Universidad de Buenos Aires
Resumen:
En este trabajo nos proponemos hacer una interlocución entre la serie “Adolescencia” y la película “Cuenta conmigo”. Ambas presentan historias que se desarrollan en épocas distintas y, aunque sus tramas son diversas, abordan cuestiones relativas a la pubertad y la adolescencia.
Tomando la época en la que se sitúa cada una de estas producciones, realizaremos varios contrapuntos respecto a la relación del sujeto con la época, con el saber, con el Otro, con el semejante, con el goce.
Nos interesa no sólo abrir líneas de investigación sino también apuntar al abordaje tanto ético como clínico de un momento crucial en la constitución del sujeto.
Palabras Clave: pubertad | adolescencia | época | ético-clínico
The Path from Childhood to Adulthood
Abstract:
In this work, we propose a dialogue between the series "Adolescence" and the film "Stand by Me". Both present stories that take place in different ages and, although their plots are distinct, they address issues related to puberty and adolescence.
Considering the time in which each of these productions is set, we will make several counterpoints regarding the subject’s relationship with the age, with knowledge, with the Other, with one’s fellow human being, and with jouissance.
We are interested not only in setting out lines of research but also in addressing both the ethical and clinical aspects of a crucial moment in the subjective constitution.
Keywords: puberty | adolescence | age | ethical-clinical
Introducción
En este artículo, nos proponemos hacer una interlocución entre una serie bastante reciente y una película que tiene varios años. Se trata de “Adolescencia” (Adolescence, Thorne et al., 2025) y “Cuenta conmigo” (Stand by Me, Reiner, 1986), respectivamente.
El interés por la escritura de este trabajo ha sido despertado por el curso “Abordajes interdisciplinarios: cine y psicoanálisis”, en el marco de la Maestría en Psicoanálisis dictada en la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires. Durante la cursada, se ha puesto de relieve la enseñanza que ofrece el cine para la práctica en el campo de la salud mental, tanto a nivel de la investigación como del abordaje ético-clínico del padecimiento humano.
Las historias que presentan ambos materiales se desarrollan en épocas distintas y, si bien sus tramas son diversas, abordan cuestiones relativas a la pubertad y la adolescencia. La elección no es azarosa. Por un lado, “Adolescencia” ha tenido un gran impacto, dando lugar a una variedad de artículos y comentarios sobre las temáticas que trata. Por otro lado, “Cuenta conmigo” es una película, que podemos considerar “clásica”, pero su elección radica en algo singular: la vi por primera vez cuando me encontraba en los albores de la pubertad y, un tiempo después, leí la novela.
Miller (2020) plantea, en el libro De la infancia a la adolescencia, pensar en dirección a la adolescencia. Entendemos que es una propuesta que orienta la escucha y la lectura clínica de la experiencia analítica. “Pensar en dirección a la adolescencia” traza, así, el horizonte que opera como guía para dar lugar a lo que se pone en juego en ese tránsito tan particular de la vida del sujeto.
A los fines del presente trabajo, y en consonancia con el espíritu del curso de posgrado mencionado, haremos una lectura sobre estos temas, ubicando ciertas particularidades de cada una de las historias seleccionadas y proponiendo algunas líneas e interrogantes que resultan interesantes para investigar. Consideramos que el análisis que llevaremos adelante incluye aspectos relevantes para la clínica con púberes.
Lo posible ante lo imposible
Comenzamos formulando algunos interrogantes que enmarcan estos desarrollos: ¿A qué llamamos adolescencia? ¿Es lo mismo que pubertad? ¿En qué se diferencian, en qué se articulan?
Miller (2020) plantea que la definición de adolescencia es controversial y sitúa que hay distintas perspectivas, desde la cronología, la biología, la psicología, la sociología, hasta la estética. Al respecto, tomaremos los aportes de Stevens (1998), quien sostiene que la adolescencia no es un concepto psicoanalítico y que, si bien esto no impide utilizar dicho término, clínicamente es más pertinente hablar de pubertad.
Este autor toma la referencia ineludible a “Las metamorfosis de la pubertad” de la obra freudiana. Allí, Freud (1905) expone que, a partir de la irrupción de la pulsión sexual tras el periodo de latencia, se produce la subordinación de las zonas erógenas bajo el primado de los genitales, a fin de alcanzar una nueva meta sexual: la posibilidad del acto sexual. De esta forma, se consuma el hallazgo de objeto que, en realidad, es un reencuentro, dado que está “preparado desde la más temprana infancia” (Freud, 1905, p. 202).
