La Ola

por Vul, Mónica

“Contra que podemos rebelarnos? A nuestra generación le falta una meta común. Es el espíritu de los tiempos.”

Voy a tomar brevemente algunas cuestiones que llamaron mi atención, ya que la película puede ser abordada desde múltiples aristas. Intentaré hacerlo desde la intrínseca relación entre el individuo y el colectivo, y, la propuesta de que si el ideal del yo (freudiano) encarnado en la figura del profesor, llama al amor y la identificación, genera igualmente odio y destrucción. Doble vertiente de este ideal en el plano del colectivo constituido por los alumnos, valor del lazo social y destrucción del mismo.

A pesar de transcurrir en un Instituto de Secundaria y de que podría leerse desde una de las tantas formas de violencia en un Colegio, esta película muestra aspectos singulares y diferentes a otras dos que tratan la violencia extrema entre adolescentes, como Bowling for Columbine o Elephant.

Recordemos que en Columbine, su partida, es la masacre, del 20 de abril de 1999 ocurrida en la Columbine High School de la ciudad de Littleton, Colorado, en que dos alumnos escogieron el 20 de Abril para el terrorífico atentado, porque era el día del aniversario del nacimiento de Hitler.

Mientras escuchaban a Marilyn Manson y otras bandas de heavy metal, se dirigieron hasta el prestigioso establecimiento educativo y comenzaron a disparar en especial, contra los más ricos y snobs, de forma selectiva, evitaron a los negros y a los no docentes.

Mataron e hirieron a todos los que pudieron. Antes de finalizar uno de ellos se dio un disparo certero, mientras otro, indeciso, se dejo aprisionar.

En "Elephant, de Van Sant, (2003), dos alumnos, esta vez, de una escuela en Portland, Oregon, reciben una encomienda: son armas compradas por internet. Las prueban en el garaje y enuncian que ya tienen todo listo para empezar lo que habían planeado para el día siguiente. Despliegan cuidadosamente un mapa del colegio, acuerdan en qué lugar se van a ubicar, con qué cuentan, y uno le dice al otro: "tenemos un día de diversión garantizada". Legan al colegio con bolsos llenos de armas y con ropa de combate. "¡Divertite!" es la consigna y el imperativo y comienzan la masacre.

La Ola, de Dennis Gansel, película alemana (2008), es basada en una historia real acontecida en abril de 1967 en la clase de historia del colegio Cubberley de Palo Alto (California). Habla del extravío de los jóvenes, que seducidos por Rainer, su profesor avanzan gradualmente una espiral en la que el individuo se disuelve en la nada, destacando una forma de violencia: el totalitarismo que acabará en trágicos desencadenantes con dolorosas consecuencias subjetivas y sociales para los jóvenes y para el profesor.

Muestra una juventud alemana extraviada , sumergida en la alienación al alcohol, las drogas, la ausencia de sentido de la vida, en el tránsito de un porvenir sin ilusión. Jóvenes que encarnan uno de los modos del malestar en la civilización de la época actual atravesada por una crisis del porvenir, crisis de sentido, de orientación y de significación.

El poder de La Ola, más allá del experimento, nos muestra como los alumnos van transformado sus subjetividades en la ausencia de pensamiento, homogeneizados en la masa, obedientes y sumisos a un líder autoritario, a un Significante Amo, a un Ideal.

Dennis Gansel hunde sus manos en el poder de seducción de las ideologías fascistas.

Repasemos la pregunta Qué es una masa?

En Psicología de las Masas (1920) Freud [1] plantea que el ideal del yo, lugar ocupado por el líder, mantiene la cohesión de la masa y el declinar de este ideal provoca su disgregación.

Una masa organizada en torno a un conductor, es para Freud, una suma de individuos que han puesto un único y mismo objeto en el lugar de su ideal del yo, individuos sostenidos a su líder por una sumisión humilde, una ausencia de crítica y una total docilidad que Lacan nombra como” el amor de la larva”.

Dos alumnos del Instituto de Secundaria conversan y se preguntan:

“¿Contra qué podemos rebelarnos? A nuestra generación le falta una meta común. Es el espíritu de los tiempos”.

