, en su carácter de ocultado, generaría efectos incalculables y siempre estaría pronto a aparecer en los momentos menos oportunos, como lo demuestra la confesión no calculada de Chandler. Otra vez más, se puede apreciar la importancia de un acompañamiento profesional que pueda marcar a la familia estas cuestiones.

Saludos y gracias por sus aportes!



Mensaje de Agustina Salceek  » 19 de agosto de 2014 » aguus.ps@hotmail.com 

Un trabajo muy interesante. Con respecto a esta viñeta siempre me pregunté cómo podría ser el momento en que los padres les transmitieran a los trillizos sobre los detalles de su origen. Hay una escena (si no me equivoco, de la 10° temporada) en la que otro de los personajes de Friends, Chandler, deja escapar "sin querer" frente a los trillizos que Phoebe es quien dio a luz a ellos.
Con respecto a esto me parece que podría ser un dato importante sobre la dificultad que genera la situación para poder transmitírselas a los trillizos, teniendo en cuenta que innegablemente tendrá consecuencias sobre ellos.
Esto me hace pensar en los dichos de Kletnicki sobre que, por más análisis que podamos hacer, los efectos se conocerán a posteriori. En este caso, podemos ver años después que por lo menos hasta ese momento no hubo un intento por parte de los padres de develar la verdad sobre el origen a los niños. Me quedo pensando en esta cuestión.



Mensaje de Mariana Sorolla  » 19 de agosto de 2014 » marianasorolla@gmail.com 

Cuando Phoebe accede a entregar los tres niños luego del parto renuncia a ellos como madre. Esa renuncia seguramente conlleva un duelo.
En una carta a Binswanger Freud expresa sobre el duelo que luego de la pérdida deviene un estado agudo de pena, pero que se va dulcificando paulatinamente. Y aunque extrañaremos y recordaremos indiscutiblemente la vida sigue y quedará un vacío, un vacío casi imposible de llenar y que si lo logramos será por algo diferente. Debe producirse cierta transformación.
Podríamos pensar entonces que el duelo es un trabajo de separación y al mismo tiempo de enlace con el objeto perdido. De sobrellevar la pérdida en una segunda (o tercera, o cuarta…) vuelta, para sostener en detalle los lazos con el objeto perdido y transformar nuestro lazo con él. Con esto me quedé aún pensando en Phoebe, que logra de alguna manera esta vuelta, que si bien no será la madre, logra llenar ese vacío como “la tía preferida”.
Muy buena reseña que abre muchos interrogantes.



Mensaje de federicovillar  » 18 de agosto de 2014 » federicovillar@gmail.com 

Como fanático de Friends, me resultó sumamente interesante el trabajo y sus planteos.

Siempre seguí la serie, y siendo Phoebe mi personaje preferido, me he preguntado por el impacto que plantea el trabajo. Por un lado, lo que alude a lo endogámico y las fantasías que acarrea que ella lleve en su vientre a los bebés de su hermano. Por el otro, lo que "puede pasar" con el hecho de prestar el útero para (en este caso 3 criaturas) un embarazo. Esto no sucede, sin dudas, sin que acontezca un impacto en la subjetividad.

Por otro lado me quedo pensando, ¿qué otras herramientas nos puede prestar la bioética para comprender el caso? Realmente la escena donde Phoebe pide "quedarse con uno", en la cual estuve pensando desde que comencé a leer este trabajo, me hace pensar en que evitar la concepción y demases, hace pensar aún más en estos niños como "algo". Los bebés como un objeto: "ya que tiene tres, ni se dará cuenta si no le damos uno". Una sensación de que "da lo mismo", y de que los hijos son como lápices, cds, o algo que uno colecciona y junta...

Por supuesto, me pretendo pensar en esa parte de la viñeta como un disparador nada más, es que me resulta imposible no pensar que detrás de todo ello, de estas fascinantes oportunidades, el crecimiento de la ciencia, la posibilidad de cumplir y/o satisfacer el deseo de ciertas personas que no pueden concebir, se esconde también un negocio.

Para seguir pensando. Muy interesante el trabajo!



Mensaje de Federico Villar  » 18 de agosto de 2014 » federicovillar@gmail.com 

Como fanático de Friends, me resultó sumamente interesante el trabajo y sus planteos.

Siempre seguí la serie, y siendo Phoebe mi personaje preferido, me he preguntado por el impacto que plantea el trabajo. Por un lado, lo que alude a lo endogámico y las fantasías que acarrea que ella lleve en su vientre a los bebés de su hermano. Por el otro, lo que "puede pasar" con el hecho de prestar el útero para (en este caso 3 criaturas) un embarazo. Esto no sucede, sin dudas, sin que acontezca un impacto en la subjetividad.

Por otro lado me quedo pensando, ¿qué otras herramientas nos puede prestar la bioética para comprender el caso? Realmente la escena donde Phoebe pide "quedarse con uno", en la cual estuve pensando desde que comencé a leer este trabajo, me hace pensar en que evitar la concepción y demases, hace pensar aún más en estos niños como "algo". Los bebés como un objeto: "ya que tiene tres, ni se dará cuenta si no le damos uno". Una sensación de que "da lo mismo", y de que los hijos son como lápices, cds, o algo que uno colecciona y junta...

Por supuesto, me pretendo pensar en esa parte de la viñeta como un disparador nada más, es que me resulta imposible no pensar que detrás de todo ello, de estas fascinantes oportunidades, el crecimiento de la ciencia, la posibilidad de cumplir y/o satisfacer el deseo de ciertas personas que no pueden concebir, se esconde también un negocio.

Para seguir pensando. Muy interesante el trabajo!




Película:Friends

Titulo Original:Friends

Director: David Crane, Marta Kauffman

Año: 1994

Pais: Estados Unidos

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