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Subjetividad en imagen

por Peralta, Mailén

Introducción

Tú, venerable, sin duda buscas en verdad,

pero la meta que tienes ante tus ojos y tratas

de alcanzar te impide justamente ver

lo que muy próximo a ti se encuentra [1]

En este trabajo analizaremos la película “La vida secreta de Walter Mitty” [2].

Aquí nuestro eje de análisis es Walter, el protagonista, el cual nos permite preguntarnos acerca del concepto de subjetividad en este caso singular.

Walter Mitty, es un empleado de la revista Life, desde hace 16 años. El día de su cumpleaños, recibe la noticia de que la Organización ha sido comprada y habrá una restructuración de los puestos de trabajo, ya que la revista adoptará formato online. Para la última edición de la revista en formato papel, el fotógrafo, Sean O’ Conell, explicita que la “diapositiva 25” sea la portada de la revista. Diapositiva que Walter encuentra desaparecida en el rollo que el mismo fotógrafo envió. Walter tiene 2 semanas para encontrarla. Por otro lado, se ve interesado por una compañera de trabajo, Cheryl Melhof, por lo cual ingresa a la red social “eHarmony” para contactarla, sin tener éxito. Aun así, logra entablar relación con ella a partir de su ayuda para encontrar a O’Conell. A su vez, se encuentra ayudando en la mudanza de la madre, junto a su hermana, donde el recuerdo del padre que falleció a los 17 años de Walter se hace presente. En medio de esta situación, decide viajar en búsqueda de O’Conell con el propósito de encontrar la diapositiva perdida y conservar su trabajo. Lo que Walter encuentra será algo inesperado para él.

Al final del film la apariencia y actitud de Walter no son iguales que al comienzo. Para analizar este cambio, relacionaremos la posición subjetiva del personaje, teniendo en cuenta el contexto histórico social en el cual se desarrolla su historia personal, junto a otros elementos que atraviesan el film, como lo es la fotografía, la imagen y el viaje.

Puesta en escena

Desde su casa, Walter interrumpe el registro de gastos económicos y dirige su atención a la computadora. Allí ingresa en la red social “eHarmony” para ver el perfil de Cheryl Melhof, encontrando lo siguiente: “Mi hombre perfecto: Aventurero, Valiente, Creativo (o empleado)”. Este enunciado captura toda la pantalla por unos segundos. Luego, Walter sigue leyendo el perfil, sonríe, duda en mandarle un “guiño” hasta que finalmente lo hace, pero se encuentra con que el sistema no se lo permite. Deja de intentarlo y emprende viaje hacia su lugar de trabajo.

Esta escena al comienzo de la película, cumple la función de prestación de situación que nos introduce en la trama. Allí resaltan los significantes que aparecen como antagónicos y pueden leerse en la lógica binaria: “Aventurero/ Valiente/ Creativo” (conjunto de palabras presentadas en la misma lógica) o “empleado”. Con esto se configura el universo inicial [3] en el que se encuentra Walter.

Ahora bien, ¿De qué forma se despliega esto en él?

La “vida” en el Universo binario

Walter llega al trabajo, con una torta en la mano, y se encuentra con dos de sus compañeros, quienes le confirman un rumor que había escuchado: la revista, Life, va a ser comprada por otros dueños y pasará a formato online. Expresando inquietudes de cómo será el cambio, entra en escena Ted, quien se anuncia como el “gerente general de la transición”. Los compañeros de Walter se presentan diciendo el nombre y función que cumplen dentro de la organización. Walter no se presenta por lo que Ted le pregunta: “¿Y tú, el del pastel, qué es lo que haces?”. Luego de algunos enredos verbales y de imaginar una respuesta ingeniosa ante la burla de Ted, afirma: “soy el encargado de los negativos”. El verbo “ser” junto al rol laboral nos lleva a pensar la relación de Walter con el trabajo.

En una escena posterior, la madre encuentra una fotografía de Walter con su padre y recuerda que su primer trabajo ha sido a los 17 años en un lugar de comidas rápidas llamado “Papa’s John”, un día después de la muerte de su padre. Walter expresa que nunca pensó en la relación de los nombres que la madre le remarca. Con esto nos enteramos sus planes viajar por el mundo, que quedaron suspendidos en el momento que Walter comenzó a trabajar. Desde entonces no ha dejado de trabajar, hasta llegar a la organización en la que se encuentra actualmente: la revista Life. Allí, lleva 16 años cumpliendo con la tarea principal de recibir los negativos enviadas por el fotógrafo, Sean O’Conell, y prepararlos para su revelado.