Entonces, en la pubertad se produce una resignificación de las marcas de infancia, lo que conlleva una serie de transformaciones que ponen a prueba tanto la elección de objeto como la posición sexuada. A partir de estas cuestiones, Stevens (1998) afirma que:
La pubertad es quizás uno de los nombres de la inexistencia de la relación sexual o, en todo caso, uno de los momentos en que reaparece más que nunca para el sujeto la no relación sexual (...) la adolescencia será entonces la respuesta sintomática posible que el sujeto ofrecerá. (p. 28)
Por lo tanto, este autor diferencia las nociones de pubertad y adolescencia, pero las articula entre sí, entendiendo a la adolescencia como el momento en el cual se ponen en juego una variedad de respuestas posibles frente a lo imposible que implica la pubertad. Así, propone a la adolescencia como respuesta sintomática posible que el sujeto da ante la irrupción de lo real en la pubertad.
I won’t be afraid just as long as you stand by me [1]
La película “Cuenta conmigo", estrenada en 1986 y cuyo título original es “Stand by Me” (Reiner, 1986), se basa en la novela “The body” escrita por Stephen King cuatro años antes. La historia toma lugar en la ciudad ficticia de Castle Rock, Oregón, en el año 1959 y relata las vicisitudes de cuatro niños, o más bien púberes, en la búsqueda del cadáver de un niño.
Corre el año 1985 y el escritor Gordon Lachance, apodado “Gordie”, lee una noticia en el periódico sobre un apuñalamiento. Aflora, ahí, un recuerdo de sus doce años: él junto a su mejor amigo, Chris Chambers, y otros dos amigos, Teddy Duchamp y Vern Tessio, emprendieron un viaje para buscar el cuerpo de un niño desaparecido.
Cada uno de los personajes tiene una historia singular. Gordie es ignorado por sus padres, quienes no dejan de llorar la muerte de su hijo mayor, Denny. Su padre desaprueba su deseo de ser escritor y es Chris quien lo alienta en esa dirección. Por su parte, Chris padece la reputación de su familia y en particular, el hostigamiento de su hermano mayor, quien es uno de los integrantes de la pandilla local. También, el hermano mayor de Vern forma parte de la pandilla. Y Teddy es hijo de un veterano de guerra, que es alcohólico y violento.
De la película, recortaremos algunas escenas, que presentamos a continuación, con un breve comentario para retomar más adelante.
Escena 1. Una de las noches, mientras acampan, Gordie cuenta una historia creada por él, sobre un personaje al que llama David “Lard-Ass” Hogan. Se trata de un chico obeso que es víctima de bullying. En respuesta al acoso, bebe una botella de aceite de ricino antes de participar en un concurso de comer pasteles, lo que ocasiona que durante dicho concurso vomite intencionalmente, ocasionando que los presentes vomiten.
En particular, nos interesa destacar la sensibilidad que tiene Gordie para captar algo común entre ellos, dado que no son ni los “chicos malos” ni los “populares”, y convertirlo en un relato que se entreteje entre lo trágico y lo cómico. Podríamos considerarla como una escena dentro de la escena, una puesta en abismo (Fariña y Laso, 2024), en tanto esa narración establece un diálogo con la trama principal y nos devuelve, como un relato salvaje [2], una historia donde el burlado burla a los otros, poniéndolos en ridículo.
Escena 2. Una conversación entre Gordie y Chris, caminando por las vías del tren:
Gordie: - ¿Pensás que soy raro?
Chris: - Definitivamente.
Gordie: - No, en serio. ¿Soy raro? Y mientras le dice esto, Gordie lo toma del brazo, detiene el caminar y lo mira.
Chris: - lo mira, levanta los hombros y le dice: Sí, pero ¿cuál hay? Todo el mundo es raro.
Frente a la pregunta por si él es raro, la respuesta que le da su amigo es fundamental: es una respuesta que aloja el malestar, pero, al mismo tiempo, lo deconsiste al sancionar que “todo el mundo es raro”. Frente a este sentimiento (el término usado en el original es weird), su amigo le devuelve una imagen que puede ser amable.
Escena 3. Acá nos remontamos al final de la película, donde los cuatro amigos hallan el cuerpo sin vida del niño desaparecido. El encuentro con la muerte adquiere un valor traumático y a cada uno le retorna en espejo: no hay representación de la propia muerte. Los amigos habían iniciado la aventura con la idea de convertirse en héroes, pero consideran que sacar rédito de la muerte del chico está mal. Entonces, informan dicho hallazgo mediante una llamada telefónica anónima. Luego, regresan a sus casas.
Adolescencia por Black Mirror [3]
“Adolescencia”, cuyo título original es “Adolescence”, es una miniserie estrenada recientemente (Thorne et al., 2025). Jaime, de 13 años, comente un asesinato –mata a una joven de su edad– y en el trascurso de los capítulos se intenta reconstruir la escena, tratando de hallar los motivos de su accionar y si él comprende las consecuencias del hecho cometido.
