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Unplanned Parenthood / Paternidad inesperada

Temporada 7 - Episodio 05

Autoras: Melina Bordenave Tauzia y Tamara Cecilia Robledo

Palabras Clave: Consentimiento Informado, Responsabilidad, Confidencialidad.

Síntesis

El episodio comienza con una escena donde se muestra un parto filmado por la hija de la parturienta. Se muestra entonces que hay un problema con el bebé cuando éste nace, y las enfermeras y médicos comienzan a actuar rápidamente sin dar explicaciones a la madre, quien pregunta preocupada y sin entender, que le ocurre a su bebe.
Luego se muestra en otra escena al doctor House dándole los expedientes a sus colaboradores, Chase, Taub y Foreman y les explica la situación de salud del recién nacido. Luego entra Cuddy, la directora del hospital y pareja del doctor House a la sala para explicarle a éste que necesita que cuide a su hija, Rachel. Entonces los doctores del equipo de House hipotetizan sobre el posible diagnóstico de la bebé y sobre su problema en los pulmones. Para esto consideran los antecedentes de asma que había informado el donante de esperma, ya que la bebe había sido concebida por inseminación artificial.

Al volver de hablar con Cuddy, House continua con el análisis del caso, considerando que la dificultad en los pulmones puede deberse a una falla hepática, entonces propone que “Arreglen el hígado”. Cuando los médicos van a realizarle estudios a la bebé House le indica a Foreman que debe conseguir a una médica para que forme parte del equipo. House se va a la casa de Cuddy a cuidar a Rachel.

En el Hospital el doctor Taub le explica a la mamá del bebe sobre el problema respiratorio de su hija diciéndole que puede tener que ver con su hígado. Mientras revisan a la bebe notan que está sangrando a través de una de las vías que tenia colocadas; el Dr. Taub pide inmediatamente una unidad de sangre. La madre quiere ayudar a los médicos y poder tocar a su bebé, pero la Dra. Cheng le explica que no es posible debido a la cantidad de tubos que tiene colocados. Entonces la madre se ofrece a donar sangre. Los médicos continúan revisando a la paciente y observan que podría tratarse de una dilatación de los ductos biliares. La madre nuevamente, al escuchar y no comprender pregunta preocupada sobre el estado de su bebé.

Luego en la oficina aparecen todos los médicos del equipo de House y una nueva médica, discutiendo sobre la enfermedad de la bebe con House, a través de una comunicación telefónica, mientras éste sigue cuidando de Rachel. Foreman le presenta a la nueva integrante del equipo a House quien la despide automáticamente por tener “la mala suerte de ser la lección que Foreman está aprendiendo”. Entonces le comunica al doctor Taub que es su turno de elegir a una médica y siguen discutiendo sobre el diagnóstico de la bebé y les indica que deben operarla. Taub no está del todo de acuerdo, ya que argumenta que debido a los sangrados, realizar la cirugía sería “desquiciadamente arriesgado”. House contesta que “desgraciadamente es la única forma de curarla”.

En la casa de Cudy aparece Wilson, el amigo que House había llamado, éste le informa, casi cerrando la puerta, que se irá por una hora insinuándole a su amigo que deberá quedarse cuidando a la niña. Wilson se rehúsa y, saliendo junto con House, amenaza con irse el también (en ese momento Rachel queda dentro de la casa sola). Luego de una discusión acerca de la responsabilidad de cada uno en esa situación, acuerdan quedarse ambos a cuidarla cuando se dan cuenta de que Rachel tiene una moneda en la boca sospechando que podría haberse tragado otras.

En la sala de cirugías los médicos (Taub, Foreman, Chease y la doctora Cheng) se dan cuenta de otra afección de la bebé: el corazón, y deben interrumpir la cirugía. Empiezan a debatir sobre las posibles causas de la patología. Foreman explica que deben comenzar con el tratamiento de la paciente porque aún no responde. Propone descartar una nueva cirugía, ya que la bebe no podría soportarlo, y aplicar un tratamiento medicamentoso. Intenta comunicarse con House para pedir la autorización, pero como este no contesta decide realizar el tratamiento.

