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El dev-enir millenial

por Murlender, Liza

Resumen

El presente trabajo toma como material para el análisis la serie Master of None. La misma es protagonizada por Dev, un millenial con todas las características de la época capitalista y la era tecnológica. Hoy en día, los dispositivos tecnológicos como los smartphones se han vuelto casi una extensión de nuestros cuerpos. Las Tecnologías de la Información y Comunicación (TICs) se convirtieron en una herramienta para la interacción entre individuos y su uso se ha generalizado entre las distintas generaciones. Las dos temporadas de esta serie nos permiten observar, cuestionar y reírnos de las vicisitudes implicadas en el uso de las TICs para hacer prácticamente todo y preguntarnos cómo estas modifican la forma de relacionarse y comunicarse entre individuos y cuál es su efecto en la subjetividad.

Palabras Clave: TICs | millenials | virtualidad | capitalismo

Introducción

Las tecnologías de la información y la comunicación (TICs) han tenido efectos sobre la forma en que vemos y conocemos el mundo y cómo actuamos sobre él, lo cual se trasladó a los modos en que nos relacionamos con otros individuos. La última década se caracterizó por la evolución de la web, máximo exponente de las TICs, de una versión 1.0 donde todo era estático, donde no había inmediatez, donde no había generación de contenido por usuarios comunes, a una versión 2.0 donde lo que prima es la interconectividad, la colaboración y la multidireccionalidad, donde todo es instantáneo y fugaz.

Hoy en día 8 de cada 10 argentinos usan celular (INDEC, 2015), con un promedio de 3,25 horas diarias conectados a Internet a través de los smartphones (El Cronista, 2015), a lo cual se le debe sumar las horas que pasan conectados por medio de sus computadoras. Cientos de miles de aplicaciones permiten tener toda la información al alcance de la mano, a toda hora, en todo lugar, así como contactarse con personas en cualquier parte del mundo de forma inmediata. Una de las tecnologías más popularizadas son justamente las redes sociales, características de los usos actuales de las TICs. Estas se volvieron indispensables para relacionarse con otros, no sólo en el plano individual sino también en el mundo laboral, publicitario, gubernamental e incluso educativo.

En películas y series actuales se ven reflejados los cambios en las formas de comunicarse que acarrearon las nuevas tecnologías y vamos descubriendo distintas formas de representar las pantallas en la pantalla. En la serie “Master of None”, que estrenó en el 2015 en Netflix, con 10 capítulos de 35 minutos, y dos años después repitió la misma fórmula en su segunda temporada, esto se logra de forma ejemplar.

En ella conocemos las peripecias de Dev, un millenial neoyorkino que todavía está descubriendo quién quiere ser y qué quiere hacer, y entre amigos, parejas, viajes y audiciones, transita su vida con la tecnología como aliada. ¿Por qué comer en cualquier taquería cuando puede buscar en Google o Yelp dónde está el mejor taco de Nueva York? ¿Por qué ir a una audición si puede hacerla por Skype desde cualquier café? ¿Por qué esperar a descubrir el amor si puede usar una app para seleccionar con quién quiere salir, o tener todas las primeras citas necesarias hasta encontrar (o no) una que le guste?

La comedia dramática de Aziz Ansari, quien además de crearla y escribirla, encarna el papel de Dev, retrata la vida de este actor de origen indio en sus treintas, incorporando fielmente características de esta generación que creció con las TICs, las particularidades de la era de la información y los gadgets tecnológicos de moda, con sus pros y sus contras, su utilidad y los conflictos que conllevan, permitiendo cuestionar la naturalización de su uso en las sociedades occidentales.

En el presente trabajo nos interrogaremos sobre los efectos del uso de las TICs en la subjetividad y en las formas en que nos relacionamos con otros, basándonos en Dev y sus vínculos con familias, parejas y amigos.

