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A las mujeres hay que hablarles

por Amor, Eliana, Brailovsky, Nadia

“Entre el hombre y la mujer está el amor

Entre el hombre y el amor hay un mundo

Entre el hombre y el mundo hay un muro”

Antoine Tudal

Entre las palabras y el silencio, Almodóvar nos sumerge en una danza de personajes en la que cada uno a su manera intenta hacer algo con su soledad.

Como las muñecas rusas, la película nos permite descubrir distintas obras dentro de la obra. El film comienza con una escena de danza perteneciente a Café Müller, de la coreógrafa Pina Bausch. En ella, dos personajes femeninos delgadísimos y enmudecidos, (uno de ellos la propia Pina) con los ojos cerrados, y vestidos con camisones que les llegan hasta los tobillos, fantasmas sonámbulos, que por momentos están a punto de chocarse con las sillas que se agolpan en el escenario, mientras un personaje masculino las aparta. Benigno y Marco, dos personajes protagónicos que llegarán a ser grandes amigos más tarde, comparten azarosamente el espectáculo desde la platea. Marco está emocionado hasta las lágrimas, detalle que a Benigno no se le escapa, y que luego contará a Alicia, la paciente a quien cuida día y noche.

Ambos protagonistas se encontrarán nuevamente, pero en esta oportunidad será en la clínica “El Bosque”, en la que Benigno trabaja de enfermero cuidando a Alicia. Marco llega acompañando a su novia Lydia, que es torero y ha sido embestida por un toro. Ambas están en coma y según los médicos, a estas mujeres sólo un milagro las puede despertar.

Benigno, que se jacta de “saber mucho de mujeres” en tanto que cuidó a su propia madre durante años y que ahora no se aparta ni por un momento de Alicia; le revela a Marco: “el cerebro de la mujer es un misterio”. Sin embargo, hay algo que sí puede afirmar con seguridad: “a las mujeres hay que hablarles” y le aconseja: “hable con ella”.

En este caso se trata de mujeres que no demandan, ¿cómo abordarlas?. La apuesta de Benigno es por la palabra, que finalmente es palabra de amor. Puesto que al hablar, se da lo que no se tiene, es decir, se ama. Así es que Benigno le habla de cosas que supone que a ella le interesan, para lo cual ha modificado su vida, con el propósito de vivir lo que ella no puede, y así contárselo.

En las llamadas fórmulas de la sexuación, Jacques Lacan matematiza el goce femenino como “significante del Otro tachado”, es decir, que no hay un significante que represente al Otro, y en este mismo lugar, más allá de lo simbólico, ubica el goce femenino, como aquello para lo que no hay palabras. A lo largo del film, el silencio de las mujeres se presentifica en las distintas producciones artísticas que se inmiscuyen en la historia relatada, se trata de retazos que a diferencia de esta última sostienen un vacío en la significación. No es posible asegurar qué les pasa… qué quieren. Freud se ha preguntado: ¿qué quiere una mujer?... Pues ella no puede saberlo.

Benigno, desde su inocencia, acerca una respuesta posible: “Las mujeres quieren que les hablen”. De ese modo, cada mujer, puede garantizarse el amor de su hombre, porque cuando éste le habla, es porque ella le hace falta. No se trata de palabras que completen vacíos, ni que obturen la posibilidad de escucharla (tal como podemos ver a Marco momentos antes de que Lydia sufra el accidente). Por el contrario, se trata de palabras que bordean la falta del Otro, que se acercan a ese punto de real innombrable. Sólo a través de este lazo que tiende el amor, el hombre puede pasar de su goce del Uno al deseo del Otro, con la condición de tocar algo de ese goce de ella, en el infinito.

Entre las pasiones que Benigno toma prestadas de Alicia, se encuentra el cine, y muy significativamente, el cine mudo. Una vez más, irá a ver una película para luego relatarle, pero esta vez queda conmovido por “El amante menguante”. En este cortometraje surrealista, vemos a un hombre miniatura introducirse dentro del cuerpo de una mujer a través de su vagina. Podemos leerlo como una metáfora de la realización de un temor masculino: el miedo a perder lo que se tiene en lo infinito del Otro sexo, los labios femeninos se lo comen, tal como la mantis-religiosa lo hace con su partenaire luego del acto sexual. Benigno, finalmente “actuará” la trama del corto que lo cautivó, no sin consecuencias…

Paralelamente se va desarrollado la historia de la pareja que conforman Marco y Lydia. A pesar del consejo de Benigno, Marco no sabe como hablarle a Lydia. Para los hombres, no suele ser fácil consentir a esto que generalmente es una demanda femenina, por la misma razón: al hablar, algo de la castración se manifiesta.

En “Hable con ella” aparecen los hombres como quienes pueden dar palabras y las mujeres hacen “mutis” [1]. Ellas encarnan el inefable misterio de lo femenino, a la vez que se hace presente a primera vista, lo imposible de la relación sexual.

Como otra de las joyas que nos regala esta obra, Caetano Veloso entona en una canción el desencuentro de los seres hablantes:

“ … Que una paloma triste muy de mañana le va a cantar

a la casita sola con sus puertitas de par en par;

juran que esa paloma no es otra cosa más que su alma,

que todavía espera a que regrese la desdichada”.