Si hacemos un breve repaso de los episodios, podemos puntualizar lo siguiente. Comenzamos con el joven Jaime, que es arrancado de la tranquilidad de su hogar, tras la irrupción violenta de la policía en su casa. Hay un gran contraste entre, por un lado, la fuerza y el despliegue policial y, por el otro, la imagen que nos es presentada de un niño angustiado, que moja la cama y llama indefenso a sus padres, quienes no entienden lo que sucede.
Todo transcurre rápidamente. Lo llevan a la estación de policía para interrogarlo. Allí, le promete al padre que no hizo nada. El padre cree en su inocencia, pero la evidencia demuestra lo contrario.
El escenario se traslada al colegio, donde la policía intenta buscar respuestas. Se trata de un ambiente que, de principio a fin, muestra los desbordes de estudiantes, docentes, personal de conducción. Gritos, corridas, exabruptos violentos. Hay excesos e impotencia para dar una respuesta a los mismos.
Un elemento que parece clave para armar el rompecabezas es el mundo virtual: las redes, los emojis, los likes. El cyberbullying. Aparecen las pantallas de una forma voraz.
Tiempo después, asistimos a una entrevista que lleva adelante una psicóloga para evaluarlo. Se trata de una escena que escala en tensión, donde la “inocencia” del joven se vuelve ira, agresividad, impulsividad.
Finalmente, la familia que oscila entre la negación y la culpa. Y la decisión de Jaime de declararse culpable y asumir la condena. Ahora bien, ¿culpa es responsabilidad? Una pregunta que abre a los puntos de encuentro y desencuentro entre el discurso jurídico y el analítico (Laso y Fariña, 2025).
El sujeto y la época
Habiendo situado ciertos recortes de cada material, pasaremos a realizar algunas puntuaciones para interrogar y abrir distintas aristas de la temática que nos convoca.
“Adolescencia” nos coloca en un escenario distinto a aquél de “Cuenta conmigo”. Se trata de nuestra época. Tal como señala Miller (2020), asistimos, cada vez más, a una decadencia del Nombre del Padre, que se acompaña de una proliferación de gadgets. La subjetividad de la época se encuentra atravesada por una multiplicación incesante de objetos de todo tipo, por la tecnociencia, el consumo y la acumulación de capital, producto de la lógica de mercado (Lacan, 1974).
Estos aspectos de la época fueron trabajados en un artículo anterior, escrito en coautoría (González, Miceli y Bruno, 2019), donde se exponía que el capitalismo, articulado con el discurso científico, nos provee objetos que obturan la dimensión del deseo y empujan al goce, pero no el goce fálico, sino aquél por fuera de los senderos del significante.
Laso y Fariña (2025) realizan un planteo similar y afirman que el capitalismo desarma la relación entre ley y deseo, produciendo una identificación entre deseo y goce y dando lugar a la libertad como “libertad para gozar, y el deber deviene voluntad de goce más allá de la ley de prohibición –que es una ley de ‘no todo goce’ o ‘no al todo-goce’”.
Estos autores indican que “Adolescencia” pone en escena la declinación de la función paterna, en tanto ley que regula y encauza el goce. El lugar de autoridad no está encarnado en los adultos, es más, no hay nadie que lo encarne (Laso y Fariña, 2025).
Es necesario distinguir esta caída de la función paterna de lo que Freud (1909) propone en términos de desasimiento libidinal: el desasimiento respecto de la autoridad parental es una de las operaciones más necesarias, aunque dolorosas, del individuo que crece. Ahora bien, esta operación requiere que los padres no abdiquen de su función, tal como expone Winnicott (1968). Este autor sostiene la importancia del ambiente como facilitador, que acompañe el proceso de crecimiento adolescente.
En “Cuenta conmigo”, cada uno de los protagonistas tiene una historia familiar problemática, pero la ley opera. Esto se verifica, por ejemplo, al final donde deciden no sacar rédito del hallazgo del cadáver porque eso está mal y dan a conocer el encuentro del cuerpo mediante una llamada anónima.
Esta película está lejos del mundo virtual, propio de nuestra época y que recorre la trama de “Adolescencia”. ¿Cuáles son los efectos que la virtualidad acarrea en la subjetividad? ¿Podemos pensar en nuevos modos de subjetivación, propiciados por lo virtual?
La serie pone de manifiesto la desvalorización de la palabra, así como la mirada omnipresente del Otro, cuya aprobación o desaprobación se sentencia mediante emojis que valen como “signos”. Los vínculos cara a cara son relegados y el semejante encarna un Otro anónimo (que puede estar caracterizado por una imagen o avatar). Podríamos decir que se trata de un gran panóptico al cual el sujeto se somete.
La relación con el saber
Miller (2020) afirma que la incidencia de la virtualidad se traduce en una extensión de los mundos posibles, que, a su vez, niega lo real. Entonces, si hay una negación de lo real y un rechazo de la castración, ¿qué lugar hay para lo real implicado en la pubertad? O, tal vez, podríamos extremar un poco más la pregunta e interrogar si hay lugar para la escansión sexual que representa la pubertad en el desarrollo de la sexualidad.