De este modo, vemos que la palabra “empleado” atraviesa gran parte de la historia de Walter, como un significante al que parece identificarse. ¿Cómo leemos la identificación aquí? Tanto Freud como Lacan ubican múltiples formas de identificación. En la expresión de Walter se presenta una configuración de identidad “yo soy”, que connota cierta idea de completud basada en la identificación de una imagen. También la identificación se produce en relación a un significante que proviene de un “Otro”, Otro como “batería de significantes”. Con lo cual se presenta aquí la idea de alienación, ya que la imagen y el significante provienen de lo “ajeno” [4].

Ahora bien, Lacan llama a la sociedad el “campo del Otro”, con lo cual pone a ésta en el lugar de un “Otro” que ofrece palabras, imágenes, significantes, al que el sujeto acepta identificarse. Así se construye lo que Lacan formula como “subjetividad de la época”, al que también refiere J. Assef [5]. Planea que el discurso social se organiza por lo que Lacan llama el “discurso del amo” (discurso hegemónico), que promueve significantes-amo, ideales, identificaciones, prácticas y modalidades de goce particulares. De esta forma, la sociedad es el orden de lo simbólico en el cual el sujeto se inscribe, y es en relación con la época y la sociedad que se construye la subjetividad. En este contexto, la subjetividad toma una forma particular, a la vez que se producen modos de “ser”, “hacer”, “gozar” y hasta de “padecer”. Al mismo tiempo, el discurso-amo aquí adopta la forma de lo que Z. Bauman denomina “modernidad sólida [6], ya que varias de las características centrales de este discurso encuentran expresión en Walter. Las primeras escenas nos permiten hacer un recorrido por las áreas en que Walter se desenvuelve (trabajo, la relación con sus compañeros y jefes, familia, e incluso amorosa). En ellas, Walter prioriza el trabajo e intenta conservarlo a toda costa, dejando de lado otros aspectos de su vida (¿Los despliega en sus fantasías?). En sus relaciones se presenta de forma tímida, no se anima a hablarle a la mujer que le interesa, mantiene bajo perfil, es educado, se queda callado ante las burlas de otros, y se ocupa de su familia. Con lo cual podemos ver allí los valores que proclama, aquellos “grandes valores inamovibles”, e imperativos, que provienen del discurso social.

Ahora bien, Walter también nos permite ver otros significantes que lo atraviesan: “Aventurero/Valiente/Creativo”. Estos significantes se presentan con frecuencia de distintas formas en sus fantasías. Allí Walter se presenta como héroe, como aventurero que toma riesgos, como creativo en sus respuestas al enfrentar a otro, y quien dice lo que piensa obteniendo siempre buenos resultados. Es decir, que en numerosas situaciones Walter sueña despierto, deteniendo el curso de sus acciones y desplegando estos pensamientos. Podríamos pensar que estos significantes provienen de otros. En primer lugar aparece expresado como deseo de “hombre ideal” por parte de Cheryl, la mujer que a Walter le interesa. Por otro lado, también los vemos referenciados en el lema de la revista Life: “Ve el mundo, los peligros que vendrán, lo que hay tras los muros… acercarnos más, para encontrarse el uno al otro y sentir. Ese es el propósito de la vida.”. Pero también hay otro lugar donde podemos puntualizar una referencia, y es en la libreta de viaje que el padre de Walter le regaló, en la cual está escrita la palabra: “Diviértete”. Pronto veremos como este regalo cobra significando, debido a la relevancia del rol paterno en la construcción de la subjetividad planteada por el psicoanálisis previamente.

¿Qué nos dice todo esto sobre la “vida” de Walter? Por el momento podemos considerar que los significantes configuran un universo binario, dando expresión a dos formas de “vida”: Una vida de trabajo en “Life”, en la que manipula imágenes (ve la “vida”) y otra vida de “fantasía”, que no traspasa su imaginación.

Observamos que el contexto de Walter no permanece estático y con ello, tampoco su vida se mantiene intacta. La revista Life afronta una reconfiguración en su modalidad de trabajo. ¿Cómo afecta esto a Walter? ¿Qué recursos utiliza para enfrentar este cambio?