I – Capitalismo y crisis del imaginario social en la iGeneration

Las tecnologías se caracterizan por su inmediatez, su flexibilidad, el predominio de la imagen y de lo público por sobre lo privado: son el representante más fiel de lo que Bauman denominó “modernidad líquida”. Según él (2013), en nuestra sociedad la cultura se volvió un depósito de bienes concebidos para el consumo, que compiten por la atención de los potenciales clientes, a pesar de que la misma sea insoportablemente fugaz.

En la modernidad, la polaridad implícita en la adolescencia era “normatización o transgresión”. Normatización supone tener un proyecto cerrado y acabado, con metas definidas, para lo cual es necesario contar con un mundo dado de antemano que es el paraíso a alcanzar. A lo largo de la serie, hemos visto a Dev charlar con la generación de sus padres y abuelos sobre cómo fueron sus vidas y todos parecen haber recorrido caminos similares: se casaron con su primer pareja, tuvieron hijos y vivieron juntos por siempre. En la actualidad el matrimonio y los hijos no son imperativos sino opciones posibles que aparecen dentro de un amplio abanico de posibilidades. Castoriadis (1996) plantea que hay una crisis de las significaciones imaginarias sociales que mantienen unida a la sociedad, que se traduce en el nivel del proceso identificatorio. Según él, el modelo identificatorio general que se impone hoy a los individuos es el de ganar y disfrutar lo más posible, ante la crisis de los modelos de la modernidad, donde imperaba la religión, el matrimonio, la familia.

Para Lacan (1972), el discurso capitalista, prolongación del discurso del Amo, se caracteriza por el rechazo de la castración, generando la ilusión en el sujeto de que es posible la satisfacción total. Es un rechazo de la imposibilidad, con la máxima de que todo es posible, todo se puede. Goce y consumo se confunden y el Otro del discurso capitalista sostiene el mandato de gozar a través de un consumismo sin límites, como vía para alcanzar una plenitud que es ficticia.

La serie posa su mirada sobre las diferencias generacionales y de uso de las tecnologías, con los padres de Dev (que son los padres de Ansari en la vida real) y los de sus amigos como la generación de inmigrantes que tuvieron que adoptar todas estas nuevas prácticas desde cero. Son inmigrantes que llegaron a los Estados Unidos desde los lugares más recónditos y son también "inmigrantes digitales", a diferencia de sus hijos, nativos americanos y "nativos digitales", que son las nuevas generaciones de individuos que han usado desde su nacimiento las nuevas tecnologías (Prensky, 2001). La llamada Generación Y es la primera que comenzó a ser definida por su uso específico de las tecnologías para hacer prácticamente todo. También se los llama millenials, generación Google o iGeneration. Son aquellos nacidos a partir de 1985, que crecieron rodeados de tecnología, la cual se volvió “como una prolongación significativa de sus cuerpos, sus intereses y sus maneras de informarse, comunicarse y entretenerse” (Rother Hornstein, 2015, p.93).

Brian, un amigo de Dev, le dice en el segundo capítulo de la serie sobre su padre taiwanés: "Qué disparate de viaje! Mi papá se bañaba en un río, y ahora conduce un auto que le habla". En el capítulo “Gente mayor”, Dev conoce a la abuela de su novia Rachel, que le cuenta de su pasado en New York y, sorprendido, dice: “¿Había caballos y calesas paseando por la calle Bleecker? Es una locura. El otro día, apreté un botón en mi teléfono y un tipo fue a comprarme víveres a Whole Foods. Hemos recorrido un largo camino.”

Según Bourdieu (1984), “muchos de los conflictos entre generaciones son conflictos entre sistemas de aspiraciones constituidos en edades diferentes. La que para la generación 1 fue una conquista de toda la vida, la generación 2 la recibe al nacer, de inmediato” (p.125). Las generaciones anteriores se quejan por su dependencia tecnológica pero “paradójicamente, están absorbidos ellos también por la misma tecnología” (Rother Hornstein, 2015, p.98).