La pregunta atraviesa la escena, dispara el acontecimiento, toca por una lado, la subjetividad de cada uno y por el otro, la subjetividad de una época marcada por la fragmentación de los lazos sociales, la homogeneización de los sujetos, la segregación y el racismo.

no es el típico profesor de instituto. Querría haber dado el curso sobre Anarquía, que coincide con su forma de ser: anarquista, rebelde en su juventud, rokero, "okupa” en el pasado, hasta participante activo en las manifestaciones del 1 de Mayo.

Pedagogo de segunda categoría en relación a su mujer, profesora del mismo Instituto. Un profesor mayor que él se le adelanta y “la suerte está echada”, le toca entonces, dar la clase de Autarquía, algo que no concuerda “aparentemente”, remarco “aparentemente” con sus principios.

Propone entonces un experimento: convertir la clase en una Autocracia.

Al llegar el día lunes al Instituto se asombra de ver muchos alumnos en ella, y pregunta: “¿que venden aquí? debían haberse anotado en la clase de anarquía!!” El desinterés y la falta de orden reinan en la clase; mientras unos hablan por teléfono, otros comentan entre sí, se ríen. Casi nadie sabe definir que es autocracia, y cuando alguien lo define hay una idea general de que es algo del pasado, y no sólo en Alemania sino en nuestra sociedad actual.

Anota en la pizarra: Autocracia, ¿Qué significa autocracia?: Según el Diccionario etimológico [2] de la lengua castellana, significa “que gobierna por sí solo, yo domino, autos el mismo.” Se refieren al nazismo, tema obligado en las escuelas alemanas. “Vale si, los nazis eran una mierda”.

“¿Creéis que eso no podría volver a suceder en nuestros días?” pregunta Reiner ¿Cómo pudo el nazismo llevar al pueblo alemán a cometer, o como mínimo, a admitir y permitir aquellas atrocidades?, ¿fue un episodio singular de la historia? o ¿podría volver a suceder en la actualidad en alguno de nuestros países?

Interrogante que interpela al pueblo alemán acerca del significado ético y político del exterminio e incluso la comprensión humana de lo sucedido en la Shoa, es decir en último término su actualidad.

Zygmunt Bauman en su libro Modernidad y Holocausto [3], prueba que el mal es el resultado de la imposición de un orden implacable y que los actos crueles no los cometen individuos crueles, sino sujetos que cuando se quitaban su uniforme , no eran ,en absoluto, malos; tenían esposas, querían a sus hijos, ayudaban y consolaban, tal como le sucedió a nuestro profesor en La Ola. Lo aterrador ,lo siniestro, la zona gris era que cunado se colocaban el uniforme, señala Bauman, esas mismas personas, eran capaces de disparar o gasear a miles de personas, muchas de las cuales eran mujeres amadas esposas de otros y bebés esperados y mimados por otros.

Ya en setiembre de 1932, poco antes del advenimiento de Hitler al poder, Freud envía una carta a Einstein [4], en relación con el interrogante qué podría obrar contra la guerra, titulada por los editores “¿Por qué la guerra?”, ella permite situar lo que hay de violencia en relación con la condición humana. Allí, Freud da la razón a Einstein en partir de las relaciones del derecho con el poder, en la investigación sobre la guerra y la violencia, y reemplaza la palabra “poder por una más cruel y dura, violencia” Además, hace notar que los conflictos de intereses entre los hombres son zanjados fundamentalmente por el recurso al poder y a la violencia, a la que se agrega el odio.

Los integrantes de La Ola sabrán muy bien de ello.

Comunidad o El ser-en –común

Comienza el experimento. Imposible dejar de mencionar el experimento de Stanley Milgram, (1963) psicólogo estadounidense de la Universidad de Yale y referencia teórica obligada que cuestiona desde lo ético la experimentación con sujetos.

La experiencia Milgram, como esta, poseía consignas engañosas, un experimento “voluntario”, basado fundamentalmente en la obediencia y la concentración del poder. Stanley Milgram se ocupó de diseñar y desarrollar distintas versiones de sus experimentos, lo que resaltaba en cada una, era los factores que permitían explicar la obediencia. La más conocida es la versión numero 5, los efectos del castigo en el proceso de aprendizaje. Se sujetaba al alumno a una silla y el investigador realizaba una descarga mediante electrodos en el brazo desde 15 a 450 voltios. Los aparatos eran falsos y la descarga también.