Mientras tanto, Chase y Taub hablan sobre la Dra. Cheng, la pediatra que se encontraba a cargo del caso, a quien Taub tiene intención de proponer para incorporar al equipo. Este se siente confundido ya que presupone que House no la aceptara, por eso se le ocurre hacerle creer a House que contratarla es idea suya.

Por otro lado, House con Wilson intentan averiguar si Rachel se trago una moneda y llegan a la conclusión de que sí, ya que faltaban 10 centavos del vuelto de la comida que House había pedido. Entonces Wilson explica que si la moneda se atora en su intestino y le causa un bloqueo la puede matar y que entonces Rachel “no estará bien”, que tiene que decirle a Cuddy, House no acuerda con esto ya que le traería problemas con Cuddy. Entonces Wilson le dice que no le cargue ese problema a él y que tiene 24hs para ver si defeca la moneda y se va por la ventana para que Cuddy no lo vea ya que estaba entrando. Cuando House ve a Cuddy no le cuenta.

En el Hospital el doctor Taub está revisando a la bebé mientras que habla con la mamá (sobre la relación que tiene con su hija mayor). La bebé esta mas rosada a lo que él le indica que “es muy bueno”; entonces la madre alza a la bebé; en ese momento entra su hija mayor.

Mientras la Dra. Cheng, le está realizando un estudio a una paciente Taub le informa que habría una vacante para trabajar en el equipo de House y ella se muestra interesada.

Por la mañana House recibe el llamado de los médicos que están atendiendo el caso y le explican que no realizaron la cirugía y que no es el Síndrome de Caroli, en ese momento le informan que la doctora Cheng es la pediatra que controla el caso y que la están tratando por malformación vascular a la bebé y que está mejor. House no cree que esa sea la causa por lo que les dice que lo llamen cuando vuelva a colapsar. En la sala mientras la madre sostiene a la bebé, habla con su hija mayor sobre la relación que tienen, ésta le hace notar el trato diferente que tiene con la bebé respecto del que tuvo con ella, preguntadosé donde había estado esta madre cuando ella era niña. De pronto la madre descubre que la bebé comienza a sangrar y llaman a los médicos.

En ese momento, House y Wilson se encontraban en el hospital con Rachel, a quien habían llevado a escondidas para realizarle una ecografía. House recibe el llamado de que la bebé colapsó y que, como él lo había dicho, no era una malformación vascular. Entonces en el monitor parece haber una irregularidad “una moneda” (dice Wilson) o “¿una bolsa de aire?” (Pregunta House), entonces House dice “necesitamos rayos x para estar seguros” a lo que Wilson dice que es innecesaria la dosis de rayos x, porque es una moneda. Taub golpea en ese momento la puerta porque lo necesita para el caso de la bebé que está empeorando. House entonces sale de la sala de estudios para hablar con él cubriendo la entrada para que no pueda ver; le dice que Wilson está atendiendo una niña con cáncer terminal. Comienzan a discutir acerca del caso, ya que no comprendían porque la paciente había mejorado en un principio. House le pregunta a Taub cual había sido el tratamiento, a lo que éste le informa que habían realizado una transfusión y un tratamiento medicamentoso. Wilson desde adentro le grita que lo necesita. Entonces House vuelve a entrar sin dejarlo entrar al doctor Taub “Lo siento. Confidencialidad. Hay reglas, sabes”. Wilson, mientras entretiene a Rachel le dice a House que es una moneda, a lo que éste le responde que le darán laxantes. “Vas a ser una gran mami algún día” le dice a Wilson y luego de esas palabras parece darse cuenta de que lo que mejoró a su paciente fue la transfusión de sangre de la madre. Sale afuera y le dice a Taub que haga la transfusión directa sin explicarle nada más. La bebé entonces comienza a mejorar aunque, como lo indica Taub la transfusión no es una cura, por eso no logran entender porque, gracias a ella, la bebe aparenta estar sana.
Salen de la sala, y el Dr. Taub le presenta a House a la Dra. Cheng, y comienzan a hablar del caso, ella les plantea la siguiente hipótesis: “o la sangre de la mama es especial, y eso significa que está tratando algo especifico, lo cual significa que la bebe está enferma. O la sangre es solo sangre y está reponiendo un faltante en la bebe, lo cual significa que la bebe tiene una simple deficiencia”. Propone hacer una transfusión con otra sangre para ver si mejora. Taub se ofrece como donante. A continuación, House le pide a Cheng que lo acompañe y charlan acerca de la posible incorporación al equipo. Le dice que la va a poner a prueba, y le plantea una situación hipotética, que en realidad se trata de lo que le ocurre con la hija de Cuddy. Sutilmente le pide una recomendación sobre lo que debería hacer. Luego de dar la respuesta, Cheng se queda esperando el resultado de su prueba, a lo que House contesta “No depende de mí, habla con Taub”. House ingresa al baño de hombres donde se encontraba Wilson, quien le estaba dando los laxantes a Rachel. House le comenta lo que la Dra. Cheng le había sugerido, que si en 6 horas los laxantes no surtían efecto debían realizar una colonoscopia. Entonces comienza a pensar una estrategia para lograr que Cuddy se quede trabajando más horas.
Mientras tanto Taub se encuentra realizando la transfusión a la bebe con su sangre, pero le explica a la madre que no está funcionando y que deberán volver a usar su sangre, pero que eso significaría que hay infección y hay que identificarla. Por eso deciden tomar una muestra de sangre a la bebe para analizarla, al hacer la extracción descubren que la paciente tiene un melanoma. La madre, que se encuentra presente pregunta: “¿cáncer de piel? ¿Cómo pudo haberlo contraído? Nunca estuvo afuera”. Taub contesta: “pero tú sí”. Entonces la madre vuelve a preguntar: “¿está diciendo que transmití cáncer a mi bebe?”. A lo que Taub asiente.

