Universidad de Buenos Aires
Resumen:
La saga de películas animadas de Toy Story narra la historia de un niño llamado Andy y el vínculo que tiene con sus juguetes. Cada muñeco es un personaje con características particulares que ocupa un lugar especial en las representaciones, afectos y fantasías de Andy desde su infancia hasta su ingreso a la universidad. La saga transcurre a partir del borde de la realidad y la fantasía, en la que la idea de que los juguetes cobran vida a partir del deseo de los niños está presente durante todo el film. En algunas escenas, aquella fantasía necesita de la implicación directa de la palabra o del cuerpo de los niños, pero en otras escenas es la pregunta por ¿Qué soy para el otro? la que moviliza las acciones de Woody un vaquero de juguete y sus amigos. Durante la narrativa, son presentados los deseos, los temores, los afectos, las fantasías y los vínculos de Andy durante su niñez, como el motor que pone en marcha el juego y lo convierte en un elemento que le permite expresar su mundo interior y vincularse con el mundo exterior hasta que crece y decide donar sus muñecos a una niña llamada Bonnie Anderson.
Palabras Clave: Juego | niñez | fantasía | realidad
Toy Story: The Game, Between Reality and Children’s Fantasy
Abstract:
The Toy Story animated film saga tells the story of a boy named Andy and the bond he has with his toys, each doll has a character with particular characteristics that occupies a special place in Andy’s representations, affections and fantasies from his childhood until he enters college. The saga takes place on the border of reality and fantasy in which the idea that toys come to life from the desire of children is present throughout the film, in some scenes that fantasy needs the direct involvement of the word or the body of children but in other scenes is the question of What am I for the other? which mobilizes the actions of Woody, a toy cowboy and his friends. During the narrative, Andy’s desires, fears, affections, fantasies and attachments during his childhood are presented as the engine that sets the game in motion and turns it into an element that allows him to express his inner world and link with the outside world until he grows up and decides to donate his dolls to a girl named Bonnie Anderson.
Keywords: Game | childhood | fantasy | reality
Contenido del Trabajo
Problema: Por medio del presente artículo se busca abordar el lugar del juego durante la infancia, haciendo un breve análisis de la saga de Toy Story y de su protagonista Andy quien a lo largo del film se dedica a jugar con una gran cantidad de personajes de juguete, en ese sentido algunas de las preguntas guía del presente texto son ¿Qué lugar tiene el juego en la infancia en el caso de Andy? ¿Cómo entender el vínculo entre Andy y su juguete favorito “Woody”? ¿El juego es un pasador entre la realidad y la fantasía? ¿La infancia de Andy finaliza cuando su interpretación del juego cambia?
Justificación: El interés del presente artículo es ubicar la función del juego en la infancia, relacionando algunos planteamientos de las teorías del juego en psicoanálisis con las escenas de la saga de Toy Story por medio del cine como recurso para entender aquellas cuestiones que atraviesan el acto de jugar durante la infancia, tales como la importancia del objeto transicional, el pasaje entre fantasía y realidad, el cuerpo en el juego y la culminación de la infancia.
Objetivo general:
Articular la saga de películas de Toy Story con los planteamientos psicoanalíticos de algunos autores acerca del juego en la infancia.
Objetivos específicos:
Andy y Woody, ¡Yo soy tu amigo fiel!
¡Yo soy tu amigo fiel! es el himno de Toy Story, el cual hace alusión a la relación entre Andy y su juguete favorito Woody, un vaquero que durante las primeras escenas de la película encarna al protagonista de los juegos del niño, al cual se le asignan los roles de héroe, de comisario y de salvador, es el muñeco de compañía de Andy, el cual le brinda cierta sensación de seguridad cada vez que tiene que ir a un nuevo lugar o enfrentarse a un nuevo reto.
Para Andy su muñeco Woody tiene una fuerte implicación en términos de afecto ya que genera en él no únicamente la sensación de seguridad cada vez que debe alejarse de la madre, sino que también le genera alegría, tranquilidad y una chispa de diversión, durante los juegos Andy le otorga a Woody el vaquero el rol de establecer la ley, de direccionar el juego hacia el orden, tal y como es posible apreciar en aquella escena inicial en la que Andy jugaba a que el señor cara de papa era un asaltador y Woody rescataba a la pastora Bo Peep del inminente peligro.