Al final de la temporada 1, Dev tiene una conversación con su padre, que le dice que él siempre es muy indeciso, que no toma nunca decisiones. Juntos comparan sus vidas, sus formas de tomar elecciones, de avanzar, completamente distintas, y el padre le dice “Nunca lees nada. Siempre estás en YouTube haciendo tic tic tic [gestos con los dedos de tipeo]”. Pero también hemos visto a su padre con su iPad pidiéndole ayuda a Dev para armar su agenda allí, mensajeándose con amigos, creando grupos de chat en el celular (y poniendo un contacto equivocado), cambiando de gadgets con la misma rapidez que su hijo. Porque tal vez no creció en América, tal vez no creció con las tecnologías, pero está inmerso en la sociedad de consumo americana donde ser es tener, y no tener es quedar por fuera de la sociedad.

Para comprar algo, elegir un destino, decidir qué hacer, se investiga primero en Internet cuál es la mejor opción: toda toma de decisión en la sociedad capitalista occidental se encuentra influenciada por la tecnología y el consumismo. Los primeros minutos del episodio 10 de la primer temporada de “Master of None” nos muestran a Dev y su amigo Arnold pensando qué y dónde comer. La primera frase del episodio la pronuncia el protagonista: “Debería haber una aplicación que analice tu panza y te diga qué quieres comer”.

Según un estudio publicado en Science Magazine en el 2011:

Nos hemos vuelto dependientes a [los aparatos] en el mismo grado en que somos dependientes del conocimiento de un amigo o compañero de trabajo, y perdidos si éstos están fuera del alcance. La experiencia de pérdida de nuestra conexión a Internet se vuelve cada vez más como la de pérdida de una amistad. Debemos permanecer conectados para saber lo que Google sabe.

El tener toda la información del mundo al alcance permanentemente dificulta tomar decisiones sin datos, en un mundo donde todo se intenta cuantificar, al punto de que pareciera más fácil tomar una decisión recurriendo a una app que basándose en los propios sentidos. Arnold lo cuestiona, planteándole a Dev que eso significaría que podrían leer tu mente y que se corre el peligro de que caiga en las manos equivocadas, pero su amigo le responde que está seguro que querría arriesgarse y usarla porque “Acabaría con tanto dolor y sufrimiento. Como ahora. Quiero comer algo, pero no sé qué”.

Luego deciden comer tacos y Dev investiga cuál es el mejor lugar. La pantalla se transforma en su computadora y empieza la búsqueda. Luego vemos que también agarra su celular y textea gente preguntándoles dónde comer. Finalmente elige, pero al llegar al lugar ya no habían más tacos e indignado dice “¿Qué se supone que debo hacer? ¿Ir a comer a los segundos mejores tacos, como un idiota?”. En la sociedad de consumo y de la hiperinformación, no hay tiempo para la incertidumbre, para dudar ni para equivocarse. La frustración, el no saber, resultan intolerables en sujetos marcados por un capitalismo que impone la no castración, que persuade a los individuos de que el consumo llena toda falta y donde esta es vivida como un sufrimiento.

II - Dev-enir adulto en la era de la virtualidad

En el primer capítulo de la serie, “Plan B”, el tópico central es el tener hijos. Comienza con una toma de Dev teniendo relaciones sexuales con una chica, donde el preservativo se rompe y ambos googlean si deberían recurrir a la píldora anticonceptiva, luego piden un Uber y van juntos a la farmacia. En la siguiente escena, Dev charla con sus amigos sobre si quieren tener hijos y al imaginarse con niños, la imagen se torna en blanco y negro, las ropas de época y vemos a un Dev con traje, sombrero y anteojos. Pareciera que tener hijos marca una entrada a la adultez, que aparece como algo ajeno y lejano. Diversos autores hablan de una “adolescentización” de los adultos, identificados a la “eterna juventud” que el mercado nos vende día a día, generando una simetrización generacional. Esto produce cambios en relación a la construcción de proyectos a futuro, ya que la madurez, la adultez, no se ofrece como atractiva (Barrionuevo, J., 2011).