Una cuestión importante que señala Miller (2020) es que la virtualidad favorece y empuja a ciertas respuestas, donde hay una autoerótica del saber, distinta a la erótica del saber. Al respecto, el autor explica que el saber, que antes estaba depositado en los adultos, ahora está disponible “en el bolsillo”.
Ya el mismo título de la película “Cuenta conmigo” señala el lazo con el semejante, sostenido en la relación con el Otro. Los amigos se lanzan a una búsqueda conjunta, buscan el saber en el campo del Otro, lo que implica pasar por el deseo del Otro. Incluso, podemos decir que “la escena sobre la escena” implica el armado de un texto que ficcionaliza el rechazo de los otros, haciendo un rodeo por el Otro. En cambio, en “Adolescencia” el saber está al alcance inmediato a través de los dispositivos electrónicos y de la información a la que se accede desde las redes sociales.
Siguiendo a Stevens (1998), planteamos que la adolescencia es una respuesta frente a lo imposible que pone en juego la pubertad. En “Cuenta conmigo” se trata, no sólo de la no-relación sexual, sino del encuentro con lo imposible que presenta la muerte: la finitud de la vida. Y acá posee un papel central, tal como señalamos previamente, el lazo de amistad que tiene una función simbólica-imaginaria que da contención y sostén. Acompaña y posibilita tramitar la dimensión de lo real que se juega para cada uno, dimensión que se manifiesta fundamentalmente hacia el final con el hallazgo del cuerpo, que implica toparse con la muerte. ¿Acaso el encuentro con el cadáver representa la pérdida de ese niño que ya no se es y que es necesario duelar?
Identificaciones e identidad. Boys don´t cry [4]
A partir de lo que venimos desarrollando, podemos preguntarnos lo siguiente: si pensamos la adolescencia como síntoma de la pubertad, ¿hay nuevos modos sintomáticos de la adolescencia? Nos interesa esta cuestión en torno a la posición sexuada y la elección de objeto.
Jaime sufre bullying en la escuela, lo que le produce un profundo odio hacia sí mismo. Comienza a participar en una comunidad incel. De acuerdo al artículo “¿De qué hablamos cuando hablamos de incels?” –disponible en el sitio web GenEx Programa por la Igualdad de Género de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires (GenEx, 2024)– “incel” es un acrónimo de la expresión inglesa involuntary celibate, lo que se traduce por “celibato involuntario”.
Originalmente, el término fue acuñado por una mujer canadiense en 1997, quien creó el Proyecto de “Célibe Involuntario”, con la finalidad de propiciar un espacio para que, quienes vivenciaban soledad, falta de reconocimiento y de apoyo social, pudieran compartir sus experiencias.
Pero, luego de su creación, el ambiente incel comenzó a manifestarse en comunidades virtuales, integradas mayormente por varones y que fueron desarrollando una cultura propia. Así:
A través de los foros incels fueron in crescendo en expresiones de misoginia, hostilidad, apología de la violencia hacia las mujeres y personas LGBTIQ+, deshumanizándolas y responsabilizándolas por su falta de interacciones sexo-afectivas, llegando incluso a promover o realizar actos de violencia extrema. (GenEx, 2024)
En la construcción de una respuesta singular respecto a la asunción de una posición sexuada y la elección de objeto, juegan un papel importante las identificaciones. Entonces, este tipo de movimientos, ¿da lugar a nuevos modelos identificatorios? O más bien, ¿se trata de la creación de identidades que coagulan y cristalizan determinadas significaciones?
En relación con estas cuestiones, también podemos interrogar qué efectos producen respecto de lo masculino y lo femenino. Vemos que se promueve un rechazo de lo femenino, en tanto lugar del no-todo. Rechazo de lo hetero, en tanto alteridad. El odio se vuelve, así, una forma de respuesta ante el encuentro con el Otro sexo.
Reflexiones finales
En este trabajo nos propusimos hacer una interlocución entre la serie “Adolescencia” y la película “Cuenta conmigo”. Ambas presentan historias contextualizadas en épocas distintas y, aunque sus tramas son diversas, abordan cuestiones relativas a la pubertad y la adolescencia.
Partiendo de la escansión que representa la pubertad en el desarrollo de la sexualidad, nos interrogamos por los modos sintomáticos de transitar el paso de la niñez a la adultez y las implicancias que esto conlleva en la relación con el Otro sexo.
Tomando la época en la que se sitúa cada una de estas historias, realizamos varios contrapuntos respecto a la relación del sujeto con la época, con el saber, con el Otro, con el semejante, con el goce.