“Life’s done”

Para la última edición impresa de la revista, Sean O’Conell envía los negativos a Walter como de suele hacer, pero esta vez con una billetera de regalo que él mismo hizo, con el lema de Life grabado y una nota de agradecimiento: “Oí rumores de que Life llegó a su fin. Quería darte gracias. Hecha un vistazo adentro, un regalo por todos los años de trabajo duro (…) el negativo número 25 es la mejor fotografía que he tomado. La quintaesencia de la vida, creo. Confío en que la lleves a donde debe llegar, siempre lo haces”. A su vez, envió un telegrama, donde explicita que se utilice el negativo n°25 para la portada. El problema que se presenta para Walter, es que ese negativo no está en el rollo enviado. Sin saber de esto, Ted lo amenaza diciéndole que si en dos semanas no presenta el negativo, quedará despedido. Walter comienza a recolectar pistas sobre el paradero de O’Conell, con ayuda de su compañero de laboratorio y Cheryl. Es en esta situación que Walter observa un retrato de Sean O’Conell en el laboratorio, e imagina que lo llama a su encuentro con un gesto de sus manos. Inmediatamente sale corriendo y emprende viaje hacia Groenlandia, en búsqueda de O’Conell.

La decisión de Walter por viajar nos llama la atención, ya que introduce un hecho inesperado y sorprendente, que rompe con la línea de acción del personaje. ¿Qué lo lleva a tomar esta decisión? Podemos ubicar una serie de hechos que producen una interpelación a Walter, y conducen a la acción.

En primer lugar, las preguntas sobre “¿Qué haces de tu vida?”. En una escena anterior a esta, Walter habla por teléfono con un operador del servicio “eHarmony”, Todd, quien le comunica que “no debe saltarse cosas” ya que dejó muchos espacios en blanco en su descripción del perfil. A lo que Walter responde: “En realidad no he ido a ningún lugar sobresaliente ni notable”. Todd realiza otra pregunta: “¿Has hecho algo sobresaliente o notable?”. Pregunta ante la cual Walter se queda en silencio y despliega una fantasía heroica. Luego, la pregunta por el “¿Qué haces? ¿A qué te dedicas?” aparece en su área laboral con tono burlón y petulante desde Ted, ante el cual, Walter también presenta dificultades para responder y nuevamente fantasea.

Walter encuentra difícil responder ante otros sobre sí mismo en relación a “lo que se dedica”, y podríamos agregar, a lo que “dedica su vida”. Las preguntas de Todd, vemos que resuenan en Walter más allá de completar un perfil online, introduciendo el adjetivo “sobresaliente”, sin poder ubicar algo allí que llene este “espacio en blanco”.

Junto a esto se enlazan otros dos hechos. Uno de ellos es la falta del negativo n°25 en el rollo. La falta de una imagen que es llamada, ni más ni menos, que la “quintaescencia de la vida” por el creador mismo, y la designada a estar en la portada. El segundo hecho, lo ubicamos en el cambio que se produce en la Organización de la revista Life. Este cambio expresa una transformación a mayor escala: la caída del discurso de la “modernidad sólida” en el que se sostiene Walter, y el surgimiento de la “modernidad líquida [7]. Este discurso se caracteriza por la inestabilidad, la incertidumbre, la priorización de hacer durable el deseo, reduciendo al trabajo a la función de generar satisfacción al empleado y por un Estado-Nación que no controla ni sostiene el orden. I. Lewkowicz ubica la caída del Estado como la caída del “Otro” dador de supuestos en los cuales construir la subjetividad y ordenar el pensamiento [8]. Con lo cual, la “desolidificación” del discurso social, configura una nueva forma de subjetividad.

El encadenamiento de estos hechos podemos resumirlos en las palabras de O’Conell en su carta a Walter: “Life llegó a su fin”. Aquí, “Life” hace referencia a la revista, pero a su vez, también funciona como descripción de la “vida” de Walter, ya no será igual. Las identificaciones y las herramientas simbólicas provistas por el Otro social, se ven vaciadas, transformadas. El cambio en su trabajo afecta especialmente la identificación de Walter con el rol de “empleado” en la revista, ya que dedicó gran parte de su “vida” al trabajo luego de la muerte de su padre. Además de esto, podemos leer que la falta del negativo, introduce al mismo tiempo una simbolización de la falta en Walter: falta de una imagen a la cual identificarse, falta de un significante que lo sostenga simbólicamente. “Falta”, que en términos psicoanalíticos [9], deja ver el agujero en la cadena de significantes, el encuentro con lo real, que el sujeto reconoce cuando nota la falta en el Otro. Por lo tanto, aquello que le servía a Walter para sostenerse y moverse en el mundo, queda ahora insuficiente, se evidencia el límite del discurso para responder ante la falta.

Por lo cual, este encuentro con la ausencia, con la falta, con la pérdida, logra interpelar a Walter, quien responde en acto con el cuerpo: va en búsqueda del creador de la imagen perdida, el negativo n°25, para recuperarla. Recurre a la fuente, al fotógrafo. Así, el viaje inicia con Walter corriendo de su oficina por un pasillo en el que se hallan exhibidas algunas portadas de la revista. Al final de la secuencia, aparece una imagen de Walter bajo el título de “El surgimiento de un hombre valiente”. Con lo cual, ¿Podemos interpretar la búsqueda del negativo perdido (“la esencia de la vida”) como analogía a la búsqueda de una nueva imagen en la “batería de imágenes”? Una imagen diferente de Walter: “un hombre valiente”, pero esta vez no en sus fantasías.