La fantasía infantil de Andy lo lleva a pensar en Woody como un amigo que se ubica en el paso del mundo interior a la realidad, al cual a través de su fantasma le atribuye afectos, decisiones, características que se reflejan en la escena del juego, es Woody un prototipo, un modelo a seguir, es un héroe del cual se demanda el deber de estar siempre bien, en sus mejores condiciones, ser el mejor juguete que un niño puede tener.
Sin embargo Woody es ese objeto que también confiere la sensación de falta, de pérdida, de desilusión en aquellos momentos de la saga en los que Andy no lo encuentra antes de salir o cuando por el paso del tiempo empieza a notar cambios en la calidad del vaquero, en sus costuras, tela o incluso cuando se le cae un brazo y prefiere dejarlo en una repisa porque ese brazo caído es un encuentro con lo indecible de la falta.
Además de representar la construcción afectiva, Woody es uno de los primeros objetos propios de Andy, el objeto transicional que le permite a Andy dar un paso fuera de la relación con su madre, experimentar los afectos dentro de otro vínculo que lee y entiende como propio, que lo acerca al mundo exterior, un objeto propio elegido por él, tal y como él lo había deseado, un objeto que representa el deseo de Andy, según Winnicott (1971-1972).
Ampliando la escena de Toy Story 1, en la que Andy recibe a Woody como regalo por parte de su madre y se alegra debido a que es el juguete que esperaba, es posible ubicar la ilusión, como componente del juego, la ilusión que además permite a Andy su primer acercamiento con la realidad, mediado por la intervención y crianza de la madre, quien tiene la capacidad especial de adaptarse a aquellas necesidades particulares de Andy y contribuir a experimentar sus ilusiones como parte de la realidad, por medio del juguete.
En tal sentido Winnicott (1991) propone que el objeto propio es simbólico y responde a los afectos, es decir si Woody era amado por Andy, era un objeto que podía ser disfrutado, usado, apto para el juego en contraste con el vínculo que tenía Sid Phillips, el vecino de Andy, un niño agresivo y a quien todos los juguetes le temían durante la saga, en quien se cumplía la premisa de si esto es odiado puede ser maltratado, golpeado o lastimado y quien representa una forma de vincularse con los primeros objetos propios desde aquello que va al lugar de lo que puede ser dañado.
Entre la realidad y la fantasía infantil
El lugar del juego de Andy con sus juguetes; Woody, Buzz Lightyear, Rex, señor cara de papa, Hamm y los demás era un lugar intermedio, que se ubica entre el niño y la madre, es un espacio entre la seguridad que le ha brindado su madre y la construcción propia de otras realidades atravesadas por la fantasía. El juego como acto imaginativo proporciona una vía para expresar todos aquellos acontecimientos del mundo interno del niño, sus relaciones, su angustia y sus identificaciones por medio de la representación de personajes, de historias y relatos.
El juego para Andy es un elemento por medio del cual algo de la realidad interna logra estar fuera de él, sin necesariamente hacer parte del mundo exterior, pues durante la saga toma elementos del mundo exterior, como la justicia, el crimen, los conflictos, los roles de género y los pone al servicio de sus propias identificaciones con Woody o con Buzz Lightyear, personajes que representaban la figura de fortaleza y de heroísmo.
Freud (1905) decía que el juego es la actividad favorita del niño, pero también es la que toma con mayor seriedad, la comparaba con la creación literaria, el trabajo del niño que es la de jugar es comparable con la construcción de una obra de literatura, ya que en ambas el relato parte de la fantasía, jugar es el trabajo del niño así como como escribir es el trabajo del creador literario.
Andy y la corporeidad en el juego
El juego como construcción imaginaria retoma algo del cuerpo, en tanto que durante el acto de jugar y la intersección entre la fantasía y la realidad hay fracciones de cuerpo, de movimiento, de espacio, así como también los juguetes son objetos corpóreos que permiten simbolizar el mundo interno de los jugadores.