Tomamos el término “navegador” para referirnos a los millenials, cuya sola presencia en el mundo justifica su vida. Su plasticidad yoica les permite trajinar por él desplegando y expandiendo distintas potencialidades creativas: “el puerto en donde se atraque no tiene mucha importancia, el paradigma radica en trasladarse, buscar, indagar. La experiencia no se justifica en función de un futuro, sino en función de aquello que se está realizando.” (Rother Hornstein, 2015, p.91)

Dev parece navegar en su vida, viendo qué le apetece hacer en cada momento, descubriendo nuevos rumbos, conociendo gente, lugares, aceptando y rechazando papeles en su camino como actor, al que llegó de casualidad, siempre con dificultades para comprometerse con algo de lleno. Según Rother Hornstein (2015), los millenials no creen en el trabajo para toda la vida, arman sus salidas improvisando y sobre la marcha, son autónomos pero tienen menos convicciones. La idea de pareja es funcional, pospuesta para un más adelante indeterminado. Primero se debe viajar, finalizar los estudios, consumir en ellos mismos. Esto se ve reflejado perfectamente en Dev a lo largo de la serie.

La temporada 1 termina con Dev asistiendo con su novia Rachel (con quien está hace más de un año y con quien tuvo el imprevisto del preservativo roto en el primer episodio) a un casamiento. Como en aquel primer capítulo con los hijos, al presenciar los románticos votos de la pareja perfecta que se casa, la imagen se vuelve blanca y negra y vemos al personaje principal decir sus votos a Rachel: “No estoy 100% seguro. ¿Eres la persona con la que debería estar toda mi vida? No tengo ni puta idea.” Ella responde con las mismas dudas, y el juez dice: “Dev, ¿tomás a Rachel como tu compañera en una institución posiblemente obsoleta para tener una vida “normal”?”, “Y tú, Rachel, ¿prometes crear un lazo descabelladamente eterno con este hombre con el que estás saliendo en esta etapa de tu vida en la que la gente normal suele casarse?”, “Ahora los declaro dos personas que tal vez, dentro de tres años, sepan que han cometido un error desafortunado”. Esta escena imaginada por Dev expone este momento de crisis del imaginario social que estamos transitando: por un lado los efectos que todavía tienen las representaciones sociales de otra época, que siguen marcando normas de qué es correcto hacer, y por otro lado el cuestionamiento a estos modelos, basados en los modos actuales de relacionarse, con el divorcio como algo normal que hasta quien los casa admite como posibilidad.

El título de la serie alude justamente a este navegar millenial en el que los sujetos parecen hacer, saber y querer un poco de todo, pero no se comprometen con algo en particular. “Jack of all trades, master of none” es la frase de la cual nace el título y alude a los llamados todólogos, que abarcan mucho, pero al final no se adueñan de nada. Esto es en parte porque tienen acceso a toda la información en todo momento con sus dispositivos móviles como instrumento favorito y también porque son hijos de la sociedad de consumo capitalista, la de la obsolescencia programada, en la que todo perece, todo tiene un reemplazo, todo evoluciona a un ritmo inusitado y siempre aparece algo mejor. Así, los millenials van cambiando de hobby, de profesión, de trabajo, de casa, en busca de una satisfacción total que promete el discurso capitalista pero que es ficticia e inalcanzable.

En este capítulo final, Dev discute con la novia y deciden escribir el porcentaje de seguridad que tienen sobre su relación. Él escribe 80% y Rachel 70%, por lo cual se ofende: “Si hubiera una película en Rotten Tomatoes con 70%, la gente diría que tiene opiniones divididas, y yo no iría a verla”. En otro episodio, pensando en cómo eran las relaciones antes, Dev dice “No vivías constantemente preocupado por lo que te podías perder”. Porque esta generación que vive online siempre está pensando si hay algo mejor que lo que tiene o está haciendo, preocupados de no perderse nada, de tener, saber y hacer todo. Así fue como la relación de Dev y Rachel llegó a su fin: ¿vale la pena estar en una relación si no estás 100% seguro de que es lo que querés?. La respuesta fue el final del noviazgo (y de la temporada 1) y el comienzo de un viaje (y de la temporada 2) que llevó a Dev a Italia.