¿Es posible que Walter encuentre en su viaje, la imagen (o “imágenes”) que busca?

Experiencia en acto

Podemos distinguir dos viajes que Walter realiza, con características diferentes. En el primer viaje, Walter, vistiendo traje y sólo con su maletín, va en búsqueda de O’Conell para recuperar el negativo perdido, con el objetivo de conservar su trabajo. Así se encuentra enfrentando riesgos, acompañado por las palabras del lema de Life, y la imagen de Cheryl. Finalmente, luego de un accidente volcánico, Walter se detiene en el único lugar de comida: “Papa’s Johns”. Allí se sienta y anota los gastos que realizó hasta el momento. Luego ve el vaso del lugar y sale. Fuera del local se comunica con Cheryl, y menciona la relación entre su padre y su trabajo en “Papa’s Jonhs”.

En este primer viaje, Walter no logra concretar su objetivo. En cambio, se encuentra con algo inesperado: revive, (o “retoma”) mediante la narración, la relación con su padre y el duelo. Ya que en una suerte de impulso, Walter consiguió trabajo con 17 años, al día siguiente de la muerte de su padre, “suspendiendo” su idea de viajar. Las palabras de Todd nos aportan un detalle que aquí se resignifica “No debes saltearte cosas”: ni el duelo por el padre, ni su deseo por viajar. Entonces, en esta búsqueda encabezada con un propósito en relación a otros, encontró algo relacionado a sí. Incluso, en este viaje Walter “re-utiliza” sus habilidades física para andar en Skateboard (recuerda con el cuerpo). Al regresar, Walter se encuentra con que los despidieron de su trabajo por no presentar el negativo. Luego de una visita a Cheryl, cree que ella volvió con su exmarido, por lo que también perdió la mujer de su interés. Al llegar a su casa, arroja a la basura la billetera regalada por O’Conell, con un aire de frustración.

Ahora bien, ambas motivaciones de Walter en el viaje, se encuentran ahora perdidas. Pero aun así emprende un segundo viaje. Walter descubre mediante una conversación con la madre en su casa, cuál era el paradero de O’Conell. La madre le dice: “Termina su trabajo”. Acto seguido, ve la mochila de viaje de su adolescencia que jamás usó, toma la libreta de viaje con la palabra “Diviértete” y otras cosas guardadas desde los 17 años, para salir nuevamente a la aventura. Esta vez, Walter llevaba el equipamiento necesario y cambió las anotaciones de los gastos, por las anotaciones sobre el viaje. La búsqueda de la imagen seguía en pie, pero esta vez, no estaba motivado por una mujer por la cual quería ser admirado, ni por conservar su trabajo. Es aquí donde la búsqueda cobra un tinte que sale de lo esperable, y da lugar a una singularidad [10].

Así, el viaje constituye una experiencia, que en palabras de Larrosa, se considera “eso que me pasa [11]. Un acontecimiento externo, irreductible a las palabras, que transforma al sujeto. Un movimiento que no permanece en él, pero que deja huellas. Esta “aventura” de Walter interrumpe el tiempo de vorágine de la época, permitiéndole experimentar nuevos lugares y nuevos “tiempos”, rompiendo con lo seguro y monótono de la lógica en la que se encontraba, y “exponiéndose” vulnerable ante los riesgos [12]. Riesgos que a la vez posibilitan el uso de otras habilidades, como la del Skateboard. En esta misma lógica, podemos decir que la experiencia aquí planteada se presenta como “acontecimiento”, como aquel acto que funda una “nueva manera de ser” [13], funda un sujeto, descubriendo una verdad en situación, una singularidad.

La decisión por viajar no es una mera acción, sino que toma la dimensión de acto [14]. Acto en tanto decisión tomada por fuera de otros, por fuera de lo que A. Ariel conceptualiza como el “orden de lo social” [15]. Decisión que va más allá de una identidad, y que produce consecuencias para quien lo produce y para otros.

Ahora bien, ¿Qué efectos se producen en Walter?