Nuevamente se encuentra el equipo reunido (incluida la Dra. Cheng) contándole a House la evolución del caso. Este comienza a conjeturar que si la madre transmitió el cáncer al bebe dentro del útero, entonces es porque hizo metástasis, pero aun sigue sin entender porque la madre aparenta estar sana. Vuelve a aparecer la hipótesis de la sangre que parece curar a la bebe, y de que los anticuerpos parecen estar luchando contra algo más que el melanoma. Deciden realizar análisis a la sangre de la madre y una tomografía para ir descartando hipótesis. Mientras realizan la tomografía, Taub y Foreman charlan acerca de la contratación de Cheng que le había encomendado House, pero Taub duda en hacerlo ya que considera que House quiere tenderle una trampa. En la tomografía Taud observa otro cáncer en el pulmón, y es así que surge otra pregunta: ¿un cáncer que cura otro cáncer?

La escena siguiente muestra a los Dres. Informando a la paciente y su hija mayor acerca de este descubrimiento, explicando que el cáncer de pulmón esta curando el melanoma y que es esa la causa por la cual la sangre cura a la bebe. Por otro lado le informan que deben realizarle una cirugía para extirparle el cáncer y luego tratamiento de quimioterapia, y que la bebe solo necesitaría quimioterapia y no podría recibir más su sangre ya que al extirpar el cáncer no generaría más anticuerpos. La madre quiere postergar la cirugía y continuar el tratamiento con la sangre. Los médicos explican los riesgos que esto le traería como también, en respuesta a las dudas de la madre, los riesgos de realizar quimioterapia a la bebe; considerando a estos menores en relación a los que ella corre no tratando sus canceres. Aun así la madre decide postergar la cirugía lo que la lleva a tener una discusión con su hija mayor por tal decisión.

Mientras tanto House se dirige a la casa de Cuddy con el propósito de realizar una colonoscopia ya que Wilson le había informado que los laxantes no habían funcionado. Compra comida, y al llegar descubre que el pedido no estaba completo. Eso los lleva a pensar que si el día anterior habían pedido la misma comida y también había estado incompleto, entonces los 10 centavos no faltaba y por lo tanto Rachel no se habría tragado la moneda. Con lo cual House argumenta haber tenido razón cuando decía que se trataba de una bolsa de aire.
La escena siguiente muestra a la madre realizando la transfusión a su bebe. Llega la hija y la encuentra dormida, al tratar de despertarla se da cuenta que no reacciona y no tiene pulso. Sale corriendo a buscar ayuda.

