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La ironía frente a lo disruptivo

por Silvia Gouvert

Universidad de Buenos Aires

Resumen:

El presente trabajo surge a partir de la pregunta por el recurso de la ironía en la puesta en escena de la serie El Eternauta [1] estrenada recientemente. Indaga el sentido de este modo discursivo desde la teoría del Psicoanálisis por lo que se desarrollan articulaciones entre los desarrollos del chiste desde Sigmund Freud y algunas nociones lacanianas que permiten pensar la ganancia que aporta la ironía como modo de respuesta subjetiva frente a situaciones disruptivas. Respuesta que podría quizás contribuir al procesamiento psíquico cuando lo disruptivo y el encuentro con lo Real emergen.

Palabras claves: ironía | disruptivo | lo Real.

Irony in front of disruptive

Abstract:

This paper arises from the question of the use of irony in the staging of the recently released series El Eternauta. It investigates the meaning of this discursive mode from the theory of Psychoanalysis, developing articulations between the developments of the joke since Sigmund Freud and some Lacanian notions that allow us to think about the gain that irony brings as a mode of subjective response to disruptive situations. A response that could perhaps contribute to psychic processing when the disruptive and the encounter with the real emerge.

Keywords: irony | disruptive | the Real


Introducción

Muchas reflexiones se han escrito a partir de la serie El Eternauta especialmente desde las miradas psicológica y sociológica. El argumento de este cómic que fue escrito por Héctor Oesterheld e ilustrado por Francisco Solano López en el año 1957, fue llevado a la pantalla en formato de serie provocando ideas y sentires diversos; por lo que se convierte en un producto artístico de valor destacable. El presente escrito fue motivado a partir de la experiencia de la atención flotante que es la marca distintiva de nuestra profesión y que en tanto espectadores, facilitó la atención hacia aspectos más sutiles que aparecían en el relato. La propuesta que nos dispara el visado de esta serie, será entonces, hacer foco, especialmente en lo que se nos mostraba desde los escenarios donde transcurría la historia. Las publicidades y los anuncios propagandísticos aparecían sugerentes con algún toque de humor o ironía quizás, haciendo lo suyo en el relato de los autores.

Si el cine y las series en tanto productos artísticos logran interpelar con sus propuestas, en este caso enfocamos la mirada sobre el discurso irónico, entendiéndolo como un decir que va entre líneas y que, lejos de cristalizar certezas, abre nuevos sentidos. Un decir que por su mismo formato, dice otra cosa más allá de lo explícito. ¿Por qué el recurso de la ironía en una producción artística? ¿Cuál es su naturaleza y función? ¿Qué dice? ¿Por qué decir algo de manera solapada? ¿No es suficiente el relato que arma la trama de los personajes en un contexto y situación tan maravillosamente creado? ¿No está todo dicho en semejante argumento y montaje? ¿Por qué decir algo más y de manera inversa?

Sobre la ironía

Indagando sobre el significado del término, su tratamiento desde la Filosofía y buceando en los aportes del Psicoanálisis nos proponemos llegar a un puerto de posibles respuestas donde nos permita arribar, contra transferencia mediante quizás; el andar enigmático de El Eternauta.

El término ironía es un vocablo griego que refiere al sustantivo “eironeia” y se traduce a nuestra lengua como disimulo o ignorancia fingida. La Real Academia Española lo define como: ”1) burla fina y disimulada, 2) tono burlón con que se expresa ironía y 3) expresión que da a entender algo contrario o diferente de lo que se dice, generalmente como burla disimulada” (s/f).

Desde la filosofía antigua este término se refiere al método de Sócrates quien a partir de la duda y fingiendo no saber, preguntaba de modo estratégico estimulando respuestas en sus interlocutores para llegar a la sabiduría. En este caso la ironía responde al disimulo sobre el no saber de quien propone la interrogación. El método queda explicado por Adolfo Carpio (2015) a partir de los momentos de refutación y mayéutica. Consiste en una pregunta inicial que será sostenida para que los interlocutores puedan responder desde lo que creen saber y así, mediante la refutación se logra un sistema de contra argumentaciones que amplían y complejizan la idea inicial. Es decir aquí, la ironía permite ampliar el horizonte del pensamiento favoreciendo nuevas y mejores respuestas ante aquello que se pretende responder. Desde esta mirada filosófica podríamos pensar a la ironía como un recurso discursivo que nos lleva a pensar algo más de lo que dice el argumento de la obra.

Desde el Psicoanálisis, es pertinente explorar el trabajo de Freud sobre el chiste y su relación con lo inconsciente (1905). Allí expresa que los chistes emplean ciertas técnicas semejantes a los sueños. Menciona por ej. la condensación, el doble sentido de las palabras, el desplazamiento, lo absurdo, la representación indirecta y la antinómica, el contraste y la unión de una significación con una imagen sonora que no dice nada. Los clasifica en inocentes o tendenciosos, siendo estos últimos de temática sexual o agresiva. El sentido de los mismos queda explicado a partir de lograr una brecha defensiva y facilitar la liberación de energía psíquica que, de otra manera, se habría utilizado contra el contenido sexual o agresivo articulado por el chiste. Considerando que la civilización fuerza a reprimir los deseos sexuales y agresivos, la ganancia para el sujeto en los chistes tendenciosos sería poder disfrutar de estos placeres rodeando el obstáculo que está en el camino del instinto hostil o libidinal. Un chiste tendencioso entonces, libera de crear la inhibición necesaria para el autocontrol o permite que superemos un obstáculo ya existente haciendo desaparecer la inhibición.