“Leopardo de las nieves”: una nueva imagen

Luego de un largo viaje por las frías montañas, Walter llega a un punto donde se topa con el lente de una cámara. Detrás de ella se encuentra Sean O’Conell, quien, sorprendido de verlo allí, invita a Walter a sentarse en silencio. Está esperando al “leopardo de las nieves”, al cual llaman “felino fantasma” ya que no se deja ver. “las cosas hermosas no buscan llamar la atención”, expresa O’Conell. Allí, entre las rocas, se da lugar a una conversación tranquila y única, donde Walter le pregunta por el negativo n°25. O’Conell le explica que estaba dentro de la billetera que le dio de regalo, y al enterarse que Walter la desechó, le dice: “¿Así que no tienes idea de lo que era la foto? Qué lástima, era una verdadera hermosura”. Transcurrido un poco más la conversación, O’Conell observa a través de su cámara lo que buscaba: el “felino fantasma”. Allí Walter le pregunta cuando tomará la foto, a lo que O’Conell responde: “A veces no lo hago. Cuando me gusta un momento, a mí, en lo personal, no me gusta distraerme con la cámara. Sólo quiero quedarme, en él… Justo ahí, justo acá”. Luego de esto, O’Conell decide bajar a donde se encuentran sus compañeros jugando al futbol y expresa a Walter: “Si no vienes nos va a faltar un jugador (a-number)”. Finalmente, ante la pregunta de Walter sobre qué era la fotografía, O’Conell responde: “Digamos que era un felino fantasma, Walter Mitty”.

¿Qué nos dice esta escena en cuanto a la relación entre ambos, junto con la lectura hasta el momento? En la historia de Walter en la revista Life, podemos pensar a Sean como aquel dador de “imágenes”, las cuales Walter se dedicó a trabajar y cumplir con la finalización del trabajo, como si fuese el cumplimiento de un mandato. Al mismo tiempo, en la conversación que entablan personalmente, Walter expresa su admiración a Sean, mientras que por parte de Sean se puede pesquisar en sus miradas y en su conversación, un trato con aire paternal.

Ahora bien, es la escena final la que nos lleva a resignificar este encuentro, y demás eventos. Al volver de este viaje, la apariencia de Walter es diferente, deja el traje y el maletín, y en cambio su ropa es informal, lleva barba, y un colgante en el cuello. Walter se sorprende cuando su madre le devuelve la billetera que había arrojado a la basura. Con lo cual, toma el negativo n°25 y entra en el edificio de Life. Allí se encuentra con la remodelación de las oficinas, e interrumpe una reunión para presentarle el negativo a Ted. Walter deja en evidencia la poca involucración de Ted en la Organización, al no saber (ni creer) el lema de la revista, afirmando que los trabajadores sí lo hacen. Luego, lo enfrenta diciéndole una frase que anteriormente fue Ted quien se la dijo a Walter, dejándolo sin palabras. Pasado un tiempo, Walter se reencuentra con Cheryl y la invita a salir. Mientras caminan por la calle, encuentran la última edición de la revista Life en el puesto de diarios, llevándose una sorpresa. La imagen de la portada es la imagen de Walter sentando en la puerta del edificio de Life, observando una tira de negativos a la luz del sol. El título que lo acompaña expresa: “Dedicado a las personas que la hicieron”.

Así es como descubrimos que aquella imagen perdida, es la imagen de Walter.

Ahora bien, Walter se presente cambiado, no solo de apariencia sino de actitud. Así como tomamos a A. Badiou anteriormente, vemos la constitución de un nuevo sujeto que toma “la palabra” y se la devuelve a Ted y que “vive” el lema de Life, Es decir, un sujeto que hace uso del discurso que lo rodea y le da lugar.

Por otro lado, es en esa última imagen que se condensan los múltiples significados que O’ Conell, su creador, le atribuyó: “la quintaescencia de la vida”, “una belleza”, “un felino fantasma” hermoso, que no llama la atención, y que pocas veces se deja ver. Con lo cual, estas mismas apreciaciones las trasladamos a Walter, recibiendo una nueva imagen, no para la revista Life, sino para su vida. La significación que allí se produce por parte de Walter, y también para nosotros espectadores, gracias a la “montaje interpretativo” [16], es decir, por la combinación de diferentes imágenes, fragmentos de la historia, significantes, que se resumen allí y crean un conocimiento. Se genera una interpretación subjetiva por parte de Walter. El hecho de que la imagen provenga de O’Conell, quien encarna la “aventura” con la que Walter tanto fantasea, se nos presenta como un detalle no menor. La imagen de Walter es vista y significada por los ojos de Otro a quien admira/idealiza, cuyas apreciaciones da un nuevo valor a la imagen de Walter, como sucede míticamente en el estadio del espejo para Lacan. De esta forma, Walter encuentra un lugar en el deseo del Otro [17].