El vínculo entre Andy y cada uno de sus juguetes presenta algo de la corporeidad del niño; sus gestos, sus voces, sus movimientos, su forma de sostener los juguetes, su mirada, los espacios físicos, los lugares que eran habitados por el cuerpo de Andy y que están enmarcados por experiencias en relación a sus juguetes, por ejemplo la sala de su casa en donde recibe a Woody, su habitación, el estante, las cajas llenas de juguetes, el auto de su madre, el jardín de su casa.
Los personajes de juguete también manifiestan la articulación con el cuerpo, pues cada uno expresa y actúa conforme a elementos corporales, varias escenas ponen en primer plano partes del cuerpo de los juguetes, tales como; el brazo caído de Woody, el ojo de la señora cara de papa a kilómetros de distancia del resto del cuerpo, el armado y desarmado del cuerpo del señor cara de papa, las costuras que se descosen con el paso del tiempo y lo que estos elementos significan para Andy en diferentes momentos, como la novedad, la sorpresa, la alegría y la falta.
Para Winnicott (1971-1972) el cuerpo en el juego actúa, se aferra, manipula un objeto y lo presenta, tal y como sucede durante la época en la que el niño aún es bebé, pues su cuerpo es sostenido y manipulado por la madre de manera satisfactoria asumiendo la posición de objeto, durante el juego la escena es invertida por lo que el niño ya no se ubica como el objeto manipulado de manera placentera, se ubica como aquel que manipula el objeto, aquel que con sus movimientos corporales instala la ilusión y la fantasía en los juguetes.
El acto de jugar está relacionado con el placer, por lo que la erogenización del cuerpo que se da desde los primeros momentos de vida a partir de otras formas de estimulación externa tales como; la madre, el pecho materno, el pulgar, el puño y el juguete que se ubica en el espacio intermedio entre el mundo interior del niño y el mundo exterior, resulte en el atravesamiento de la satisfacción que da el objeto en relación al cuerpo, retomando a Winnicott (1971-1972).
Durante la saga muchas de las escenas presentan la perspectiva de los juguetes, por medio de las acciones de los personajes de juego de Andy inspiradas en lo que el cuerpo del niño transmite, pero no el cuerpo físico, sino el cuerpo imaginario, la imagen del cuerpo del cual se intuye goce, deseo y un sin fin de afectos, porque hay dos cuerpos; el físico, el que se enmarca en los conceptos anatómicos y el cuerpo imaginario, sobre este segundo cuerpo la película construye la narrativa de Woody y sus amigos.
Adiós, vaquerito
En la tercera película de Toy Story, la trama gira entorno a la despedida de Andy con sus juguetes, durante las primeras escenas se muestra a un joven de 17 años, a punto de ingresar a la universidad y con la llegada de la universidad también la necesidad de mudarse y de reorganizar su habitación, por lo que durante los primeros minutos de la película Andy debe tomar la decisión de lo que debe hacer con sus juguetes, que durante todos los años de niñez pusieron en marcha su deseo.
En medio de la decisión de Andy, se presentan varias dificultades, que en términos de Lacan (2006) permiten entrever la cuestión del deseo del Otro en los personajes de juguete, quienes se hacen preguntas tales como: ¿Alguna vez significamos algo para Andy? ¿Qué significamos para Andy? ¿En algún momento Andy nos quiso? ¿Para él fue tan fácil deshacerse de nosotros? ¿Nos recordará o nos olvidará? ¿Nos extrañará? ¿Valió la pena el tiempo que compartimos con él?
Preguntas que se responden en los minutos finales de la película, en los que los personajes de juguete se dan cuenta del afecto que Andy guarda por ellos en la escena en la que Andy empaca a los juguetes en una caja y los lleva a la casa de una pequeña niña llamada Bonnie Anderson y le entrega uno por uno sus juguetes, enseñando el nombre y las características de cada uno, en un acto de encomienda y despedida de sus compañeros de juego pero también de su infancia lo que abre la pregunta ¿En qué momento es posible pensar el final de la infancia? y la respuesta es cuando el juego ya no existe para el niño como juego.