III - Navengando en la era del amor líquido

Según Colette Soler (2017):

Sucede que cuanto más los lazos reales se deshacen, más la comunicación digital se desarrolla. Es una pequeña compensación. Los sujetos que se encuentran solos, aislados, sin deseo, ¿qué hacen? Van a la comunicación: mandan mensajes, van a ver la pantalla. Es una compensación, no una causa.

El capítulo “First Date”, el cuarto de la temporada 2, se desarrolla después de la vuelta de Dev a New York luego de una estadía extensa en Italia, donde se enamora de Francesca, una italiana que está comprometida. Al llegar a la Gran Manzana, Dev vuelve del idilio de sus días en Italia aprendiendo a hacer pasta y busca compensar esta pérdida saliendo con más de una decena de mujeres que conoce a través de una app de citas online. Podemos pensar entonces, desde Soler, y con este capítulo que retrata de forma magistral el funcionamiento del amor líquido en la era tecnológica, que las TICs no son causales de la soledad y la falta de comunicación cara a cara sino una compensación frente a esto.

El capítulo comienza con tomas de distintas mujeres que utilizan la app de forma casi compulsiva, a toda hora y en todo lugar, en público o en privado. La primera es en un funeral, donde una de las asistentes se distrae usando la app, la cámara avanza hasta ella y luego se enfoca en su celular. Presiona la opción que equivale al “No me gusta”, representada por un tacho de basura, para los dos primeros hombres que le surgen como opciones, luego aparece nuestro personaje principal y presiona la opción del corazón, que genera un “match”, ya que Dev también la había elegido. Vemos distintas mujeres haciendo lo mismo en otros lugares, como el supermercado, el baño, en un taxi o en un bar con amigas. Finalmente la escena nos muestra a nuestro protagonista en su departamento, arreglándose para salir, cuando recibe un mensaje de texto de una tal Christine, diciéndole que lo encuentra a las 8.15.

Lo acompañamos en sus diversos encuentros y desencuentros con distintas mujeres que conoce a través de la app, a las cuales lleva a los mismos lugares. Ante cada cambio de posición de la cámara, cambia la chica que está en frente, provocando un efecto que señala la cantidad de citas y la banalidad de las mismas. Como plantea Bonavitta (2015), en estas apps hay “un ’menú’ en el que se exponen fotos y datos personales básicos sobre las personas. A partir de allí, se elige qué consumir. El amor en un chasquido de dedos, a la orden, sin preámbulos”, con la velocidad característica de la época.

En la siguiente escena, siempre con su celular en la mano, Dev espera en la puerta de un restaurant que Christine llegue y luego entran juntos. Pero en la toma siguiente, ya dentro del lugar, la que lo acompaña no es ella, sino otra mujer, con quien se conocía previamente. Dev le comenta que es raro encontrarse con alguien conocido en la app porque nunca se sabe si se eligieron porque son amigos o porque hay “alguna posibilidad de sexo casual”, y ella le aclara: “ambos vinimos a una cita”. Y la cámara vuelve a cambiar de posición, y la chica vuelve a ser otra. Por cada cambio de cuadro vamos descubriendo nuevas mujeres con sus peculiaridades así como las particularidades del mundo de las citas emergentes de la virtualidad.

Con una de las mujeres, se muestran los primeros mensajes que se mandaron con las personas con las que tuvieron “match”. Dev les manda a todas el mismo mensaje inicial, un chiste sobre comprarles algo de comer en el supermercado, que se diferencia de los saludos del resto de los hombres que solo dicen “hey” y “hola”. Sin embargo, algunos mandan cosas desagradables, y volvemos a ver rápidos cambios de cámara con las distintas experiencias fuera de lo común que vivieron las citas de Dev en el mundo romántico virtual: estereotipos de razas (Dev cuenta que leyó que “los hombres asiáticos y las mujeres negras son los que peor les va en estas apps”), fetichismo, fotos subidas de tono y otras rarezas.