Como consecuencias del experimento se instala un debate ético que concluye en impedir cualquier réplica de este experimento. Las técnicas allí vertidas, se proclamaron escandalosas, defectuosas y se condenaron. El mundo académico, repudió sus descubrimientos.

Volvamos a nuestra: clase, las sillas en orden, Rainer les hace sentarse en los lugares que él ha programado para cada uno , les muestra las cualidades positivas de la disciplina y la autoridad con ejemplos de excelentes deportistas, quienes siguiendo una rutina rígida, consiguen tener éxito.

Todos deberán sentarse con la espalda erguida, las piernas en perfecto ángulo recto los pies planos en el suelo y en paralelo, y las manos sobre la mesa y les plantea un modo de funcionamiento consistente en llamarlo de Ud, levantar la mano para pedir la palabra, levantarse para hablar, terminar la frase con un “Señor”.

Ofrece el Slogan que estará presente durante todo el experimento: El poder a través de la Comunidad. Solo unidos somos fuertes.

Aparece el sentimiento común, el cum, al decir de Espósito [5], se ponen los unos frente a los otros, se entregan los unos a los otros, se arriesgan los unos contra los otros, dejan de ser uno, y ser-con es recobrar el sentido de la vida, que esta deje de ser aburrida, comienza también la potencia destructiva. Lo que tienen en común, lo que los hace semejantes, más que cualquier otra propiedad es la identificación de unos con los otros, que cualquiera puede dar muerte a cualquiera en pos del ideal de la nueva comunidad que emerge.

Cobra fuerza la noción de enemigo, el poder de la comunidad, la obediencia, el cinismo contemporáneo, y tres modos de reacción ante la homogeneización.

Una de las alumnas: Mona, se niega a entrar y ser parte del experimento, su novio Marko se muestra cómodamente adaptado a la situación. Por el otro lado hay un chico: Tim que muestra una personalidad frágil, dependiente e insegura. Para él, La Ola se convierte en su vida, hasta el punto de comprarse una pistola para defender a cualquier miembro del grupo, estará presente a lo largo del film.

Serán tres también las formas de identificación, tal como en la masa freudiana.

Una identificación de cada estudiante a Reine, en el lugar de Significante Amo, un lazo vertical y una identificación horizontal entre los miembros de la masa. Semejante identificación se da también en la Iglesia y el Ejército.

La Ola tiene el efecto de alienar, a todo un grupo, a un significante sin sentido. Y como efecto un imperativo de obediencia ciega, que solo deja una respuesta posible: “Señor, si señor”. Lealtad, deber y disciplina, subordinación, obediencia, sientan entre los jóvenes el paradigma del racismo.

Esto explica de paso, el fenómeno del nazismo derivado de un sistema de poder basado en una autoridad jerárquica rígida con un líder único cuya palabra tiene fuerza de ley (Agamben) [6], y su gobierno implica un Estado de Excepción, es decir ,un espacio anómico en el que pone en juego una fuerza-de-ley sin ley. Tal como Eichman no se cansaba de repetir,las palabras del Fuhrer tienen fuerza de ley. La palabra de Reiner cobra esa fuerza de ley.

Un uniforme, una camisa blanca, un logotipo, un saludo. A partir de ahí todo se precipita. Una sensación de fuerza se va apoderando de ellos. Son “La Ola” y eso los convierte en enemigos, frente a los otros, los que no lo son.

Pintan el logo de La Ola con spray arriba de un edificio, en las ventanas, en los carros. Llenan la ciudad entera de pegatinas y pintadas con el logotipo, se enfrentan a quienes no quieren continuar con ello. Karo se resiste, Reiner le dice que cambie de clase, la segrega,la excluye. Discute con su pareja: “Solo quiero llegar a mi meta educativa”. La Ola cobra fuerza, poder, acción. La categoría del amigo y enemigo parece aflorar con demasiada fuerza, ¿Quién es el otro? Y en el lenguaje Schmittiano: ¿quiénes son los enemigos?