De este modo, la imagen es un elemento que atraviesa el film de principio a fin. ¿A qué se debe su protagonismo y valor en esta historia singular? G. Didi- Huberman, nos lleva a pensar en la predominancia de la imagen en esta época, y expresa el valor de la imagen en cuanto “vía para afrontar la realidad y transformarla [18]. También distingue, entre otras cosas, la característica de “arder ante lo real”, intentando comunicar y decir lo indecible, representar lo irrepresentable. ¿Es posible captar la subjetividad?

Comentarios finales

A lo largo de la película, podemos ir enlazando elementos y dando nuevos significados a lo que se presenta.

En un primer momento, la “vida” de Walter se encontraba pegada a su trabajo en Life. Mientras se ocupara de esta vida, no podía producir nuevos significados. Gracias a un quiebre con el discurso alienante en el que se encontraba, aquella “falta” de la imagen, Walter se vio movilizado a buscar respuestas fuera del insuficiente discurso.

Los viajes toman la dimensión de “acontecimiento”, de “experiencia”, “acto” productor de singularidad, un orden que suplementa al binarismo del universo inicial. En aquel segundo viaje, Walter no busca salvar su trabajo o conseguir a la mujer que le interesa, sino encontrar una imagen, descubrir quién “es” para otro, aunque de esto nada sabía. De esta forma, encuentra una nueva “imagen” que lo sostiene desde el deseo del Otro idealizado (O’Conell), al devolverle su imagen.

Por otro lado, el hecho de que el negativo haya estado todo el tiempo en la billetera, resulta interesante para pensar otras cuestiones. Walter llevó consigo la respuesta que buscaba, sin embargo, al deshacerse de ella fue cuando la encontró. Por lo cual, así como la cita de Siddhartha al comienzo, buscar el negativo n°25 y tener por meta seguir viviendo como lo hacía, no le permitió ver lo más próximo: su imagen.

Al mismo tiempo, la billetera constituye un símbolo de lo comercial en el discurso social capitalista, por lo que de allí podríamos asociar el consumo y las imágenes. Hay nuevas imágenes en el mercado para cambiarlas constantemente.

Entonces, “subjetividad en imagen” refiere a las múltiples formas de subjetividad, en relación con las imágenes y los significantes con los que se cuenta para construirla, y crear modos de vida. Ahora bien, la pregunta al final del trabajo queda pendiente para nuevos trabajos, ¿Qué puede captar una imagen sobre la subjetividad? ¿Puede la imagen crear subjetividad?

Bibliografia

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GIRÓN, J. M; Zygmunt BAUMAN: una lectura líquida de la posmodernidad. Revista Académica de Relaciones Internacionales, núm. 9, octubre de 2008, GERI-UAM.



NOTAS

[1Hesse, H. (1963). Siddhartha. Editorial Latino Americana, S.A. México.

[2Stiller, B. (Director). (2013) The secret life of Walter Mitty [Película]. Estados Unidos: Twentieth Century Fox.

[3Fariña, J. J. M; (2002). “Ética: un horizonte en quiebra”. Eudeba. Buenos aires.

[4Mazzuca, R. (2004). Las identificaciones Freudianas en la obra de Lacan. XI Jornadas de Investigación. Facultad de Psicología -Universidad de Buenos Aires, Buenos Aires.

[5Assef, J. (2013). La subjetividad hipermoderna. Argentina: Grama Ediciones.

[6Bauman, Z. (2003). Modernidad Líquida, Fondo de Cultura Económica, México.

[7Bauman, Z. (2003). Modernidad Líquida, Fondo de Cultura Económica, México.

[8Lewkowicz, I. (2004). Prólogo. Pensar sin Estado. La subjetividad en la era de la fluidez. Buenos Aires, Paidós.

[9Llull Casado, V. (2015). REFERENCIAS FREUDIANAS DE LAS CATEGORIAS DE LA FALTA DE OBJETO. FRUSTRACION, CASTRACIóN Y PRIVACIÓN EN FREUD. Universidad de Buenos Aires, Buenos Aires.

[10Fariña, J. J. M.; (2002) “Ética: un horizonte en quiebra”. Eudeba. Buenos Aires

[11Larrosa, J. (2006). Sobre la experiencia. Revista Aloma. Barcelona.

[12Larrosa, J. (2003) Experiencia y pasión. La experiencia de la lectura. Estudios sobre literatura y formación. México. FCE.

[13Badiou, A. (2004). La ética: ensayo sobre la conciencia del mal. Herder.

[14Ariel, A. (2001). La responsabilidad ante el aborto. Clase teórica dictada el 16 de Junio de 2001.