Esto quiere decir retomando a Fukelman (2014) que el juego al igual que el teatro se caracteriza por que el niño lo ejecuta a partir de la frase “es de jugando” esto lo diferencia de “es de verdad”, ya que allí se crea un espacio entre aquellas cosas que se actúan en el marco del juego con aquellas otras cosas que hacen parte de la realidad y que tienen efectos más allá del juego.
A través del juego el niño representa múltiples personajes y escenas sin sentirse embargado por aquello que representa, porque es ahí donde está el límite entre lo jugado y lo no jugado, en la película Andy representa un asalto por medio de sus juguetes pero el asalto en sí no tiene lugar dentro del juego, al igual que lo que sucede en las obras de teatro en las que se representan asuntos como la muerte o el deseo sexual pero eso no implica que quienes lo caracterizan están sumidos en el deseo sexual o que la muerte se haga presente dentro de la escena.
Es cuando se produce un quiebre en la lógica del niño con relación a la personificación de cualquier situación dentro del juego y la línea divisoria de los efectos de la realidad que se abandona la infancia y con ella también se abandonan los juguetes que durante años han permitido la representación de múltiples escenarios. En este quiebre el púber se encuentra con la realidad y con las inquietudes que allí surgen. Para Andy aquellas fantasías que representaba por medio de sus juguetes durante la infancia dejan de presentarse en la tercera película, el quiebre de lo que implica la línea divisoria entre lo jugado y lo no jugado, lo lleva al encuentro con la realidad y el juego ya no cobra el mismo valor para él.
Conclusiones
El cine es una herramienta que ofrece la posibilidad de ejemplificar los diferentes postulados del psicoanálisis, en este caso en lo que respecta al juego durante la infancia, por medio de las escenas, personajes y acciones que se presentan envueltas en la fantasía general de que los juguetes cobran vida propia.
En la saga de Toy Story es posible ver la función del objeto transicional por medio de la relación de Andy y su vaquero, pues este representa uno de los primeros objetos que es atravesado por el deseo del niño, además este juguete se ubica entre el vínculo inicial con la madre y los primeros lazos más allá del vínculo materno, en el cual el objeto amado y deseado es Woody.
Otro aspecto clave del film es el paso entre la fantasía y la realidad que se expresa durante toda la trama, en la que en diversas escenas se evidencia como aquellos relatos del mundo exterior son retomados por los niños de la película; Andy, Sid Phillips y Bonnie Anderson para expresar su mundo interior.
Este paso entre la fantasía y la realidad durante el juego se ve atravesado por la corporeidad tanto de Andy como de los juguetes, así como la diferencia del cuerpo físico que es estudiado por la anatomía y el cuerpo imaginario que inspira el accionar de Woody, Buzz Ligthyaer, la pareja del señor y la señora cara de papa, la pastorcita y los demás personajes de juguete.
Por último en Toy Story 3, se presenta la despedida de Andy del juego y paralelamente de la niñez ubicando la culminación de la infancia en el quiebre que se produce entre aquello enmarcado en “Es de jugando” y aquello que “no es de jugando”, aquello que da la posibilidad de representar sin estar embebido por las acciones y los efectos de lo que se representa.
Bibliografía
Freud, S. (1905). Tres ensayos de teoría sexual. En Obras Completas, Tomo VII (pp. 109-224). Buenos Aires: Amorrortu Editores.
Fukelman, J. (2014). Ponerse en juego: Seminario de Jorge Fukelman en el círculo psicoanalítico del Caribe. Buenos Aires: Lumen.
Lacan. J. (2006a). El seminario de Jacques Lacan, libro 10: La angustia. Buenos Aires, Argentina: Paidós.
Winnicott, D. (1971/1972). Realidad y juego. (1º ed.) Buenos Aires: Gedisa.
Winnicott, D. (s.f. /1991). Notas sobre el juego. En Exploraciones Psicoanalíticas I. (pp. 79-83). Buenos Aires: Paidós.
NOTAS
FORUM
Película:Toy Story
Título Original:Toy Story
Director: John Lasseter
Año: 1995-2019
País: Estados Unidos
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