Luego Taub y Cheng se encuentran hablando sobre el fallecimiento de la paciente, y el primero le comenta que pudieron extraer la sangre para poder continuar curando a la bebe. Taub entonces le agradece su ayuda a Cheng y le propone formalmente formar parte del equipo, a lo que Cheng le contesta que no por haber actuando como “un niñito cobarde y paranoico”.

El episodio termina con House y Cuddy durmiendo, se despiertan por un ruido que hace Rachel, entonces Cuddy se levanta, y debe cambiarle el pañal. Es en ese momento que encuentra una moneda y le pregunta a la nena, a lo que ella responde: “House”.

Desarrollo conceptual

Para realizar este análisis acerca de la responsabilidad subjetiva consideramos pertinente elegir a una de las pacientes que forman parte del episodio. Esta paciente se encontraría en una situación teóricamente comparable a la de Ibbieta ya que se ve interpelada por una situación no contemplada: ante su esperada maternidad se encuentra con que su bebé está enferma. Situación que la hace confrontarse como sujeto ($) quien debe dar respuesta ya que descubre en ese mismo momento que ella es la que posee el cáncer y por lo tanto la transmisora, enfrentándola a tomar una decisión respecto de su vida y la de su hija. Así pudimos plantear que, a partir de esta interpelación se da lugar a la apertura del circuito de la responsabilidad ubicando sus distintos momentos: el tiempo 1, el tiempo 2 y la hipótesis clínica que explicaría el sentido singular de la resignificación del tiempo 1.

Tiempo 1: Anhelo de ser una buena madre.

Tal como explica Michel Fariña (2000), en el tiempo 1 el personaje lleva adelante una conducta con determinados fines, en el supuesto de que su accionar se agota en los objetivos para los cuales fue concebida. El personaje elegido vemos que es una mujer de edad avanzada, de entre unos 40 a 50 años, que tiene una nueva hija (ya tiene una hija de mas de 25 años aproximadamente), producto de una inseminación artificial con un donante de esperma. La relación con su hija mayor no es del todo buena, y su decisión de ser madre nuevamente es, según ella “para tener la chance de ser una mamá especial”. Aquí podemos ubicar que la paciente lleva a cabo una acción deliberada apoyada en un fuerte anhelo de ser madre nuevamente a pesar de las circunstancias en la que se encuentra, es decir de los riesgos que implicaría ser madre a esa edad y de no encontrarse en pareja. Esta situación nos abre un interrogante ¿En relación a qué es tan fuerte dicho anhelo siendo que ella ya tiene otra hija?

Tiempo 2: La Enfermedad de la bebé transmitida por la paciente
En el tiempo 2 se dispara el circuito ya que aquí hay una interpelación que genera una retroacción resignificando el tiempo 1: la culpa hace a la retroacción; liga al tiempo 1 para que se responda, hace que se retorne sobre la acción por la que se debe responder. La interpelación, como dice D’ Amore (2006) ob-liga a responder, más allá de lo que “yo” querría responder.

En este tiempo, el sujeto recibe de la realidad indicadores que lo ponen sobre aviso respecto de que algo anduvo mal (Michel Fariña, 2000). A raíz de los problemas que le encuentran a la bebé al nacer, detectan que la mujer tiene cáncer de piel y que fue ella la transmisora. Esta situación interpela a la paciente provocando como respuesta un fuerte sentimiento de culpa ya que frente a la noticia que recibe de los médicos ella se pregunta: “¿Está diciendo que le transmití el cáncer a mi bebé?”.

Sin embargo, pudimos interpretar que esta culpa se veía de cierta forma alivianada, ya que su sangre ayudaba a curar a su hija. Al continuar con los estudios detectan que la mujer tiene otro cáncer en el pulmón, cuya combinación con el melanoma generaba los anticuerpos que permitían curar a la bebé.