Llegamos al final de la(s) cita(s) y salimos a la calle, donde siguen los cambios de cuadro y de chicas. Con una de ellas se topan con una pelea, ante la cual Dev piensa en llamar a la policía pero su cita le pide que haga silencio, porque quiere hacer un “snap” de eso. Esto refleja también la necesidad de exhibir que genera esta época donde prima la imagen en la cual todo se muestra, se comparte, como forma de afirmarse, de pertenecer.

Luego llegan la(s) segunda(s) cita(s). Una de ellas empieza a usar la app estando con él, justificándose explicando que tal vez se vea con alguien más después y diciendo que realmente le gusta “ver los perfiles”. Acto seguido, le pregunta a Dev qué opina de un chico que encontró. Indignado, Dev duda qué responder y termina diciendo “veamos el resto de su perfil”.

Después de distintos desenlaces con las diferentes mujeres, Dev vuelve a su casa y agotado, se acuesta en su sillón, para volver a sacar su celular y, aunque con resignación, seguir buscando... Sus gestos demuestran su insatisfacción: lo desmentido siempre retorna, pero sigue siendo más fácil buscar colmar la falta a través de la app, que enfrentarse a ella. Así, se “pone en evidencia la devaluación de la subjetividad, es decir, el predominio de lo virtual-imaginario sobre el orden simbólico, reforzando así la retracción narcisista de un goce en soledad que, paradójicamente, “conecta” al sujeto, en todo momento y en todo lugar, con una multiplicidad de otros, muchos de ellos casi anónimos y con una superficial implicancia afectiva” (Barrionuevo, 2011, p.11)

Este episodio nos llevaría a pensar que los vínculos generados a través de estas apps reflejan el consumismo de la época capitalista actual, en donde el amor es una mercancía más y donde el individuo es tratado como un objeto. Si no me gusta, presiono el botón que lleva su perfil al tacho de basura. Si me gusta, le doy una oportunidad fuera de lo digital, en una cita que igualmente funciona con las características de la virtualidad, siendo efímera y veloz, con pocas posibilidades de generar un vínculo que perdure.

Pareciera que el esfuerzo está puesto en encontrar lo más rápido posible ese objeto que conduzca a la felicidad, obturando la falta. Dev elige sus citas a la carta y elige un bar para hacer una “degustación” de mujeres, entre las cuales luego hará una selección e invitará a las que más le gustaron a un segundo lugar que también repetirá con todas, como si fuera un experimento en donde se trata de controlar la variable del contexto para maximizar los resultados.

Para Bonavitta (2015), “estas redes han modificado vínculos, pero nunca acabarán con ellos, pues el contacto real es indispensable para el amor y la sexualidad”, sin embargo, sí hay una reconfiguración de los mismos. “Relaciones líquidas en un mundo líquido, que comienzan y se evaporan en el mismo instante, donde la pasión dura segundos y el amor es efímero. Donde la apuesta no trasciende el presente y los vínculos no apuntan a la perdurabilidad.”

Sin embargo, con Francesca, su enamorada italiana, Dev entabla una relación que parece querer trascender, un amor que lo persigue desde su viaje a Italia y que intenta ignorar porque ella está en pareja. Esta relación se configura de otra forma en New York, donde pasan mucho tiempo juntos pero también mucho tiempo conversando por mensajes de texto. Lo vemos a Dev preocuparse por interpretar los emoji que ella le envía, analizar cada conversación para intentar leer algo más que palabras en su pantalla, sentir lo que siente él a través de lo que ella le envía desde su celular, como una prueba de que no es sólo él quien lo siente... porque en los tiempos del amor líquido todos los vínculos tienen su lado virtual y su lado real, “se configuran tipos de vi´nculos que esta´n intermediados por la virtualidad, la idea de lo i´ntimo se ve modificada, y se constituyen nuevos sentidos y modos de la corporalidad.” (Donzino, G., Morici, S. Compiladores, 2015)

Comentarios finales

Hemos expuesto a lo largo de este trabajo ciertas formas de relacionarse y vivir en la actualidad que indican tiempos de crisis y de cambio. La caída de los modelos de la modernidad dejaron sociedades que avanzan sin horizonte claro y se apoyan en imaginarios sociales de otras épocas o en el capitalismo como mandato de consumo, de felicidad total, de eterna juventud, de completud.