En el sentido antes explorado podemos considerar que el recurso a la ironía en la serie, se equipara a la función del chiste tendencioso cuya ganancia sirve a la necesidad de vehiculizar la aversión a la que nos confronta el argumento de la serie. La caída de un orden de la realidad que hasta el momento funcionaba como certeza, hasta la puesta en juego lo disruptivo.

En la misma línea es pertinente ubicar el tratamiento que el psicoanalista lacaniano Jacques-Alain Miller hace de la ironía cristalizada en el delirio en las psicosis. En una conferencia publicada en el año 2011 plantea la ironía, como modo de defenderse contra lo Real [2]. Explica la diferencia entre la ironía y el humor, ubicando a este último como un recurso del neurótico donde la capacidad de simbolización es posible. Así planteada la ironía es pensada entonces como una respuesta contra el Otro [3]. En palabras de Jacques-Alain Miller:

“¿Qué dice la ironía? Dice que el Otro no existe, que el lazo social es, en el fondo, una estafa, que no hay discurso que no sea del semblante” –título de un Seminario de Lacan.” (2011).

Cabe agregar que entendemos la noción de Real desde la conceptualización que Lacan hace de los tres registros para explicar la construcción de la subjetividad: Real, Imaginario y Simbólico. La realidad que percibimos está mediatizada con palabras e imágenes que conforman el orden Simbólico e Imaginario respectivamente y lo Real es aquello imposible de ser integrado a estos registros, lo que resiste a toda simbolización por lo que no puede ser completamente capturado por el lenguaje o representado en el orden simbólico.

La ironía en El Eternauta

El relato nos presenta al personaje principal, Juan Salvo caminando por las calles de la ciudad cubierta de cadáveres congelados por una nieve tan enigmática como fulminante. El recorrido del personaje es una oportunidad para mostrarnos un escenario tocado por la catástrofe que puso fin a la vida de las personas que fueron sorprendidas por esa nieve fatal. Su marcha describe un escenario irónico montado entre chatarra, cadáveres y “discursos”. La cámara sigue el andar del personaje y nos muestra un supermercado llamado “Buen Futuro”, el exterior de un tren detenido forrado por una publicidad de desinfectante Lysoform diciendo “Decile SI a disfrutar del camino, NO a los virus y bacterias”; en contraste con la, mirada de estupor que el rostro enmascarado de Juan Salvo deja ver.

¿Qué son estos elementos de los autores, sino la denuncia de que el orden Simbólico e Imaginario que crean la realidad de los seres humanos, es una mentira? ¿Qué lugar ocupa la ironía sino es el de burla movida quizás por la angustia ante la caída del Otro, ante el encuentro con el tercer registro planteado por la tesis lacaniana de lo Real?

No es el humor del chiste que Jacques-Alain Miller (2011) ubica en la neurosis donde la simbolización agota el sentido de lo libidinal que pretende vehiculizar, es mucho más. La ironía en esta pieza artística trasciende las fronteras del chiste ingenuo en esta versión seriada de El Eternauta. Denuncian y confirman que a través de la simbolización algo muere en lo Real; pero aún así, las palabras del relato en tanto producción simbólica, en esta pieza artística no alcanzan. Cuando la disruptiva nieve enigmática evoca la aparición de lo Real, se caen los velos fantasmáticos que gracias a los registros Imaginario y Simbólicos, Juan Salvo y sus amigos, supieron conseguir.

El evento disruptivo situado aquí en la aparición de la nieve mortífera que detuvo la vida tal como era vivida hasta su aparición generó las condiciones para una edición (entre tantas posibles) del encuentro con lo Real. Cabe aquí agregar que lo disruptivo es entendido desde el acontecer de un evento no esperado, que arrasa con las coordenadas de vida de los sujetos y que para su afrontamiento y elaboración se requerirá de los recursos psíquicos con los que cada sujeto cuente, por lo que son potencialmente traumáticos. En términos de Moty Benyakar (2016) lo disruptivo queda diferenciado de lo traumático de la siguiente manera:

“Propongo usar el término ‘disruptivo’ para reemplazar la palabra ‘traumático’ cada vez que hablamos de los hechos y las situaciones que ocurren en el mundo externo. En latín, dirumpo significa destrozar, hacer pedazos, romper, destruir, establecer discontinuidad. Por lo tanto, disruptivo será todo evento o situación con la capacidad potencial de irrumpir en el psiquismo y producir reacciones que alteren su capacidad integradora y de elaboración” (pág 14).