Toda esta situación inesperada resignifica aquella decisión de ser madre nuevamente, de ser una mamá especial. Se ve interpelada: “Comía todas las comidas correctas, leía todos los libros y estudios, y hasta contrate un detective privado para que investigara a los donantes de esperma. Sólo pase por alto una gran cosa. Mi propio cáncer”. Podemos ubicar ante el descubrimiento de la enfermedad como intervino el azar y la necesidad, es decir que las cosas fueron más allá de lo esperado. Aparece algo del orden de la necesidad en el hecho de que el cáncer se transmite en el embarazo; y es fortuito que fue en éstas circunstancias (después del nacimiento de la bebe) que se haya detectado habiendo afectado a su bebe y no pudiendo hacer más que tratarlo en ese momento. Esta situación se presenta de manera contingente e imperiosa no pudiendo hacer responsable al sujeto de la misma, sin embargo en la grieta entre necesidad y azar se puede plantear la pregunta acerca de la responsabilidad que le atañe al sujeto en relación a cierta motivación inconsciente que permite resignificar el tiempo 1.

La paciente se siente culpable por haberle trasmitido el cáncer a su hija, y movida por esta culpa sintomática es que decide correr el riesgo de postergar su cirugía, para poder seguir donándole la sangre a su bebe y que no tenga que realizar quimioterapia. Podemos ver que en esta situación la paciente actúa movida por esa culpa como intentando una reparación decidiendo ser ella quien la cure. En esta instancia se nos plantea la pregunta ¿De qué se trata esta culpa sintomática? Ésta nos habla de algo de lo que la sujeto no quiere hacerse responsable, que va más allá de la culpa que siente por transmitirle el cáncer a su hija. Cuando la responsabilidad del sujeto se halle ausente aparecerá como sustituto, como contraparte el sentimiento de culpa (Fariña y Gutierrez, 1996).

Aquí es donde nosotras observamos este volver sobre el tiempo 1 porque los médicos le plantean la solución: operarla a ella y quimioterapia para la bebé; pero ella no lo acepta ofreciéndose como la cura de la bebé y exponiendo su propia vida (ella de hecho, muere). Se siente movida, casi de manera omnipotente, por ser ella la cura del bebé y no otro -debido a ser “buena madre” ante todo-. Esto nos hace pensar en una responsabilidad pendiente en relación a su maternidad anterior, que la relación con su hija mayor y los reclamos de la misma muestran haber sido un tanto complicada. Por eso, podríamos ver en este hecho de querer curar al bebé: una intención de reparar, que se ubicaría en un plano simbólico .

Aquí se puede plantear lo que D’ Amore (2006) ubica como especies de respuestas en las que el sujeto no se hace responsable, sin embargo responde con culpa sintomática (figura de la culpa) que habla de una implicancia subjetiva en relación a la grieta que se abre entre necesidad y azar. Esto está en relación a lo que retorna –del orden de lo reprimido- como reverso de la responsabilidad; el yo de la paciente se martiriza porque hay algo de la responsabilidad pendiente. Como puede verse en el circuito expuesto la culpa ob-liga a volver sobre los pasos del tiempo 1 -retroacción-, a la acción emprendida por el sujeto desde la conciencia. Aquí la culpa podría funcionar como tapón y obturador de la emergencia subjetiva. (D´Amore, 2006).

Teniendo en cuenta todo lo expuesto en los tiempos lógicos, podríamos plantear como hipótesis clínica, que esta situación inesperada resignificaría aquella primera decisión de ser madre nuevamente, como una nueva chance para redimirse de su fracaso con su hija anterior (responsabilidad pendiente), donde en realidad no hizo más que querer taponar esa frustración, esa falla, con una nueva hija, en lugar de aceptarla y recomponer la relación con su hija mayor. Es decir, este tener un nuevo bebe y ubicarse ella como una mamá especial en realidad lo que intenta es cubrir un bache; el de sus propias fallas como madre; ahí encontramos el exceso del T1; ella como sujeto ($) no puede encontrarse con la castración y trata de taparlo con el advenimiento de un nuevo hijo. Al ubicar el “ser una buena mamá” (casi como mandato) por sobre todo nos abre la posibilidad de pensar la reparación en relación a su maternidad anterior, en aquel acto de curar a su bebe. Por esto, como dicen Fariña y Gutiérrez (1996) la pregunta sobre la responsabilidad no supone un cuestionamiento a la persona sino la interpelación al sujeto. Se trata, del deseo inconsciente, al igual que en Ibbieta, de lo que se puede hacer responsable al sujeto es de su propio deseo, ese propósito inconsciente que dio lugar a la acción, y que hace al sentido singular por el cual el sujeto es interpelado.