[15Ariel, A. (1994). Moral y ética. Una poética del estilo. El estilo y el acto. Buenos Aires: Ediciones Manantial

[16Didi-Huberman, G. (2007). El conocimiento por el montaje. Revista Minerva.

[17Vega. V y Co. (2011). Narcisismo e identificación en la fase del espejo. Facultad de Psicología, Universidad de Buenos aires.

[18Didi-Huberman, G. (2004). IMÁGENES PESE A TODO. (MEMORIA VISUAL DEL HOLOCAUSTO). Barcelona, Paidós.





COMENTARIOS

Mensaje de Camila  » 31 de octubre de 2016 » camila.villafane@gmail.com 

Hola Mailen,

Primero te quería felicitar por el hermoso trabajo. Super dinámico, interesante de leer y movilizante, no solo me dejó pensando en muchos líneas para ampliar, sino que también fue hermosa forma de expresar conceptos como el deseo, la vivencia, la falta, el discurso del Otro.

El enlace con la cita de Siddharta fue sublime. Una buena línea a continuar sería en qué se parece esta película con esa gran obra de Herman Hesse y cuánto tiene de estructuralmente humano esa búsqueda de sí mismo a partir de una falta, ese motor que está detrás de todo lo que buscamos en la vida que es el deseo, y las vueltas que uno da para encontrarlo.

El lenguaje de la “subjetividad en imagen” fue una hermosa forma de expresar en movimiento y colores vivos, conceptos que uno acostumbra ver aplastados, bidimensionales, borrosos y en blanco y negro.

Muchas gracias por el recorrido :)



Mensaje de   » 26 de octubre de 2016 »  

Es significativo el recorrido que propones de Walter Mitty, donde la muerte del padre inaugura una cadena de difícil apropiación, salvo que mediara un análisis. Pero como estamos en el cine, el mismo se da lugar en acto a través de un viaje iniciático que terminará nominando al protagonista y augurando un lugar frente al otro social y a los otros de sus afectos.
Walter como representación subjetiva de un negativo en blanco, de nada significativo para decir de si, es sostenido, como bien apuntas, por el ser empleado, utilitario de quien lo advierta y lo necesite. Este ser es conmovido por la modificación de Life a contenido digital, ergo, Walter también debe cambiar. Deber kantiano que lo convierte en aventurero y valiente, púes le da el habla con la que finaliza su escena con el nuevo directivo de Life.
Muy buen trabajo, desplegaste muchas líneas a seguir pensando.Gracias.



Mensaje de Valeria Suque Stecklein  » 18 de octubre de 2016 » val9_2004@hotmail.com 

Estimada Mailén,
felicitaciones por el recorrido que has logrado del film!

Es interesante lo que propones respecto del detenimiento de la cadena simbólica que se presenta en el protagonista tras ese duelo. Todo aquello que había planeado se ve derrumbado, sin embargo vemos que no todo es detenimiento.. él "vive" en sus ausencias. Quizás tal como lo planteas vive tomado por el discurso del Otro, en tanto Otro social que aporta significantes. Luego vemos que a pesar de que sigue tomado por el discurso del Otro (no somos sino hablados por el Otro) puede comenzar a "Divertirse" tal como figura en su libreta de viajes.
También es interesante que a partir de una falta puede empezar una búsqueda, coincide con aquello que falta.. búsqueda del sí mismo. Ese agujero que permite el movimiento llamado deseo.



Mensaje de Antonela Randazzo  » 12 de septiembre de 2016 » antonelarandazzo@hotmail.com.ar 

Cuando comienza el film resulta increíblemente aburrido ver la vida e imagen de Walter. Incluso es dudoso si hará algo con aquello que se le presenta: resulta muy peligroso para quien se ve allí. Y de repente se sube a un avión y emprende un viaje inesperado incluso para él. Si se revee la imagen que toma Mailen Peralta de aquellos significantes que resuenan luego de ver el perfil de "eHarmony" de su compañera (de quien estaba enamorado) se puede repensar algo de aquello inesperado. ¿Aquellos significantes revivieron algo de lo que Walter creía que había quedado en el pasado? ¿Fue un acto de amor para su compañera? ¿O será que aquello que le otorgaba sentido a su vida (el trabajo) se desmoronaba generando un empujón al acto? Quizás un poco de cada cosa. Si su vida perdía sentido cotidiano podía reinventarse. De hecho, Walter lo hizo, en el mejor ejemplo de resiliencia capitalizó aquello que le sucedía movilizado por las palabras que leyó en el perfil de su compañera. Aquí la repetición se retroalimenta dando nuevo sentido.