Lo disruptivo como evento que interpela el orden de los tres registros lacanianos: Imaginario, Simbólico y Real; y como oportunidad para ironizar sobre lo fantasmático de cada quien, toma una vez más su lugar en el cierre de la misma escena. En esta vemos a Juan Salvo transitar la ciudad transformada (y deformada) por las consecuencias de la nieve catastrófica hasta que se detiene de espaldas a un edificio desde donde podemos ver una gigantografía de una propaganda gubernamental con la foto de flamantes vehículos policiales acompañada de la frase: “Para que tu barrio este seguro”. Y si la ironía aquí no lograba hacer lo suyo para burlarse del discurso del Otro; el director redobla la apuesta, cerrando esta escena con un primer plano del cielo ominoso y oscuro que parece resquebrajarse entre tenebrosas y brillantes luces anaranjadas que anuncian la presencia de algo aún imposible de simbolizar. Así entonces, la ironía tal como lo desarrolla Jacques-Alan Miller es la forma cómica que toma el saber que el Otro no sabe o el saber de que el Otro como saber, no es nada. Así lo expresa en el trabajo referenciado:

“Mientras que el humor se ejerce desde el punto de vista del sujeto-supuesto-saber, la ironía sólo se ejerce allí donde la caída del sujeto-supuesto-saber se ha consumado (2011).

A modo de cierre

La ironía desde la mirada filosófica y siendo fieles a la naturaleza de esta disciplina podría darnos señales para preguntarnos el porqué de tal discurso y sospechar de la literalidad de lo dicho buscando más allá y abriendo nuevos sentidos en tanto espectadores que resignifican el relato que la obra ofrece.

Desde los aportes freudianos podemos pensar a la ironía como un recurso que facilita la emergencia de afectos y mociones libidinales sin inhibiciones a partir de la experiencia displacentera a la que nos enfrentamos en tanto espectadores de El Eternauta.

Y, por último, la ironía en esta pieza puede ser un modo de respuesta frente a la puesta en escena de la verdad que nos habita a los seres humanos. Esto es, somos seres del lenguaje, creamos ficciones sobre nosotros mismos a partir de registros simbólicos e imaginarios, haciendo de esta ficción “la verdad” de cada uno, el discurso del Otro que nos sujeta. Esta verdad que aparece en escena no es sino la otra verdad: que el discurso del Otro puede caer y con él todas nuestras certezas, horizontes y el relato que armamos sobre nuestra vida. Cuando lo disruptivo se hace presente develando lo Real en escena, se interpelan todos los recursos subjetivos y se activan además respuestas posibles con las que hacer frente a lo que acontece. La ironía será quizás un chiste tendencioso que nos ofrecen cómplicemente los autores para procesar la angustia frente a lo ominoso y hostil del evento disruptivo, o una denuncia burlesca sobre lo efímero de los discursos y verdades creadas.

Cualquiera sea el sentido, puede pensarse como un modo de responder por la vía de la simbolización; propiciando así, que lo disruptivo no necesariamente devenga traumático.

Referencias:

Benyakar, Moty (2016): Lo disruptivo y lo traumático. Vicisitudes de un abordaje clínico. Comp. Ramos, E; Taborda; Madeira, C. Nueva Editorial Universitaria - U.N.S.L. https://www.bivipsi.org/wp-content/uploads/unsl-Disruptivo.web_.pdf

Carpio, Adolfo (2015): Principios de Filosofía. Una introducción a su problemática. Paidós.

Freud, Sigmund (2007). El chiste y su relación con lo inconsciente Obras Completas Tomo VIII 1915. Amorrortu Editores

Lacan, Jackes. (1974-75) Seminario XXII: R. S. I. Versión Crítica. Trad. Ricardo Rodriguez Ponte. Inédito.

Miller,J-A.,(2011): Ironía, Consecuencias. Revista digital de arte, psicoanálisis y pensamiento, Edición 7. Año 2011. https://www.revconsecuencias.com.ar/ediciones/007/template.php?file=arts/alcances/Ironia.html

Real Academia Española (s. f.): Diccionario de la Lengua Española. Recuperado el 30 de junio de 2025, en: https://dle.rae.es/iron%C3%ADa?m=form



NOTAS

[1El Eternauta. Serie estrenada en abril de 2025 en la plataforma Netflix con la dirección de Bruno Stagnaro.

[2El autor trabaja desde los conceptos de Jacques Lacan sobre los tres registros que articulan la subjetividad: Lo Real, lo Imaginario, lo Simbólico. En el Seminario XXII de 1974, Lacan profundiza en el tema de la identidad y el papel del lenguaje en la construcción de la misma. Examinó cómo estos tres registros (Real, Simbólico e Imaginario) afectan nuestra percepción de la realidad y cómo los significantes simbólicos influyen en nuestra experiencia individual y colectiva.

[3El inconsciente lacaniano se constituye por los efectos de la palabra sobre el sujeto. El inconsciente es el discurso del Otro a partir de la determinación del significante sobre el sujeto, constituyéndose en el orden simbólico. Estos significantes únicamente pueden llegarnos del mundo exterior que se encuentra más allá del yo, y por lo tanto tienen que haber sido formados a partir del lenguaje o el discurso del Otro.




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Título Original:El Eternauta

Director: Bruno Stagnaro

Año: 2025

País: Argentina

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