Tim comienza a seguir a Reiner, por el colegio. Cuando éste le preguntó por qué le seguía, le respondió que era su guardaespaldas ya que tenía miedo que algo le pudiese suceder al líder y eso afectase a La Ola. En una discusión con otros grupos, cuándo le dicen La Ola Fascista, saca un arma y los amenaza, en esa ocasión los balines eran de juguete.

La Ola se va adueñando de toda la escuela, su poder es imparable”, “Como el Poder negro”. A su vez Rainer comienza a tener problemas con su esposa, se enfrentan: Tú los manipulas…al menos no tengo que tomar antidepresivos por el miedo a dar clases, responde. Ella se va, las cosas han ido demasiado lejos.

Durante el partido de Waterpolo Mona y Karo reparten afiches que dicen “Paremos la Ola”. El árbitro cancela el partido, y Marko golpea a Karo, culpándola de la situación, pero surge e inmediatamente la pregunta sobre lo que hizo”. Toda esta mierda me ha cambiado”.Los ha cambiado a todos. La Ola no se puede parar.

El último día Reiner reúne a todos los alumnos en el auditorio, cierra la puerta y ordena no interrumpir su discurso. Lee los textos escritos por ellos ante la pregunta: ¿Qué significó en cada uno La Ola?

Común denominador: aburrimiento, un significado, una unión, una causa noble. Nuevamente la pregunta ¿Es posible que haya una dictadura otra vez? Fui demasiado lejos, se terminó. Demasiado tarde. Como un dios todopoderoso crea La Ola y la destruye a su antojo.

Momento que representa la “zona gris” expresión que Giorgio Agamben recoge de Primo Levi [7]:” Donde las víctimas se convierten en verdugos y los verdugos en víctimas”. Un nuevo elemento ético. ”Una gris e incesante alquimia en la que el bien y el mal, alcanzan su punto de fusión. Se trata pues de una zona de irresponsabilidad y de impotencia judicandi.

“(…) No hay ningún líder. No existe ningún movimiento nacional de jóvenes llamado La Ola, Habéis sido utilizados, manipulados, arrastrados por vuestros propios deseos al sitio donde ahora os encontráis. No sois ni mejores ni peores que los Nazis alemanes que hemos estado estudiando. Creíais que erais los elegidos, que erais mejores que los de fuera de la clase. Habéis regateado con vuestra libertad a cambio del confort de la disciplina y la sensación de superioridad. Habéis elegido la opinión del grupo sobre vuestras propias convicciones. Al principio os lo tomasteis como un juego, después pensasteis que podríais abandonar cuando quisieseis, pero aquí estáis y ya es demasiado tarde. Os voy a enseñar vuestro futuro”. “Todos deben aceptar la culpa. Nadie puede pretender no haber participado en alguna medida (…)”

Prosigamos un poco, ya casi para cerrar nuestro itinerario.

Tim decepcionado por el objeto que lo abandona y lo deja caer, por su traición cae una vez más en el desamparo, se desgarra, se precipita y pasa al acto, mata y muere. Quiebra para siempre el lazo socia. Su acto mortífero es dirigido a Reiner, que lo deja caer como deshecho, lo abandona.

El pasaje al acto de Tim revela la victoria de la pulsión de muerte, la marca de la decepción y el odio, con el cual está dispuesto a pagar con su vida. Tiene un efecto de corte con la pareja narcisista especular que ha servido de soporte de ese sentimiento mortífero. Representa una tentativa de separación, un acto de libertad.

El significante “dejar caer”, que señala Lacan en el Seminario La Angustia, es “el correlato esencial del pasaje al acto (…) su estructura misma, momento en que el sujeto se precipita y bascula fuera de la escena”.

Ese estado de desamparo Hilflosigkeit lo nombra Freud para referirse al estado de vacío que influye en forma decisiva en la estructuración del psiquismo, y en la relación con el otro convirtiéndose en el prototipo de la situación traumática.

El mismo que llevó a Tim en su sumisión humilde con Rainer, a la docilidad extrema en el amor por su líder. Matar, estrellar su existencia fue para Tim el único recurso posible.

Quizás Tim no hubiera encontrado la energía psíquica para matarse si primero no mataba del mismo golpe a alguien con quien se había identificado, y en un tiempo segundo retornaba contra sí mismo ese deseo de muerte.