La pubertad es un momento en el cual el ser hablante se confronta con la irrupción de lo real, lo que requiere de la construcción de una respuesta singular, respuesta que no es sin el Otro y sin los otros. Y, en este sentido, varios de los aspectos expuestos apuntan a interrogar los efectos que el mundo virtual acarrea en ello, no sólo con fines de investigación sino apuntando al abordaje tanto ético como clínico de un momento crucial en la constitución del sujeto.
Referencias:
Fariña, J. J. M. y Laso, E. (2024). Acting: La puesta en abismo en el cine como recurso de la clínica analítica. Ética & Cine Journal, 14(2), pp. 13-19. Disponible en: https://journal.eticaycine.org/Acting-La-puesta-en-abismo-en-el-cine-como-recurso-de-la-clinica-analitica
Freud, S. (1905). Las metamorfosis de la pubertad. En Obras completas (Vol. VII, pp. 189-210). Buenos Aires: Amorrortu Editores, 2005.
Freud, S. (1909). La novela familiar de los neuróticos. En Obras completas (Vol. IX, pp. 213-220). Buenos Aires: Amorrortu Editores, 2014.
GenEx - Programa por la Igualdad de Género (30 de agosto de 2024). ¿De qué hablamos cuando hablamos de incels? Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, Universidad de Buenos Aires. Disponible en: https://exactas.uba.ar/genex/2024/08/30/aproximacion-incels/
González, M. M., Miceli, C. y Bruno, D. (2019). Una lectura sobre las resistencias al Psicoanálisis hoy. En Memorias del XI Congreso Internacional de Investigación y Práctica Profesional en Psicología. XXVI Jornadas de Investigación. XV Encuentro de Investigadores en Psicología del MERCOSUR. I Encuentro de Investigación de Terapia Ocupacional. I Encuentro de Musicoterapia. El Síntoma y la Época. Avances de la Investigación en Psicología (Vol. 2, pp. 397-399). Buenos Aires: Ediciones de la Facultad de Psicología, UBA.
Lacan, J. (1974). La tercera. En Intervenciones y Textos II (pp. 73-108). Buenos Aires: Manantial, 1988.
Laso, E. y Fariña, J. J. M. (17 de marzo de 2025). ¿Qué es un niño? Imputabilidad y responsabilidad en Adolescence. Disponible en: https://www.eticaycine.org/Adolescence
Miller, J.-A. (2020). En dirección a la adolescencia. En J.-A. Miller y otros, De la infancia a la adolescencia (pp. 37-49). Buenos Aires: Paidós.
Reiner, R. (Director). (1986). Stand by Me [Cuenta conmigo] [Película]. Columbia Pictures.
Stevens, A. (1998). La adolescencia, síntoma de la pubertad. En Actualidad de la práctica psicoanalítica, psicoanálisis con niños y púberes (pp. 25-39). Buenos Aires: Ediciones Labrado.
Thorne, J., Barantini, P., Pitt, B., Kleiner, J., Gardner., D., Wolarsky, N., Walters, H., Graham, S., Herbert, M. y Feller, E. (Productores ejecutivos). (2025). Adolescence [Adolescencia] [Serie de televisión]. Warp Films; It’s All Made Up Productions; Matriarch Productions; Plan B Entertainment; One Shoe Films.
Winnicott, D. (1968). Inmadurez adolescente. En Obras completas. Versión digital.
NOTAS
[1] Esta frase es parte de la letra de la canción “Stand by me” (artista original: B. E. King), que fue utilizada para el film y versionada por varios músicos.
[2] Es una alusión a “Relatos salvajes”, película argentina dirigida por Damián Szifrón y estrenada en 2014. Esa “escena dentro de la escena” podría formar parte de esas historias.
[3] Nos aventuramos a conjeturar que “Adolescencia” podría ser una historia incluida en otra (gran) serie, “Black Mirror”, cuyos episodios están dedicados a tratar cómo el avance tecnológico y las pantallas se inmiscuyen en la vida cotidiana de las personas y los efectos que ello acarrea. “Black Mirror” ha sido creada por Charlie Brooker en 2011 y continúa hasta el presente.
[4] Es una referencia a la canción de la banda “The Cure”, que trata sobre la historia de un muchacho que, tras haber perdido el amor de una mujer, intenta disimular su tristeza “escondiendo las lágrimas de mis ojos, porque los chicos no lloran" (“...hiding the tears in my eyes, ’cause boys don’t cry”). También, es el título de una película de 1999 (Boys don´t cry, dirigida por Kimberly Peirce) que aborda algunos de estos temas, pero cuyo análisis daría lugar a otro trabajo.
FORUM
Hola! Achei muito interessante o seu texto que relaciona a série Adolescência e o filme Conta Comigo, explorando as questões da puberdade e adolescência de uma maneira psicanalítica. A forma como você conecta os elementos da ficção com as teorias de Miller, Freud e Stevens proporciona uma análise muito rica e revela como essas obras, embora situadas em contextos temporais e culturais diferentes, tocam em questões universais da experiência adolescente. Essa abordagem interdisciplinar realmente traz à tona um olhar mais profundo sobre as transformações emocionais e psicológicas que os jovens atravessam nesse período de transição.