CONCLUSIÓN

Tomaremos una cita de Freud para señalar cómo en esta paciente la culpa (sintomática) nos señala algo del orden de la responsabilidad.
Aun cuando el individuo que ha conseguido reprimir estas tendencias en lo inconsciente cree poder decir que no es responsable de las mismas, no por ello deja de experimentar esta responsabilidad como un sentimiento de culpa, cuyos motivos ignora.

Pudimos observar esto en la paciente, ya que en el tiempo 1, se nos abrió una pregunta en relación a un exceso sobre ese anhelo tan fuerte de ser una buena madre. Así pudimos ubicar, interpelación de por medio -vía la enfermedad- cómo el circuito se abre en el tiempo 2, lo que impulsa a la sujeto a volver sobre el tiempo 1, resignificándolo. Cerrándose éste particular circuito de la responsabilidad. Ubicamos entonces que si el sujeto se ve interpelado, está obligado a responder; es decir, ob-ligado ya que como pudimos analizar la culpa sintomática ligó algo del orden de la responsabilidad. Es culpa sintomática ya que hay una imposibilidad de atribuir responsabilidad subjetiva a la paciente por haber transmitido la enfermedad, sin embargo éste tipo respuesta (sentimiento inconsciente de culpa) nos habla de algo del orden de la responsabilidad.

En este caso no existe un tiempo 3, en términos de responsabilidad subjetiva, ya que no vimos en la paciente un cambio de posición, que es lo que implicaría ese momento del circuito. Como lo explica Freud, este sentimiento de culpa nos habla de algo del orden de lo inconsciente, en nuestro caso la paciente quiere ser la cura de la bebé a pesar de haber otras opciones (las recomendadas por los médicos) exponiendo su propia vida. Aquí es donde pensamos que esta elección parece superyoica, imperativa. En relación a no poder confrontarse con sus fallas, con las faltas propias de un sujeto ($); es decir (corriéndonos de una concepción moralista) pensamos que este anhelo imperioso nos habla de que en realidad este deseo de maternidad está vinculado con su maternidad anterior en la cual ella siente, ha fallado. En lugar de mejorar la relación con su hija anterior ella decide tener otra y la culpa nos habla de esto; nos da un indicio de la responsabilidad subjetiva y al igual que en Ibbieta de la responsabilidad en relación a su propio deseo –icc-.

Para concluir quisiéramos hacer una señalización en relación al concepto de responsabilidad subjetiva. Ésta se diferencia de la responsabilidad jurídica o moral ya que en éstos tipos de responsabilidad el sujeto se piensa como autónomo. En cambio en relación a la responsabilidad subjetiva no se puede pensar en un sujeto autónomo sino en un sujeto del deseo, quien dista mucho de ser autónomo, sino que es un sujeto dividido, fragmentado y preso de lo que no sabe (las mociones inconscientes, su deseo, lo reprimido) que se expresa en todas las formaciones del inconsciente ya sea en las formaciones sintomáticas o en los lapsus, fallidos, olvidos, sueños, chistes. En relación a éste punto una cita de Salomone nos permite relacionar el circuito de la responsabilidad y la dimensión del deseo, que es en fin de lo que trata, según D´Amore (2006), la interpelación misma. “Es el plano de la existencia yoica que se ve atravesado por el deseo. Esa falla que el circuito comporta no es otra cosa que el lugar mismo del deseo” .

Referencias

D’Amore, O.: Responsabilidad y culpa. En La transmisión de la ética. Clínica y deontología. Vol. I:Fundamentos. Letra Viva, 2006.

Domínguez, M. E. Los carriles de la responsabilidad: el circuito de un análisis. En La transmisión de la ética. Clínica y deontología. Vol. I: Fundamentos. Letra Viva, 2006.

Michel Fariña, J. J. “The Truman Show. Mar abierto (un horizonte en quiebra)”. En Ética y Cine, Eudeba, 2000.

Mosca, J. C. (1998). Responsabilidad, otro nombre del sujeto. En Ética: un horizonte en quiebra. Eudeba, Buenos Aires, 2008.

Salomone, G. Z.: El sujeto dividido y la responsabilidad. En La transmisión de la ética. Clínica y deontología. Vol. I: Fundamentos. Letra Viva, 2006.



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