Master of None expone pequeñas escenas de la vida actual con el doble objetivo de hacernos reír y pensar. No es sólo una comedia: es una reflexión sobre crecer y relacionarse en una sociedad marcada por el consumo, por la virtualidad, por la información. Pero también abre la puerta a la esperanza.

En esta época caracterizada por la rapidez y la liquidez, los millenial navegan, dev-ienen adultos, a su manera: entre likes y amistades reales, entre Tinder y el amor verdadero. La tecnología como aliada, tal vez como compensación de una soledad impuesta por el individualismo y el consumismo de la época, tal vez como una nueva forma de relacionarse que reconfigura los vínculos y los modos de ser, y que todavía estamos descubriendo.

Bibliografia

Barrionuevo, J. (2011). Adolescencia y Tecnologías de la Información y la Comunicación. En Adolescencia y juventud. Bs. As.: EUDEBA.

Bauman, Z., La cultura en el mundo de la modernidad líquida. (2013). Fondo de Cultura Económica, Buenos Aires.

Bourdieu, P., Sociología y Cultura (1984). Les Editions de Minuit, París.

Castoriadis, C., El avance de la Insignificancia (1996). EUDEBA, Buenos Aires.

El psicoanálisis es el heredero de los derechos humanos. (19 de octubre del 2017). Página 12. Recuperado de https://www.pagina12.com.ar/70045-el-psicoanalisis-es-el-heredero-de-los-derechos-humanos

Instituto Nacional de Estadística y Censos. (2015). Encuesta Nacional sobre Acceso y Uso de Tecnologías de la Información y la Comunicación. Informe preliminar sobre indicadores básicos de acceso y uso. Resultados de mayo-junio de 2015. Recuperado de http://www.indec.gob.ar/.

Lacan (1969). El Seminario. Libro 17: El Reverso del Psicoanálisis.. Editorial Paidós, 1ª reimpresión, Buenos Aires, 1992

Los argentinos son los que más tiempo se conectan a Internet a través de sus teléfonos celulares. (23 de octubre del 2015). El Cronista. Recuperado de http://www.cronista.com/negocios

Prensky, M. (2001). Nativos digitales, Inmigrantes Digitales. On the horizon. 9(5). Recuperado de http://www.marcprensky.com.

Rother Hornstein, M. C. (2015). Adolescencias contemporáneas. Un desafío para el psicoanálisis (pp. 91-107). Colección FUNDEP.

Sparrow, Liu y Wegner (2011). Los efectos de Google sobre la memoria: consecuencias cognitivas de tener información al alcance de la mano. Science Magazine, Vol. 333, Nº 776, 8


NOTAS






COMENTARIOS

Mensaje de Nicolas  » 31 de octubre de 2018 » Nico_pernigotti@hotmail.com 

Felicitaciones por el articulo, muy bien encarado el análisis y planteado el objeto de debate. Comparto plenamente gran parte de la visión expuesta, El "choque" de dos generaciones, una con sus "fundamentos", teleologiamente hablando (familia, trabajo estable, etc...), y otra que "navega" justamente en la búsqueda constante de completud, de saciar sus deseos los cuales son imposibles de llenar, de saciar, pero que el sistema capitalista a través sus dispositivos de formación de subjetividades logra hacer creer a los individuos (cada vez mas individuales) que con el consumo ad infinitum lograran completarse, y encontrar en ello la "liquida" felicidad que buscan. No solo el amor o las relaciones son liquidas, sus propios de deseo también lo son. La tecnología está instaurándose como el principal dispositivo de creación de subjetividades liquidas en la actualidad. Impecable el articulo, como fascinante el tema de debate. Mis felicitaciones otra vez!