O contraste que você faz entre o universo de Conta Comigo, com a busca de sentido e os vínculos de amizade que sustentam os jovens, e o ambiente virtual de Adolescência, que parece mais árido e dominado pela superexposição e pela busca incessante de validação, é extremamente relevante. A sua reflexão sobre o impacto da tecnologia na subjetividade dos adolescentes hoje em dia, e a queda da função paterna na série Adolescência, traz à tona uma preocupação atual muito importante. Acho que isso levanta a questão de como a presença (ou ausência) do "Outro" — a autoridade, a figura do pai ou mesmo os modelos de identificação — molda a forma como os adolescentes enfrentam o sofrimento e as questões da puberdade.
Você acha que a ausência de uma figura autoritária, como visto na série Adolescência, pode ser um reflexo da forma como a sociedade atual lida com a paternidade e as expectativas em torno dos pais na criação dos filhos? Como essa "desautorização" impacta o desenvolvimento psíquico dos adolescentes, considerando o contexto atual e suas relações com o mundo digital?
Hola! Me resultó muy interesante cómo el trabajo pone en diálogo "Adolescencia" y "Cuenta conmigo" para pensar las transformaciones del lazo social y del lazo con el saber en la pubertad y la adolescencia. En particular, la lectura que hace de Adolescencia permite ver con claridad cómo la declinación de la función paterna y la omnipresencia del Otro virtual configuran nuevas formas de respuesta subjetiva frente a la irrupción de lo real del sexo y de la muerte.
Como agregado desde el psicoanálisis, podría pensarse que la serie muestra el pasaje del sujeto por un tiempo sin mediación simbólica, donde el goce del Otro (las pantallas, los algoritmos, los likes) se impone como imperativo. En ese sentido, Adolescencia evidencia un tipo de respuesta adolescente que ya no pasa por la palabra ni por el conflicto generacional, sino por el acting como intento de escribir en el cuerpo lo que no encuentra inscripción en el discurso. Allí se revela el desafío ético-clínico actual: acompañar al púber en la invención de un modo singular de hacer con ese real, en una época en la que el Otro ya no garantiza sentido.
El sujeto contemporáneo parece capturado por una manía por lo inmediato, donde el tiempo de la espera y del deseo se sustituye por la urgencia del consumo. El lazo con el otro ya no pasa por el descubrimiento ni la curiosidad, sino por una compulsión a utilizarlo como objeto de goce, de descarga, de satisfacción propia. El otro deja de ser interlocutor para devenir mero espejo del propio goce, evaluado y cuantificado en likes, vistas o reacciones.
Este desplazamiento refleja un cambio estructural en la economía del deseo, la aceptación social se vuelve el nuevo nombre del reconocimiento, pero sin mediación del deseo del Otro. Lo que opera no es una búsqueda de sentido compartido, sino la necesidad de confirmación inmediata que obtura toda falta. En este sentido, la serie retrata un malestar contemporáneo, la imposibilidad de construir lazo desde el descubrimiento o la palabra, sustituido por una lógica autística del goce que deja al sujeto en soledad, pero atiborrado de “interacciones”virtuales.
El trabajo logra así poner en evidencia cómo la caída de la función paterna y la omnipresencia del discurso capitalista y tecnológico transforman la adolescencia misma, de un tiempo de interrogación y apertura al otro, a un tiempo de saturación y cierre, donde el otro es instrumentalizado y el goce es omnipotente y sin límites , desregulado, y profundamente desubjetivante.
Destaco especialmente la idea de la autoerótica del saber frente a la erótica del saber. En "Cuenta conmigo", el relato de Gordie (el cuento del Lard-Ass) implica un rodeo por el Otro; es una forma de ficcionalizar el rechazo, un acto creativo que requiere del lazo social. En cambio, en la serie "Adolescencia", el saber está disponible sin esfuerzo, rechazando la falta y la necesidad del Otro. ¿Cómo podemos orientar la práctica clínica y educativa para reintroducir la erótica del saber (el esfuerzo, el deseo) en una época donde la respuesta es casi siempre inmediata y autoerótica?
Se agradece a los organizadores por este espacio de intercambio y especialmente a María Magdalena González por compartir su trabajo, el cual abre a la reflexión, a la vez que es tema de gran interés para el psicoanálisis.
Al leer, su trabajo, varias líneas de pensamiento fueron surgiendo, a la vez que algunas preguntas, muchas de ellas son en concordancia con las que plantea.