El desafío es hacernos responsable de nuestros actos en vez de inclinarnos ante el ideal encarnado en un discurso Amo, que a partir del otro social comanda nuestras vidas. Evoco la propuesta psicoanalítica: sostener las protestas del sujeto, su singularidad, y sus síntomas. El síntoma contra la violencia del discurso totalitario y del discurso capitalista.

Bibliografía

Agamben, G. (2003). Estado de excepción, Buenos Aires, Editorial Adriana Hidalgo.

Bauman,Z.(1989) Modernidad y Holocausto.España.Ed.Sequitur

Corominas, J. (1983). Breve Diccionario Etimológico de la Lengua Castellana, Tercera Edición, España, Editorial Gredos.

Espósito, R. (2003). Comunitas. Origen y destino de la comunidad. Buenos Aires .Ed.Amorrortu

Freud, S. (1919). “Psicología de las masas y análisis del Yo” (1976), Obras Completas, Argentina, Ed. Amorrotu.

Freud, S. (1933),. “¿Por qué la guerra?” Obras Completas, Buenos Aires, Ed. Amorrortu.

Lacan, J.(1962) El Seminario 10 La Angustia. Buenos Aires. Ed Paidós

Levi, P. (2002). Si esto es un hombre. Barcelona. Ed. Muchnik



NOTAS

[1Freud, S. (1919). “Psicología de las masas y análisis del Yo” (1976), Obras Completas, Argentina, Editorial Amorrotu.

[2Corominas, J. (1983). Breve Diccionario Etimológico de la Lengua Castellana, Tercera Edición, España, Editorial Gredos.

[3Bauman,Z.(1989) Modernidad y Holocausto. Sequitur, Madrid, Buenos Aires, Cuidad de México.

[4Freud, S. (1933). “¿Por qué la guerra?” Obras Completas, Buenos Aires, Editorial Amorrortu.

[5Espósito, R. (2003). Comunitas. Origen y destino de la comunidad. Amorrortu Editores, Buenos Aires.

[6Agamben, G. (2003). Estado de excepción, Buenos Aires, Editorial Adriana Hidalgo.

[7Levi, P. (2002). Si esto es un hombre. Muchnik Editores, S.A. Barcelona





COMENTARIOS

Mensaje de Nora Salias  » 1ro de noviembre de 2012 » norasalias@yahoo.com.ar 

La Ola nos hace replantearnos esa búsqueda , ese lugar
de lo sano , donde esperamos que se encuentren nuestros
jovenes.
Recordar lo que plantea Le Bon en el prólogo de Psicologia de las masas ese espacio de Enamoramiento e Hipnosis con el
lider.
Hablar de la Violencia de la sociedad contemporanea impregnada de Inequidad, Intolerancia e Impunidad.

Lic.Nora Salias



Mensaje de María Sol Ciriello  » 28 de octubre de 2012 » solcitoo_88@hotmail.com 

Me parece muy interesante todo el recorrido y lectura de la película. Creo que es fundamental, como bien se puede leer en tu artículo, preguntarse por el lugar del líder en una masa como así también en los tipos de identificación que se pueden dar entre los alumnos y en relación al profesor. También creo que la película demuestra la vigencia de los interrogantes que aún hoy circulan en la sociedad en función al régimen totalitarista. Incluso, nos lleva a preguntarnos cómo cualquier sujeto ordinario y convencional, bajo los efectos de un régimen totalitarista, acatando a la autoridad, puede cometer las mayores atrocidades, como es el caso de Tim. Me pareció además muy interesante las analogías con las demás películas, también basadas en sucesos reales, e incluso con el experimento de Milgram. Tanto la película como el artículo me remiten a preguntarme hasta que punto aún hoy hay resabios de aquel totalitarismo en Alemania. Por último me detengo a pensar, como ocurre en el caso del profesor, como a veces uno sumergido en su propio fantasma, no puede proyectar la dimensión, ni el efecto que una idea o ideal puede generar en los demás, en una masa. De allí la importancia de pensar la responsabilidad subjetiva. A veces hay que saber cuando parar.




Película:La Ola

Titulo Original:Die Welle

Director: Dennis Gansel

Año: 2008

Pais: Alemania

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