Mensaje de María Elena Domínguez  » 15 de octubre de 2018 » menadomin@gmail.com 

El capitalismo y su reciclado infinito, no hace más que el sujeto gire en círculos sin perder nada. Con la tecnología parece que todo es posible y al alcance de la mano; no obstante esa misma tecnología puede volvernos esclavos, hacernos perder nuestro atributos humanos e incluso lo más horroroso volvernos obedientes de la información que allí circula pues hemos alienado nuestra subjetividad, nuestro decidir, nuestro contacto con el otro a quien nos da certidumbre sobre qué hacer con nuestro ser, con nuestra castración.



Mensaje de María Elena Domínguez  » 15 de octubre de 2018 » menadomin@gamail.com 

El capitalismo y su reciclado infinito, no hace más que el sujeto gire en círculos sin perder nada. Con la tecnología parece que todo es posible y al alcance de la mano; no obstante esa misma tecnología puede volvernos esclavos, hacernos perder nuestro atributos humanos e incluso lo más horroroso volvernos obedientes de la información que allí circula pues hemos alienado nuestra subjetividad, nuestro decidir, nuestro contacto con el otro a quien nos da certidumbre sobre qué hacer con nuestro ser, con nuestra castración.



Mensaje de Gabriela Cánepa  » 1ro de octubre de 2018 » gabi.c@live.com.ar 

Hola! Antes que nada, felicitaciones por el análisis, está muy bien planteado en términos de los cambios que se están viviendo en las últimas generaciones con las nuevas tecnologías,

Sin embargo, no puedo evitar pensar que muchas veces los estudios que se hacen sobre las nuevas generaciones son algo sesgados, con un dejo de fatalismo y también algo de nostalgia por lo perdido. Los textos de Castoriadis me transmiten fuertemente esto. Creo que si en lugar de comparar el presente con la modernidad hacemos un análisis histórico más abarcativo, nos vamos a topar con que la manera de vincularse con la pareja va cambiando a lo largo de las generaciones: desde alianzas económicas familiares, a casarse por amor para toda la vida, a casarse por amor hasta cuando se termine el amor. A su vez, el lugar de la mujer en la pareja fue cambiando, ya que antiguamente pasaba de ser propiedad de su padre a propiedad del marido, y con el tiempo se fueron dando mutaciones tanto en cuanto a derechos como en cuanto independencia económica que facilitan, llegado el caso, lograr una separación. Y aunque estos cambios puedan verse como una liquidez de las relaciones, también podemos verlo como un aumento de la flexibilidad de los sujetos, que van ajustando sus deseos y expectativas de acuerdo con la realidad que se les presenta, en lugar de acomodarse a un patrón de conductas estereotipadas.

También creo que si bien los cambios se dan en muchas generaciones, la nuestra es privilegiada en este campo, ya que se dan de forma mucho más veloz y exponencial. Quizá sea por eso que es tan difícil teorizar al respecto, y por eso mismo estoy de acuerdo con la última frase del análisis: hoy se sabe que las formas tradicionales de relacionarse no nos sirven, pero aún estamos en la búsqueda de nuevas formas. Y aquí es donde nuestra manera consumista de ver el mundo nos juega una mala pasada, ya que el vínculo y la forma de ser que elijamos debe ser la mejor, y como dice el dicho, "lo perfecto es enemigo de lo bueno". Si buscamos alguien que nos llene, el fracaso está asegurado, y la angustia siempre presente. Supongo que a Dev le queda descubrir ese vínculo que estructure pero que no llene, que acompañe pero no ahoge.



Película:Master of None

Titulo Original:Master of None

Director: Aziz Ansari, Alan Yang

Año: 2015-

Pais: USA

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