Resuena especialmente, pensar en estas adolescencias atravesadas por los contextos epocales (los que no parecen ser tan lejanos cronológicamente) y a su vez, con incidencias diferentes en las subjetividades de los protagonistas de ambas producciones audiovisuales.
En este sentido y a sabiendas de la importancia de los vínculos de los sujetos (en este caso adolescentes) con esa alteridad que Lacan llamó gran Otro (los Otros primordiales, además de la importancia del Otro social), resulta interesante el contrapunto que se produce entre los púberes en "Cuenta conmigo" y los de "Adolescencia". ¿Por qué? Porque mientras en "Adolescencia" pareciera que el protagonista proviene de una familia constituía y en principio sin mayores cuestiones que señalar, en cambio en "Cuenta conmigo" los protagonistas provienen de familias que parecen estar atravesando ciertas dificultades: uno de ellos "ignorado" por los padres que se encuentran atravesando el duelo por el fallecimiento de otro hijo (¿contarán esos padres con suficiente disposición o recursos psíquicos para acompañar a su hijo que también se encuentra atravesando el duelo de un hermano?). Otro de los padres parece desaprobar el deseo de su hijo en cuanto a su vocación, otro padre es violento y con consumo problemático de alcohol y otra de las familias parece estar por fuera de la ley. Ante estos contextos familiares, sin embargo la adolescencia parece transitarse de mejor manera, de forma más tolerable en "Cuenta conmigo" que en "Adolescencia".
La forma al lazo social en uno y otro caso parecen ser diferentes. ¿Es esto lo que hace realmente la diferencia? Mientras que en "Cuenta conmigo" el grupo de amigos o pares, hablan y se comunican, se acompañan y sostienen, comparten experiencias comunes juntos y emprenden una "aventura" en común; en "Adolescencia" todo ello parece menos evidente, lo que no quiere decir que no ocurra. En "Adolescencia" el Otro social parece desplazarse al Otro digital. Así los modos de presencia parecen ser otros, al igual que sus tiempos y el entorno: ya no es el contexto al aire libre de la presencia de los cuerpos, sino que la mayor parte de los aconteceres parecen suceder a través de las pantallas. La presencia se vuelve incesante, inmediata, totalizante y parece sustituirse la palabra por la imagen, y la mediación simbólica por la conexión continua. El simbólico contemporáneo en "Adolescencia" parece encontrarse avasallado por lo imaginario, que parece alimentarse por la mirada del otro. El goce de mirar y ser mirado (mediado por la pantalla) que no sólo es una constante en la narración de la serie, también en el mundo del protagonista y estos adolescentes. Cuestión que nos conduce a pensar en la pulsión escópica en tiempos de preponderancia de las redes sociales. La necesidad de reconocimiento (de "likes"), revelan la soledad estructural del sujeto contemporáneo y la globalización del dolor de existir, donde la pulsión de muerte se pone en acto en nombre de mostrarse, el imperativo contemporáneo de exhibición y exceso, donde el goce se despliega como mandato social y forma de autolesión e incluso autodestrucción.
Como es sabido, antaño la función del padre representada por el Nombre del Padre, operaba como instancia simbólica de límite, interdicción y transmisión de la ley posibilitando la inscripción del sujeto en el orden simbólico, sin embargo en la actualidad, dicha función se ha visto debilitada por la erosión de las figuras de autoridad (basta ver el 2do capítulo de "Adolescente" que transcurre en una institución educativa donde las referencias adultas se encuentran totalmente ausentes), la expansión de la cultura del consumo y la inmediatez mediática, ocupando las pantallas el lugar del Otro que ordena el deseo, pero lo hace sin ley ni mediación, generando sujetos más expuestos a la fragmentación y a la dependencia de estímulos externos. Los adolescentes parecen encerrarse en su cuarto, exacerbando su individualidad y cortando vínculos, excepto virtuales; lo que marca una diferencia con "Cuenta conmigo", donde el malestar adolescente se comparte de otra forma. Allí "El despertar de la primavera" parece transitase de manera distinta. Los protagonistas juntos "emprenden un viaje para buscar el cuerpo de un niño desaparecido". Los une el dolor, un proposito en común, sensible al del otro. Surge preguntarse si ¿no es también el viaje en busca del propio cuerpo perdido? Ese real que irrumpe en el cuerpo (del cual muy bien desarrolla el trabajo presentado) y que parece ser el “drama” subjetivo adolescentes, además de su necesidad de separarse de los Otros primordiales, lo que se manifiesta (al igual que como se manifiesta a través de la clínica) en muchos casos, en impulsiones que buscan expresar dicho sufrimiento, con la diferencia que en "Cuenta conmigo" parece lograr ser mediatizado por la palabra y en "Adolescencia" aún no logra esa instancia de simbolización, primando la imagen, el exceso, que conduce al goce ilimitado que se presentifica sin mediación alguna y con las tristes consecuencias que despliega la serie.