Mensaje de Sergio Otaño  » 17 de agosto de 2016 » otanosergio@gmail.com 

La película dirigida, producida y protagonizada por Ben Stiller, abunda en alusiones, simbolismos y citas a otras películas. "¿Tiene algún auto disponible?", pregunta Mitty, y el empleado responde " Sí, uno azul y uno rojo." A lo que Mitty agrega "Me llevo el rojo" –en el doblaje, como ocurre generalmente se pierde el sentido original- En inlgés "I’ll take the red one." Take, de elegir y de tomar. En la película citada, se trataba de píldoras. Asimismo los colores rojo y azul representan a los dos partidos políticos principales en Estados Unídos. En la frase de Mitty "Ver el mundo, correr riesgos, ver detrás de las paredes, encontrarse y sentir. Ese es el propósito de la vida.", también se pierde con el doblaje "acercarse" no es lo mismo que "encontrarse" -uno implica un trabajo, el otro puede ser fortuito- "To see the world, things dangerous to come to, to see behind walls, draw closer, to find each other, and to feel. That is the purpose of life.", hay alusiones bíblicas, como el "DRAW CLOSER" enfatizado. “Draw close to God, and he will draw close to you.” (James 4:8) Acercte a Dios, y él se acercará a ti. (Santiago 4:8) Esto no es sorprendente, ya que la madre de Stiller era católica convertida posteriormente al judaísmo, luego de seis años de matrimonio con Jerry, el padre de Ben. En muchas de sus películas Stiller muestra una impronta judeocristiana. Más allá de esta cita, Mitty busca acercarse a los otros, en particular Cheryl Melhoff, su interés amoroso.

El tema de la búsqueda de un objeto preciado, clave de su destino –la diapositiva de Mitty- que en realidad está al alcance de la mano, posiblemente esté inspirado en el cuento del rabino Eisik que rescató Martín Buber en su libro "Cuentos Jasídicos".

Eisik de Cracovia era un hombre muy piadoso y extremadamente pobre que en un sueño se le indica que debe viajar a Bohemia –ciudad cristiana- y cavar bajo un el puente de la ciudad donde encontrará un tesoro. Eisik desechó esta idea, pero el sueño se repitió dos veces más y decidió ir en busca del tesoro. Al llegar, notó que el puente era celosamente custodiado por lo que pasó varios días, en vano, a la espera de una ocasión para cavar. Un guardia notó la insistencia del hombre viejo y le preguntó por qué razón iba a toda hora a ese lugar. Eisik le contó su sueño y el guardia cristiano echo a reír, y le dijo "No hay que hacer caso de los sueño, yo soñé muchas veces que debía viajar a Cracovia a buscar un gran tesoro en la casa de un rabino judío cuyo nombre era Eisik, hijo de Jekel. El tesoro estaría enterrado en una sucia esquina detrás de la estufa."Al escuchar esto, el rabino se despidió y retornó a su lejano hogar, cavó en la esquina de su casa y descubrió el tesoro, que puso fin a su miseria.

El comentario de Zimmer –quién publicó esta historia- es que el tesoro real siempre está cerca, en la propia casa, en el propio ser. Sin embargo, el hecho curioso y persistente, agrega, es que aquel que nos revela el significado de nuestro propio mensaje interior debe ser un extraño, de otro credo y de una raza distinta. ¿Un Otro bien altero a sujeto que busca? ¿Como el fotógrafo aventurero respecto de Mitty? Sin embargo, para quien Buber considera el autor de la historia, la moraleja es otra: "Hay algo que nunca podrás encontrar en el mundo, sin embargo, hay un lugar donde encontrarlo." ¿Un núcleo irreductible a la simbolización? ¿Lo más propio del sujeto, lo mas inaccesible?

En "El poeta y los sueños diurnos", Freud asegura sobre los (daydreams) sueños diurnos –a los que Mitty era propenso- "En la mujer joven dominan casi exclusivamente Los deseos eróticos, pues su ambición es consumida casi siempre por la aspiración al amor; en el hombre joven actúan intensamente, al lado de los deseos eróticos, los deseos egoístas y ambiciosos". Sin embargo, agrega, las hazañas que fantasean en los sueños diurnos obedecen tan sólo al deseo de gustar a una mujer y ser preferido por ella. Para Walter, se trataba de Cheryl, su compañera de trabajo. La película deja el interrogante respecto de los límites entre la realidad y la fantasía, qué partes de la narración son hechos y qué parte sueños diurnos. Pero, algún psicoanalista podría opinar que, como el refugio del neurótico es la fantasía, y lo que importa es la realidad psíquica…




Película:La vida secreta de Walter Mitty

Titulo Original:The secret life of Walter Mitty

Director: Ben Stiller

Año: 2013

Pais: Estados Unidos

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