Lacan nos dice que el neurótico ama con su alma [2], es decir, con su fantasma… así, cada uno de los protagonistas, ha hecho de esos cuerpos silentes el objeto de su propio guión fantasmático.

En el último tramo de la película, nos sorprende saber que si Lydia despertara, seguramente no se iría con Marco, ya que su accidente fue consecuencia de un acto de amor hacia otro hombre.

A su vez, asistimos al despertar de Alicia, pero Benigno no puede presenciarlo, ya que a esta altura ha sido condenado y encarcelado por la violación cometida, tras “introducirse” en la mujer al modo de “el amante menguante”, hecho que queda al descubierto por el embarazo de Alicia. Benigno tiene que responder ante la ley por su acto, en tanto que no sólo ha cometido ese delito, sino que también ha ocultado las evidencias (modifica la ficha de enfermería donde debía figurar el primer mes en que Alicia no había menstruado). No obstante, su acto tiene consecuencias más allá de las previstas: Alicia despierta… y probablemente también sea Benigno el responsable de que Marco, en algún punto, despierte de la neurosis que lo adormecía hasta entonces…

Aunque la historia, nos arrebate de un sueño, el final estaba anticipado: Entre hombres y mujeres la relación sexual no puede escribirse, sólo a través del amor es posible suplir algo de ese goce imposible, y para ello se hacen necesarias las palabras, capaces de vehiculizar el amor al dar lo que no se tiene, a quien no lo es [3].

Restan unos minutos de película… vemos a Marco y Alicia asistir a la misma obra de teatro, y se nos sugiere que podría nacer de allí una nueva posibilidad de intentar hacer algo con el amor. Dice Lacan en El Seminario 20 que por la vía del amor, la contingencia del encuentro se transforma en necesidad.

El final: Alicia, Marco, un cruce de miradas…

Referencias

Lacan, J. (1991) El Seminario. Libro 8. La transferencia. 1ªed. 1ªreimp.- Bs. As. Paidós, 2004

Lacan, J. (1975) El Seminario. Libro 20: Aún. 1ª. ed. 9ª reimp.- Bs. As. Paidós, 2008.

Miller, J-A. (2000) El partenaire-síntoma, Bs.As., Paidós, 2008

Salamone, L. (2010) El amor es vacío.- 1ª ed.- Bs. As. Grama Ediciones, 2010.



NOTAS

[1Lacan, J. El Seminario. Libro 20: Aún. Pág. 91.

[2Lacan, J. Ídem.

[3Lacan, J. El Seminario. Libro 8. La transferencia. Paidós. Pág. 145.





COMENTARIOS

Mensaje de Eliana Amor  » 23 de agosto de 2012 » elianaamor78@hotmail.com 

Estimados Héctor, Clara, Victoria, Ezequiel, Ivana e Ileana! nos alegra especialmente que resalten los rasgos que nos interesaba transmitir con este escrito. Muchas gracias por sus comentarios!



Mensaje de Ileana Paolini  » 23 de agosto de 2012 » ileanapaolini@gmail.com 

Excelente trabajo, me parece muy bueno el aporte y la mirada que se hace sobre la película; el abordaje sobre lo femenino y esa búsqueda por entender que es lo que quieren las mujeres. Lo que más me gusto del trabajo tiene que ver con resaltar el valor de la palabra como vehículo del amor.



Mensaje de Ivana Bristiel  » 20 de agosto de 2012 » ivanabristiel@gmail.com 

Muy buen trabajo, felicitaciones a las autoras!!Me gustó mucho la lectura psi que hicieron de la película y el modo de expresarlo.



Mensaje de Ezequiel Argaña  » 11 de agosto de 2012 » ezequielargana@hotmail.com  

Muy buen trabajo! Mis felicitaciones a las autoras, sus comentarios me transportaron a las escenas de esta gran película. Me resultó muy interesante y precisa la lectura psicoanalítica; me queda como saldo la invitación a repensar la cuestión del "enigma" femenino.



Mensaje de Victoria Mora  » 4 de agosto de 2012 » mvictoriamora@yahoo.com.ar 

Excelente trabajo!vi la película varias veces por el nivel de conmoción que ha generado en mí, este trabajo me permite pensarla de formas nuevas les agradezco por compartir nuevas miradas!felicitaciones!



Mensaje de Clara   » 3 de agosto de 2012 » claramiravalle@gmail.com 

Me encantaron las intervenciones y el análisis de las licenciadas, porque ademas de dar cuenta de cuestiones apasionantes del psicoanálisis, saben apreciar la belleza y el arte de la película.
Gracias!



Mensaje de Hector Vidaurre  » 2 de agosto de 2012 » viduhector@hotmail.com 

Muy interesantes las citas de los autores para explicar las relaciones de los personajes en el film y la idea que intenta transmitir Almodovar. El punteo me llevó a recordar la película y ademas me trasportó al sentimineto que había experimentado al verla por primera vez.
Un analisis profundo desde un punto de vista interesante e inteligente.
Muchas gracias por hacerme recordar que tengo que volver a ver las películas de este gran autor.




Película:

Titulo Original:

Director: Pedro Almodóvar

Año: 2002

Pais: España

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