Como psicoanalistas en formación, todas estas cuestiones nos interrogan e impulsan a analizar, reflexionar acerca de las adolescias contemporáneas y los desafíos de hacer del uso tecnológico algo distinto, que no anule la singularidad sino que se pueda mantener o recuperar, incluso en la virtualidad, convocando a la presencia, en lugar de sustituirla o diluirla.
Fascinante análisis de una de mis películas favoritas charlando con una serie espectacular.
Es súper interesante pensar en las nuevas adolescencias en esta época donde la transición que se ocupaba de esconder la inocencia de forma progresiva, se encuentra extinta.
La inocencia, la empatía y la sublimación como forma de expresión en "cuenta conmigo" contrasta con la individualidad, la impunidad de la virtualidad y los juegos de poder entre los jóvenes.
A partir de este análisis resulta interesante pensar en el lugar del otro, tanto como semejante o como impulsor de ley.
Hola! Muy interesante el análisis. Leyéndolo y tomando en cuenta la serie "Adolescencia" se me viene a la cabeza una pregunta: ¿para quien/quienes esta hecha la serie? Considero que la serie está dirigida a los adultos desde una doble vertiente: el temor y la admiración de los padres al horror de las adolescencias. Esta concepción ligada de que al crecer viene algo peor, siempre. Se escucha "y eso que todavía no es adolescente" o "mira cuando sea adolescente, te va a hacer doler la cabeza." La adolescencia aparece como un tiempo esperado por padres e hijos ligado a la expectativa de crecer y de libertad pero, a sí mismo, un tiempo de temores.
Pienso, a su vez, que la serie confunde al protagonista con su acto. Acto que condena el destino de ese adolescente que es victima de su propia violencia.
Me encantó el planteo de la pubertad. Concluyo, al leerte, que la adolescencia es un síntoma de la pubertad.
Me resulta interesante la distinción entre pubertad y adolescencia: mientras la pubertad puede pensarse como la irrupción de lo real ligado a lo biológico, la adolescencia aparece como una respuesta subjetiva, sintomática, frente a lo imposible. Esta diferencia permite ubicar el pasaje entre lo biológico y lo subjetivo, resaltando que la adolescencia no se agota en cambios físicos, sino que implica una construcción identitaria y vincular.
En este sentido, la comparación entre la serie Adolescencia y la película Cuenta conmigo resulta muy pertinente, ya que ambas ponen en primer plano el papel de la amistad en este proceso. Los amigos, en esta etapa, cumplen una función central: ofrecen un espacio de experimentación y sostén emocional fuera del núcleo familiar, favoreciendo el tránsito hacia una mayor autonomía. Se trata de vínculos más horizontales que permiten elaborar preguntas sobre sí mismos, el entorno y los otros.
Al mismo tiempo, no se trata de pensar la adolescencia como una ruptura con los padres, sino como una transformación del vínculo. El lugar de la familia se resignifica: ya no en términos de dependencia absoluta, sino en el sostén a través del diálogo, el consejo y la presencia. Aquí se vuelve relevante preguntarse cómo se sostiene hoy a los adolescentes en un contexto en el que la ley paterna parece fallar y la virtualidad se presenta como escenario privilegiado de encuentro, construcción y también de riesgo.
Por último, valoro que el artículo no reduzca la adolescencia a un mero despertar sexual, sino que dé lugar a otras dimensiones igualmente decisivas: la búsqueda de identidad, el desarrollo del pensamiento crítico, la construcción de valores y, sobre todo, la producción de lazos afectivos significativos que ayudan a atravesar este pasaje.
Resulta interesante lo propuesto en el trabajo en toda su extensión con su mirada psicoanalítica. La adolescencia, la pubertad, el lugar que ocupa el odio en estos films y personajes trascendentales en las historias. Como así la posibilidad de la articulación de sucesos previos a los hechos atroces cometidos por los actores. Celebro la profundidad con la que fue abarcado este estudio.
El poder cuestionarme el concepto de pubertad y adolescencia es muy interesante ya que desde mi punto de vista eran sinónimos, lo cual genera una nueva perspectiva de análisis. Por otro lado, la serie como la película concretan y ponen en manifiesto el correr del tiempo y de las diferentes épocas, haciéndome pensar en si por ejemplo en el concepto actual de crianza respetuosa hay una caída del Nombre del Padre o no en base a lo mencionado en el texto. No obstante, lo que no se ha modificado con los años, es como la falta del trabajo interno que los adultos no pueden o no quieren hacer con respecto a cuestiones psíquica sin resolver afectan a sus hijos, se puede ver tanto en la película situada en los 80 y en la serie del 2025.
Película:Adolescencia | Cuenta conmigo
Título Original:Adolescence | Stand by Me
Director: Philip Barantini | Rob Reiner
Año: 2025 | 1986
País: Reino Unido | Estados Unidos
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